Copa de Portugal

Íker Casillas: ni jugó la final de Copa ni el Oporto logró el título

El ex portero del Real Madrid cierra una temporada para olvidar en el banquillo y con derrota del equipo en los penaltis ante el Sporting Braga

FRANCISCO CHACÓN

Lo mejor de la temporada para el Oporto es que ya ha cerrado sus puertas. Se consumó el desastre y el histórico club del norte de Portugal ni siquiera pudo lograr el título de Copa, único consuelo que le quedaba después de terminar la Liga en tercera posición, detrás de sus dos acérrimos enemigos de Lisboa: Benfica y Sporting. El desenlace se decidió en los penaltis, con dos tiros fallados por los portuenses.

El Sporting Braga , entrenado por Paulo Fonseca, conquistó el torneo 50 años después, en una velada para recordar más por la emoción que por el buen juego.

La tarde se presentaba como un todo o nada en el Estadio Nacional de Oeiras, cerca de la capital del país vecino. Y vaya si lo fue.

El propio Íker Casillas alentó a sus compañeros con palabras de ánimo del estilo: «Hay que ganar sí o sí». Tal vez lo hacía para reclamar algún papel en el decisivo encuentro, pues ya sabía que no iba a jugar.

Y es que el guardameta bajo los palos en la Copa ha sido el veterano brasileño Helton durante toda la campaña. Pareció, por cierto, contagiarse de los errores de su compañero porque suyo fue el grave error que propició el primer tanto del partido por parte de Rui Fonte, que puso en ventaja a un Braga mucho más sólido.

La defensa del Oporto volvió a hacer aguas, como prueba de que debe ser la línea más reforzada si el equipo desea volver al primer plano y no dar tumbos ante la pujanza de los gigantes lisboetas.

El presidente de los inquilinos de Do Dragao, Pinto da Costa , acaba de ser reelegido después de 34 años en el cargo. Pero no lo tendrá fácil para encandilar de nuevo a una afición que mostró su enfado al final de la primera parte: cuando los jugadores abandonaban el terreno de juego, fueron abucheados sin piedad por sus propios fans, desencantados y hartos de hacer el ridículo.

Las ‘cantadas’ de Íker Casillas a lo largo de todo el año le han hecho acreedor al apodo de ‘manos de mantequilla’, especialmente el día de la derrota en casa contra el Dinamo de Kiev.

Ahí se fraguó el ‘cuesta abajo y sin frenos’ del Oporto, pues colocó a la entidad al borde de la eliminación de la Champions, como así aconteció al perder en Stamford Bridge.

El tránsito por la Europa League se saldó igualmente con un fiasco, ya que se mostraron incapaces de doblegar al Borussia Dortmund.

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