Fútbol
Laporta sigue recibiendo críticas por el adiós de Messi
El exvicepresidente Emili Rousaud considera que es un error de estrategia del actual mandatario azulgrana
La salida de Messi sigue generando reacciones, la mayoría de desagrado y de lamento. Joan Lapor ta está siendo en las últimas horas el destinatario de las quejas de buena parte de la afición, que le señala como el culpable de no haber logrado la permanencia del argentino, a pesar de la situación económica de la entidad. Uno de los últimos en cargar contra el actual dirigente ha sido Emili Rousaud , que fue vicepresidente primero institucional con Josep Maria Bartomeu y posteriormente dimitió tras explotar el caso 'Barçagate'. Rousaud se presentaría posteriormente a las elecciones a la presidencia del club pero no logró pasar el corte de las firmas necesarias. Ahora, ha escrito una carta abierta en la que valora la salida del rosarino después de 21 años vistiendo la camiseta azulgrana.
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«Las lágrimas de Messi eran la demostración de que él no quería irse, la ausencia de su padre, Jorge, un síntoma de que algo no se estaba explicando y la falta del abrazo con el abrazador presidente Laporta, un puro reflejo del desamor. Se nos va el más grande de nuestra más que centenaria historia, en pleno agosto, con Barcelona medio vacía y el 'soci' triste y en estado de shock», escribía Rousaud dejando muy claro que Messi no ha tenido la salida que merecía e insinuando que su marcha no ha sido tan amistosa como podría parecer. Aunque reconoció los graves problemas financieros que atraviesa el club, Rousaud cuestionó las justificaciones dadas por Laporta: «Hay que reconocer que el presidente Laporta tiene toda la razón cuando explica que el club acumula unas pérdidas colosales, que tiene una masa salarial insostenible y que deben tomarse medidas drásticas. A mi parecer, en cambio, no tiene la razón cuando retira la oferta de renovación a Messi arguyendo el límite salarial o cuando culpa a la gestión anterior de la catastrófica situación actual». El exvicepresidente ahonda en esta cuestión y asegura que Laporta comete un error de estrategia prescindiendo del argentino: «Messi es un jugador franquicia, genera muchos ingresos adicionales a través de patrocinadores, ticketing o las propias audiencias televisivas; su marcha libera masa salarial pero también reduce los ingresos , posiblemente en mayor medida que la propia reducción de gasto que supone eliminar, no su salario anterior, sino la fuerte rebaja salarial que el jugador estaba dispuesto a aceptar».
Jugadores que «no merecen lucir nuestro escudo»
Con un cierto tono autocrítico, Rousaud asumió parte de la mala gestión de la junta anterior, de la que él formaba parte, pero instó a Laporta a rebajar la masa salarial con futbolistas que no aportan nada al equipo: « La gestión de la junta directiva anterior no fue en absoluto brillante , pero sobre todo no lo fue en el área deportiva, por cuanto el desacierto en los fichajes, las renovaciones a largo plazo de las vacas sagradas, los trueques de jugadores o los fichajes pagando sumas descomunales son un gran lastre hoy, pero todo ello era ya conocido, está en la hemeroteca. El suceso que ha convertido en insostenibles las desacertadas decisiones deportivas del pasado ha sido la evaporación de ingresos que ha producido la pandemia y a esta circunstancia extraordinaria y excepcional debería acogerse el presidente Laporta para tomar medidas. El Barça debe resolver los contratos con aquellos jugadores cuyo valor en libros es pura ficción y cuyo coste salarial es una merma constante de caja sin contraprestación deportiva relevante». Rousaud acabó su misiva dejando constancia de los graves efectos de la pandemia, único motivo, a su entender, de la inestabilidad económica del club catalán: «Somos un modelo de club único, no tenemos recurso al magnate, al mercado de capitales o al fondo de inversión de turno; pero preservar nuestro modelo exige dar salida a esos jugadores que ni están dispuestos a mover un dedo por nuestro club ni nos van a dar gloria alguna . Llegó la hora de asumir que los efectos económicos de la pandemia son una circunstancia excepcional y extraordinaria que hace imprescindible anular los contratos de aquellos jugadores que no merecen lucir nuestro escudo y si, en cambio, preservar a nuestros símbolos, a las leyendas que han marcado no sólo una época sino una etapa de nuestra propia vida».