Iraola: «En Miranda son todos del Mirandés, no del Madrid o el Barça»

Muy a su pesar, el discreto Andoni Iraola (Usúrbil, Guipúzcoa, 37 años) es protagonista en este tramo de la competición futbolera. Por mucho que su carácter moderado y juicioso le moviese a ceder espacio mediático a sus futbolistas, ayer tenía demasiados cruces de caminos que enlazaban en su persona. Entrenador del Mirandés, exjugador del Athletic de Bilbao y natural de Guipúzcoa. Tres conexiones que se acoplan en las semifinales de la Copa del Rey.

El excapitán del Athletic se retiró hace tres años y fue exponente de una lealtad en desuso: solo jugó en el club bilbaíno en sus doce temporadas en Primera división. Su último destino, el New York City , tuvo más que ver con la curiosidad de nuevas culturas y el deseo de aprendizaje del inglés.

Iraola se explica elocuente, resuelto en sus respuestas, sin manejar los tópicos futboleros de muletillas aprendidas. De entrada presenta su proyecto en el Mirandés sin otorgarse mayor relevancia. «No somos tan buenos como para decidir si se juega de una manera o de otra. El otro día, contra el Rayo Vallecano, tuvimos que acoplarnos a lo que ellos proponían. No tenemos la capacidad de decidir cómo tienen que jugarse los partidos».

Una aceptación de los límites que enlaza con su temperamento sereno. Inició su andadura como entrenador haciendo un español por el mundo destino Chipre. Dirigió al AEK de Larnaca y fue destituido hace un año. Recaló luego en Anduva y se ha identificado con los rasgos del Mirandés.

«¿Qué tiene de especial el Mirandés? La vinculación con la ciudad», responde a ABC. «Aquí todo el mundo es seguidor del equipo. Vivo en Miranda y percibes que hasta los que no son aficionados conocen el calendario del equipo , se interesan por los lesionados, saben si ganamos o perdemos… Esa implicación es preciosa. Los jugadores van por la calle y a todos los saludan y los animan. Son muy reconocidos en la ciudad. Aquí no son del Madrid o del Barcelona, son del Mirandés» . Después de su concurso en la Copa 2012, cuando fue eliminado por el Athletic capitaneado por Iraola, el Mirandés se ha convertido en un símbolo de la Copa. ¿Por qué? «El torneo no tiene nada que ver con la Liga. En la Copa no se trata solo de jugar bien, sino de apretar, de creer, de tener un espíritu colectivo… Cuando ya has tenido resultados, crees, pones algo más en el campo… Los antecedentes animan al público, al equipo. ¿Por qué si no estamos donde estamos?».

El entrenador concede esa visión representativa del fútbol modesto. « Este modelo de Copa es muy positivo para el fútbol. Genera interés para las aficiones, se consigue una mayor igualdad en la competición y se fomenta la incertidumbre porque nadie sabe lo que va a pasar».

El Mirandés se medirá a la Real Sociedad , paso previo a una final y a una Supercopa en Arabia en caso de victoria. «Arabia no es ni secundario en nuestros planteamientos -dice a ABC-. Tenemos la posibilidad de un regalo, una final de Copa, que es mucho más importante que la Supercopa. Es ganar un trofeo. Y no tiene precio».