De líder de los ultras a presidente del Hertha

Iván Martín

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27/06/2022
Actualizado a las 11:58h.

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No hace demasiados años, si uno visitaba el Estadio Olímpico de Berlín (ese lugar donde Jesse Owens escribió su leyenda hace casi 90 años) en un día de partido del Hertha, podía ver a un joven al megáfono enalteciendo a la hinchada local. Aquel hombre, Kay Bernstein (1980, Marienberg), que viajó por toda Alemania en apoyo de su Hertha ya fuera en Primera o en Segunda, es hoy el presidente del club de su vida.

«Como hincha fui activo, me organicé a nivel nacional y trabajé para nuestra curva durante ocho años, lo di todo por el Hertha», comentó recientemente el germano. Bernstein, que comenzó a ser un fijo en la curva en su adolescencia, acabó cofundando el grupo ultra 'Harlekins' , famoso en la escena underground berlinesa. Asimismo, como líder de una organización de este calado, fue expulsado en tres ocasiones del estadio por refriegas propias de radicales; de hecho, en una de ellas, fue retenido por la policía tras ser acusado de haber animado a la grada a lanzar objetos al campo, una situación que finalizó con un trabajador del club herido.

Su presente, sin embargo, difiere del turbio pasado de un ultra. Empresario de éxito en los ámbitos de la comunicación y la construcción y padre de familia, Bernstein es la imagen del cambio en un club sumido en la desilusión. En mayo de este año, el expresidente Werner Gegenbauer, tras 14 años de gestión dudable pese a que el principal inversor del club, Lars Windhorst, inyectara más de 350 millones de euros en el proyecto capitalino, renunció a su cargo. Se abría así el camino para el pretérito ultra, que en las elecciones confirmó su superioridad.

Bernstein consiguió la mayoría absoluta ( 1.67o votos de un total de 3.016) y subió al estrado de las oficinas del Olímpico con una sudadera del club con el parche azul del Hertha sobre el corazón. En una escena más propia de un fondo de animación que de un acto institucional, mientras numerosos miembros de la asamblea le dedicaban el característico cántico '¡Ha, ho, he, Hertha!' , el nuevo dirigente prometió dar un cambio drástico al devenir del club. «Gracias por su confianza. Gracias por su responsabilidad. Nuestro Hertha está en cuidados intensivos, pero podemos curarlo desde dentro. Eso solo funciona en conjunto. Cada uno de vosotros puede ayudar para que recuperemos nuestra alma blanquiazul. Gracias. Y ¡Ha, ho, he, Hertha!», concluyó.

No miente Kay cuando señala que el Hertha está en cuidados intensivos. En el curso que acaba de finalizar, los blanquiazules fueron decimosextos en Bundesliga, jugaron el playoff de descenso ante otro histórico en apuros, el Hamburgo, y se quedaron en la máxima división germana por la mínima. Además, desde que el Unión Berlín ascendiera por primera vez a la Bundesliga en la temporada 2019-20, el equipo del este de Berlín gobierna en la capital. En las dos últimas campañas, los del Alte Försterei se han clasificado para Europa (Conference en 2021 y Europa League en 2022), un terreno que el Hertha no pisa desde la 2017-18. Además en los últimos tres derbis, los de blanco y azul han perdido los tres.

Otrora campeones de Alemania (dos Ligas y dos Copas), los del Olympiastadion tienen mucho que construir para recuperar el predominio de su ciudad. Con el veterano Stefan Jovetic como jugador insiginia, el presente mercado estival se prevé clave para las aspiraciones blanquiazules.

 

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