Liga Iberdrola
Dos jugadoras del Rayo tienen que ser atendidas por el rival ante la ausencia de sus servicios médicos
El equipo vallecano, absorbido por una profunda crisis intitucional y económica, no tiene doctores en plantilla y fueron los del Barcelona los que atendieron a Isadora Freitas e Iris Ponciano tras sus lesiones
El calvario del Rayo Vallecano parece no tener fin. El equipo volvió a evidenciar esta tarde, en el duelo a domicilio contra el Barcelona (4-0), la profunda crisis institucional y económica en la que vive instaurado. Si el pasado noviembre la jugadora de los madrileños, Camila Sáez , tuvo que ser atendida por los médicos del Athletic de Bilbao ante la ausencia de unos propios, hoy la precaria escena se ha vuelto a repetir. Isadora Freitas e Iris Ponciano tuvieron que ser diagnosticadas sobre el césped por los doctores del equipo catalán antes de ser enviadas a un hospital cercano.
La explicación es sencilla. El Rayo Vallecano no tiene doctores debido a que, en la Liga Iberdrola, la primera división del fútbol femenino español, no es obligatoria tener en plantilla a un servicio médico y los dirigentes han decidido desde principio de temporada no contar con este servicio. De hecho, es el fisioterapeuta y preparador físico del equipo, David Recuenco, el que atiende a las jugadoras durante los encuentros.
Recuenco saltó al campo del Barcelona esta tarde como observador cuando Freitas y Ponciano se lesionaron, mientras que los médicos del las azulgranas, que actuaron con rapidez, atendían a las futbolistas. Freitas recibió primero un golpe en el tobillo y, poco después, tras un choque de cabezas con una rival, fue enviada al hospital al sufrir un traumatismo craneoencefálico . Ponciano, por su parte, también necesitó a la ambulancia, pues sufrió una fuerte lesión en la clavícula y fue evacuada del campo en camilla.
La plantilla del Rayo lleva meses denunciando esta situación, aunque no parece que sus protestas hayan surtido efecto. El 11 de noviembre denunciaron a la directiva de su propio club por discriminación laboral y aseguraron que su situación «no era digna de un equipo de Primera Divisón» en un comunicado. Poco ha cambiado, pues esta realidad se manifiesta cada poco en el Rayo Vallecano.