Fútbol

El independentismo secuestra al Barça

La Generalitat acelera la salida de Bartomeu y facilita el camino a la presidencia a unos candidatos de marcado corte secesionista

El Camp Nou lleno de esteladas INÉS BAUCELLS

Sergi Font

Josep Maria Bartomeu se marchó del Barcelona criticando duramente a la Generalitat, a la que considera que es la culpable de acelerar su salida al forzarle a convocar una moción de censura cumpliendo un protocolo sin tiempo material para hacerlo. Saltarse el plazo suponía caer en un grave incumplimiento estautario y los promotores de la moción de censura amenazaron con tomar medidas legales.

El ya expresidente intentó por todos los medios convencer al Govern para que flexibilizara sus decisión, algo que parecía viable atendiendo a la buena relación que siempre han mantenido dos de las instituciones más fuertes de Cataluña. Pero desde el consistorio catalán, crítico con el mandato de Bartomeu por su tibieza política , se vio una oportunidad que no se podía desperdiciar para forzar cuanto antes unas elecciones y que el independentismo se haga con el control del club, que es un alatavoz de magnitudes incuestionables.

Hay que recordar que tras la ratificación de la inhabilitación de Quim Torra por parte del Tribunal Supremo, Cataluña se sitúa en un periodo de interinidad que puede durar cuatro meses hasta la celebración de unas elecciones autonómicas que, si se agotan todos los plazos posibles sin haber logrado una investidura, tendrán como fecha el 14 de febrero del 2021. Desde el Govern pretenden que ya haya un presidente independentista al frente del Barcelona que pueda sumarse a la causa de forma abierta y pública.

En este sentido, hay que recordar que todos los precandidatos que han confirmado su intención de presentarse a los comicios ( Víctor Font, Lluis Fernández Alá, Jordi Farré y Toni Freixa ) y los que se lo están pensando (Joan Laporta y Agustí Benedito) tienen un marcado perfil secesionista y la mayoría de ellos se ha vinculado directamente a partidos independentistas.

A la Generalitat le gustaría recuperar un presidente del estilo de Laporta, que antepuso sus ideas políticas durante sus siete años al frente del club azulgrana y se ganó la animadversión de los seguidores, socios y peñistas de fuera de Cataluña al sentirse discriminados. «La independencia de Cataluña no se pide, se declara» , ha manifestado mostrando su beligerancia.

Secesionista radical, Laporta, tras su paso por el club azulgrana, comenzó una carrera política que años atrás no había sido de gran éxito. Consiguió llegar al Parlament de Cataluña en 2010 con el partido Solidaritat Catalana per la Independència y de 2011 hasta 2015 fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona. Es el más conocido por el socio culé por su pasado en el club, pero la Generalitat tampoco veía con malos ojos que cualquiera de los otros precandidatos accedieran al sillón presidencial de Bartomeu. Por este motivo, el mandatario saliente no dudó en quejarse de «intereses partidistas» por parte del Govern y confesar sentirse «perplejo» sobre algunas decisiones que se están tomando.

También tiene pensado imprimirle al club su sello secesionista Víctor Font , empresario fundador del periódico catalán «Ara», editado en Barcelona desde 2010 y de marcado estilo separatista que se ha convertido en referente en información política en Cataluña por su seguimiento del «procés». Font y sus socios cofundadores lo concibieron como un diario posindependentista, en el sentido que, más allá del debate actual, entendía Cataluña como una unidad política, social y económica independiente en una Europa moderna y un mundo global. Desde el entorno culé y desde algunas esferas políticas se desea una candidatura única que englobe a Laporta y Víctor Font por su similitud ideológica.

Los promotores del voto de censura, con tres precandidatos entregan las firmas de apoyo EFE

Tampoco esconde su independentismo Jordi Farré , promotor de la moción de censura, aunque trata de ganarse a los votantes más indecisos asegurando que quiere gobernar en el Barça, no en la Generalitat, lo que no impide que quiera patrocinar al club azulgrana con la marca Cataluña y sustituirla por la actual, Nike. Más militancia acumula Lluis Fernández Alá, el gran desconocido por el socio culé, aunque su vinculación con la política le puede dar un impulso entre los socios más tradicionales de la entidad. En el 2019 se presentó a las primarias para la alcaldía de Sant Cugat del Vallés por Demòcrates per Catalunya, un partido independentista creado en 2015 como una escisión de la antigua Unió Democràtica de Catalunya.

Freixa y Benedito

Toni Freixa y Agustí Benedito también han mostrado su compromiso con la causa catalana y, de hecho, durante las elecciones de 2015 firmaron un documento en el Camp Nou que alineaba al club con el proceso independentista catalán ante las elecciones al Parlament de Cataluña del 27 de septiembre de aquel año. El acto había sido promovido por cuatro entidades (Assemblea Nacional de Catalunya, Òmnium, Plataforma Proseleccions Catalanes y Unió de Federacions Esportives de Catalunya) que presentaron el documento «Compromís de País» (compromiso de país). Estaba dividido en seis puntos y se destacaba que el Barcelona «dará apoyo a las iniciativas de la sociedad civil y de las administraciones públicas en favor de la lengua», y también «de apoyar las selecciones catalanas». De todas formas, Benedito dejó claro que el «Barcelona no se puede convertir en un actor político».

Perfiles, todos ellos, más maleables a nivel soberanista que el que estaba mostrando Bartomeu, que durante su mandato ha tenido que lidiar con el «procés» y la polémica que ha rodeado a los políticos presos . Se le exigía al club catalán un pronunciamiento que el presidente saliente ha tratado de torear para contentar a todos sus socios. De hecho, Bartomeu ya reconoció hace cinco años que se sentía perseguido por la Generalitat por no ceder a todas sus pretensiones políticas.

Trascendió el episodio en el que una persona con una cámara oculta le filmó en una gasolinera mientras le pedía explicaciones como ex socio del club por mezclar política con deporte. «Me quieren fuera del Barça porque no estoy ayudando al proceso» , respondió el dirigente. En las imágenes se aprecia como el hombre, indignado por el posicionamiento político de club, le recrimina la gestión del club con el tema del procés.

«Me he borrado de socio porque estáis con todo esto del independentismo y creo que mezclar fútbol con política...», le reprocha. Ante las acusaciones, Bartomeu pasa a la defensiva y responde «no, no, no... yo no estoy con eso». Incluso trata de aplacar las reprimendas del aficionado repudiando el procés, para lo cual asegura que la Generalitat está en su contra precisamente por esto mismo y responsabiliza a los socios de la politización del Camp Nou: «El campo del Barça ha sido siempre un espacio abierto a todo el mundo. Cada uno que diga lo que quiera». «Hay una campaña. Todo el soberanismo independentista va en contra de nosotros , porque no ayudamos ni financiamos... Yo respeto la libertad de expresión, pero el Barça no se puede politizar», concluye Bartomeu.

Carles Tusquets, presidente de la comisión gestora EFE

El Barcelona quedará ahora en manos de Carles Tusquets , presidente de la comisión económica estaturaria, órgano independiente de la junta, y por tanto, presidente de la comisión gestora que deberá convocar las elecciones. Sin poder para tomar decisiones de calado en el Barcelona, deberá reconducir las negociaciones para la reducción salarial y fijar la fecha en la que se produzcan los comicios, que deberían celebrarse como mucho dentro de tres meses. En cualquier caso, antes de que se produzcan las elecciones autonómicas a la Generalitat.

El Alcorcón y la independencia

La casualidad ha querido que Tusquets tenga un perfil alejado del soberanismo, por lo que parece poco probable que desde el Govern se pueda intervenir el proceso electoral. Una frase de Tusquets causó cierto revuelo cuando le preguntaron por el procés. «Es más fácil que el Alcarcón gane la Champions que Cataluña consiga la independencia» .

Tusquets (1951) fue directivo en la directiva de Núñez y es un reputado economista doctor Cum Laude por la Universidad de Barcelona y expresidente de Fibanc, entidad pionera en los fondos de inversión en España. También fue presidente del Círculo de Economía de 1989 a 1992 colaborando activamente en la organización de los Juegos Olímpicos de Barcelona y su última aparición mediática fue este mismo año cuando se presentó a presidente a la Cámara de Comercio de Barcelona, pero perdió la votación ante Joan Canadell, empresario vinculado al sector independentista y cercano a Joan Laporta que se impuso gracias al voto por correo.

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