Fútbol

Las horas más bajas de Tebas

El comunicado del CSD ha avivado una batalla contra el presidente de la Liga, que ahora persistirá con el caso abierto por la Fiscalía

Vídeo: el CSD ataca a La Liga y al Fuenlabrada por el brote de Covid-19

Tomás González-Martín

Era demasiado bonito para ser real. Todo iba demasiado bien. Ahora entenderán muchos por qué Javier Tebas comprimió la Liga en cuarenta días. Porque no había que dar tiempo al coronavirus. Todo transcurría de forma perfecta. Los elogios al presidente de la Liga se sucedían.

Hace diez días se había preparado un acto para el miércoles 22 de julio, tres fechas después del final de la Liga, para felicitarse todos por el buen hacer de este retorno del deporte profesional. En esa cita iban a estar el Consejo Superior de Deportes, la Federación Española de Fútbol y la Liga Profesional para destacar la eficacia de todo un proceso que incluía a la Liga Endesa de baloncesto y al Mundial de Motociclismo, que ahora mismo rueda en el circuito de Jerez. Todo se frenó cuando los casos del coronavirus del Fuenlabrada hicieron que el sueño estallara en la cruda realidad.

Según el CSD, la decisión de jugar la jornada, salvo en Riazor, fue de liga y FEF. Tebas dice que el CSD lo aprobó también

El ataque del Consejo Superior de Deportes a Javier Tebas, por permitir que la expedición del Fuenlabrada viajara a la Coruña para intentar jugar su partido con el Deportivo, ha alimentado la veda abierta contra el dirigente de la patronal, que ya soportaba el acoso de los múltiples enemigos que tiene. La dura respuesta de la Liga, que acusó directamente a «la presidenta del CSD» de confundir, generar dudas y dar una sensación de falta de control y de rigor en la Liga, quitó ya las caretas de todos y desveló una guerra que no es solo deportiva, que es política. Tebas tiene una ideología que es opuesta a la de Irene Lozano y el Gobierno. Algún día tenía que explotar y se ha utilizado esta polémica para abrir una brecha que fue cosida con alfileres en el Pacto de Viana.

Es una guerra política

Rubiales, más cercano al Gobierno, observaba tranquilo el combate entre el Consejo Superior y la Liga hasta que el Covid-19 también ha llamado a su puerta en el «play off» de ascenso a Segunda División B con unos casos que dan sitio en plaza al hijo de Javier Tebas , quien denunció el viernes que en el fútbol controlado por la Federación no se hacían los controles imprescindibles. Se hagan o no, la única verdad es que el renacimiento de brotes de la pandemia ha afectado a Tebas y a Rubiales. Quizá es un castigo divino para que nadie saque pecho en esta guerra. El CSD quiere quedar como Pilatos y dice que la decisión de jugar todos los encuentros de Segunda menos uno, con lo que significaba el hecho, la tomaron la Liga y la Federación. Sabía que los palos irían destinados a Tebas.

En pleno enfado por el ataque desde el poder político, La Liga medita decir al CSD que sea el que se encargue de todo el protocolo y asuma la responsabilidad que ahora critica

La Liga Profesional asegura, sin embargo, que el Consejo Superior también aprobó esa decisión. Son hechos que demuestran donde está cada uno, en las Antípodas. Son datos que confirman que había una guerra larvada que se encendería intencionadamente en cuanto sucediera algo. Ha ocurrido y se ha alimentado el fuego.

La actuación de la Fiscalía se suma a la batalla incruenta, política, que se centrará en Tebas. Al ver el frente que le preparan, el presidente pensó en su fuero interno, por unos minutos, si merecía la pena tanto esfuerzo para que al primer problema los tanques del poder disparen contra él.

Es tal la disensión, la guerra abierta, que la Liga ha dejado entrever al Consejo Superior de Deportes que la próxima temporada, que comenzará el 12 de septiembre, será el encargado, y no la Liga, de controlar la pandemia en todos los equipos, en todos los entrenamientos, en todos los partidos, antes y después, y en los aeropuertos, en los trenes, en los autocares y en todos los movimientos de cincuenta profesionales de cada club. Para que vea lo complicado que es regir toda este sistema.

Hay una realidad patente. La Liga Profesional se ha responsabilizado de todo y si surgía un caso de coronavirus, como ha sucedido, los disparos irían contra ella. En la patronal se dice que el CSD ha tenido la mejor posición, la que nunca te mancha las manos : ver, juzgar, criticar y no ser responsable de nada. Se vive muy bien así, «sin mojarte en nada», solo preparado para «emitir comunicados de crítica a lo que hacen otros, para expresar claramente además que ellos no son responsables». La guerra es clara. Los dirigentes de los equipos están hartos de ser siempre señalados como los culpables de lo que suceda, mientras los políticos se lavan las manos.

Deportivo y Elche, al ataque

Las decisiones tomadas por la Liga, la Federación y el CSD para disputar la última jornada, excepto el encuentro entre el Deportivo y el Fuenlabrada, provocaron críticas dirigidas a Tebas por parte del club gallego y del Elche, afectado indirectamente en la lucha por la promoción del ascenso.

La postura del Deportivo de negarse a disputar ahora ese último partido, ya descendido, implicaría reglamentariamente que el Fuenlabrada ganaría sin jugar y competiría teóricamente en el «playoff» de ascenso, de forma que dejaría al Elche sin poder luchar por subir a Primera. El club ilicitano ha solicitado, por ello, que el Fuenlabrada pierda el partido en los despachos, por «negligencia» en el tratamiento interno del coronavirus, al viajar a La Coruña cuando no debían.

La asesoría, la carta a la Liga

La presencia del hijo de Tebas en el consejo de administración del Fuenlabrada y la asesoría del despacho de abogados de Javier Tebas al equipo madrileño hace dos años, cuando militaba en Segunda B, han añadido sospechas por parte del Deportivo y del Elche, que se acumulan con la Fiscalía y el acoso político hasta colocar a Tebas en la diana de esa sospecha. El dirigente de los clubes profesionales ha dejado claro que hace un año expuso por carta a los 42 equipos que él nunca intervendría en los asuntos que se relacionaran con el Fuenlabrada, pues su hijo trabaja en esa empresa, pero esa verdad no frena la polémica.

Son las horas más bajas del presidente de la patronal desde que alcanzó el cargo hace siete años. El paso del caso a la Justicia sitúa a Tebas en una nueva diana, esta vez mucho más grande, porque es el Gobierno el que ha colocado la diana.

Los clubes, hartos de pagar por jugar

En medio de esta batalla deportiva, judicial y política contra Tebas, que hace tres días fue apoyado por una comisión delegada en la que estaban el propio Deportivo y el Elche, los clubes critican la visión que se tiene de ellos y que fomentó también el Gobierno y el CSD. Se ha dado la imagen de que los equipos profesionales son ricos, cuando sufren una crisis enorme, como todas las empresas. Los presidentes subrayan que siempre son objeto de chantaje.

La famosa cumbre del Palacio de Viana dio vía libre al regreso del fútbol siempre que la Liga pagara dinero a la Federación dirigida por Rubiales y al deporte español en general. «Chantaje», es la palabra que expresan los dirigentes, hartos de tener que cumplir condiciones y de pagar por hacer lo que deben , que es jugar.

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