Dembélé pide paso

Estaba siendo uno de los futbolistas más cuestionados del Barcelona por su frágil musculatura, sus constantes lesiones, su comportamiento disperso y su bajo rendimiento desde que llegó en el verano de 2017. Ousmane Dembéle ha pasado más tiempo en el dispensario que sobre el terreno de juego desde que tomó un avión para viajar desde Dortmund a la Ciudad Condal y ha tenido que cargar con la pesada mochila de ser uno de los fichajes mas caros de la historia del club azulgrana tras el pago de 105 millones fijos más otros 30 en variables. Este verano trató el Barcelona de incluirlo en todas las operaciones para abaratar las incorporaciones que pretendía y minimizar sus pérdidas, además de ahorrarse una ficha de 12 millones de euros anuales que gravaban considerablemente la masa salarial de al entidad. Y por si fuera poco, Koeman le dejó claro que no iba a ser una pieza fundamental en su proyecto. De hecho, el técnico holandés aseguró públicamente que «Ansu Fati está en estos momentos por delante de Dembélé» . Intentó aislarse en una burbuja pero de nuevo sus cuestionables hábitos le jugaron una mala pasada y llegó tarde a un entrenamiento, lo que le supuso el castigo del entrenador y la obligación a recuperar el tiempo perdido mientras el resto de sus compañeros disfrutaban de días de asueto.

Tras jugar unos minutos ante el Villarreal en el primer partido de la temporada, se pasó los dos siguientes (Celta y Sevilla) en el banquillo como medida de presión para que aceptara una salida antes del cierre del mercado estival. Pero decidió quedarse y Koeman no tuvo más remedio que aceptarle. Le concedió la titularidad ante el Getafe, en la que fue la primera derrota del Barcelona. No bajó los brazos el francés, que se conjuró para aprovechar todas las oportunidades que le diera el técnico. Y lo hizo ante el Ferencvaros . Entró por Trincao y en la escasa media hora que tuvo anotó un gol. La lesión de Coutinho le ha facilitado ser de la partida ante la Juventus y solo ha tardado 15 minutos en anotar un gol, el primero, el que le daba ventaja al Barcelona en Turín y que curiosamente, le colocaba como uno de los máximos goleadores de la Champions League.

Koeman decidió sustituirle en el minuto 66, dando entrada a Ansu Fati. Las sensaciones que transmitió el francés fueron muy buenas y demostró que está alto de confianza. En la segunda parte tuvo alguna ocasión más y buscó el pase a Messi , que en este inicio de temporada aún no se ha reencontrado con su mejor versión. El argentino suma tres goles y todos a balón parado desde el punto de penalti . Ante la Juventus dispuso de varias claras ocasiones que no supo aprovechar.