Fútbol

Joachim Löw, el monaguillo que cosió una estrella en el pecho de Alemania

El seleccionador dejará el cargo después de la Eurocopa de 2021 tras ganar un Mundial y una Copa Confederaciones

Joachim Löw, antes del partido que enfrentó a Alemania con España en noviembre (6-0) EFE

C. T.

Joachim Löw se despedirá de la selección alemana tras la Eurocopa del próximo verano. Tenía contrato hasta el Mundial de 2022, pero su adiós se adelantará al haber ido perdiendo todo el crédito acumulado en el pasado. Se irá después de quince años al frente de la Mannschaft en los que ha conseguido un Mundial de Fútbol , el de Brasil 2014 , y una Copa Confederaciones, la de Rusia 2017. Unos éxitos que tardaron en llegar al toparse con la etapa dorada de la selección española, que evitó que Alemania cosechara algún metal más. Löw siempre se confesó admirador de los Xavi, Iniesta y compañía, y fue precisamente él, desde el banquillo alemán, el que sufrió el arranque del ciclo español en la final de la Eurocopa de 2008.

Más recientemente, fue también España la que le castigó con una de las derrotas más dolorosas de la historia de Alemania. Ocurrió hace apenas unos meses, cuando el 6-0 de los de Luis Enrique certificó que se acercaba el fin de su etapa. Al día siguiente, desde varios sectores del país se pidió su destitución, pero la Federación Alemana le ratificó en su puesto, más por la nostalgia de triunfos pasados que por las sensaciones del presente. Todavía duele el último puesto en su grupo en el Mundial de Rusia de 2018 y cada vez más gente critica su gestión del combinado, sobre todo por el inmovilismo que tuvo con algunos veteranos y su incapacidad para reconstruir el juego de los suyos.

Löw se despedirá de Alemania como el segundo seleccionador que más tiempo gestionó a la selección, solo superado por Sepp Herberger (1936-1964) . Antes había sido ayudante de Jürgen Klinsmann en el Mundial de 2006, con el que viajó a Argentina en 2005 para verse con César Luis Menotti. El argentino había entrenado a Klinsmann en la Sampdoria y mantenían una buena relación de aquellas. Compartieron ideas que, a posteriori, ayudan a entender la filosofía alemana. Con el paso de los años, Menotti reconocería la labor de ambos: «De la mano de Klinsmann y Löw empezaron a juntar jugadores de buen pie, a respetar una idea de tener la pelota, y siguió ganando pero de otra forma. Porque no es que cambió porque antes no ganaba. Cambió porque estos dos locos querían hacer otro fútbol», dijo en 2017.

En verano se esfumará la Alemania de Löw, pero no su legado. Para el recuerdo quedará la cuarta estrella en el pecho y victorias fabulosas como el 7-1 a Brasil en su propio Mundial. Aquel día, la selección alemana arrolló a la pentacampeona del mundo en una exhibición que se escribió con letras de oro en el libro de la historia del fútbol.

Tras aprender junto a Klinsmann, Jogi aprovechó su oportunidad como mandamás alemán y supo rodearse de talento, como el de Hans-Diete Flick, ahora entrenador del Bayern Múnich. También se nutrió del fútbol que implantó Pep Guardiola en el conjunto bávaro, pues la mitad de la selección alemana campeona en 2014 jugaba a las órdenes del técnico español.

Más personal

Antes de su llegada a los banquillos, Löw fue futbolista. Jugaba de delantero, pero una rotura de tibia y peroné en 1983 le lastró para siempre y le empujó a los banquillos. Mucho antes, de niño, había sido monaguillo en la iglesia. En 2003 ascendió a la cumbre del Kilimanjaro, donde experimentó en sus propias carnes la satisfacción de lograr un objetivo tras mucho esfuerzo. «Fue un ascenso difícil durante cinco días. En la última noche llegué a mi límite, tanto física como mentalmente. Llegamos a la cumbre en el amanecer y sentí una sensación de felicidad: casi cualquier cosa es posible en este mundo», diría en 'Süddeutsche Zeiutung'.

Ya como seleccionador, en 2012, visitó junto a toda la delegación alemana el campo de concentración de Auschwitz , donde los nazis cometieron algunos de los crímenes más terribles de la humanidad.

Defensor a ultranza del juego ofensivo, Löw consagró en Alemania el estilo anterior de Klinsmann. Más tarde, se rodeó de personas de la talla de Flick, a quien muchos analistas le atribuyen algunas de las ideas tácticas que llevaron a la gloria a Alemania. El actual entrenador del Bayern Múnich es el favorito para sustituirle. Pero será, en cualquier caso, tras la Eurocopa de 2021, el último trofeo por el que peleará Löw y que Alemania no gana desde 1996. «Doy este paso muy conscientemente, lleno de orgullo y con enorme gratitud, pero al mismo tiempo todavía con una gran motivación en lo que respecta al próximo campeonato de Europa», señaló en su comunicado de este martes.

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