Nations League

Países Bajos, a la sombra de Johannesburgo

La selección, dirigida ahora por De Boer, busca de forma desesperada volver a la élite tras perderse las últimas dos grandes citas internacionales

Los jugadores neerlandeses, en el entrenamiento previo antes de medirse a España AFP

Pablo Lodeiro

La selección neerlandesa es uno de esos equipos por los que el aficionado siempre ha tenido predilección, de los que intrigan, más por imaginario que por realidad, como su capital, la ciudad de Ámsterdam, destino habitual por su supuesto jolgorio, pero que una vez allí no dista de otras grandes urbes europeas, con gran belleza e invadida por ingleses colorados. Culpa de esta idealización, al menos en España, la tiene Johan Cruyff, que llegó a Cataluña como el quinto «Beatle» y cambió para siempre una institución como el Barcelona, además de crear una historia de adulación inquebrantable entre los Países Bajos y la Ciudad Condal. Ese melenudo con el número catorce también lideró una de las mejores selecciones de la historia, «la naranja mecánica», que no ganó nada pero que presionó y jugó como ninguna lo había hecho hasta entonces. Hoy ( TVE, 21.00 ), los descendientes futbolísticos de aquel equipo se enfrentan a España en el Johan Cruijff Arena, en un intento de reflotar a un combinado al que aún le persigue el silencio provocado por Iniesta en Johannesburgo.

En la actualidad al equipo lo dirige Frank de Boer, que fichó por el Barcelona en 1999 junto con su hermano. Allí coincidió con Luis Enrique, hoy su rival en los banquillos, y los culés vieron en él, más por nacionalidad que por su irregular rendimiento deportivo, al sustituto de Ronald Koeman, leyenda absoluta del club. El caso es que no hubo tal reencarnación, pero De Boer, más de 20 años después, sí que sustituyó, al menos como seleccionador, al central el pasado septiembre, mes en el que Koeman , tras varias intentonas, acabó firmando por el equipo catalán. Como se puede observar, no es extraño que Barcelona y Países Bajos compartan las frases. Fue el mismo Koeman quien revitalizó a la selección neerlandesa cuando tomó el mando en 2018, un equipo que, pese a pertenecer a la élite europea y tener una prolongada lista de grandes jugadores, se ha caracterizado por perder en las grandes citas, a excepción de la Eurocopa de 1988.

Las tres penurias de Ámsterdam

Ámsterdam no sabe qué significa su bandera, o al menos, eso cuentan sus ciudadanos con cierto orgullo. Algunos hablan de las tres grandes penurias que ha pasado la ciudad en su historia (las inundaciones, la peste, y los incendios), otros, que representan las tres finales de mundiales perdidas por su combinado nacional, la última en 2010, la gloriosa aquí en España. Porque todo el mundo se acuerda de la patada de De Jong a Xabi Alonso (cómo no hacerlo) y de como los holandeses, con Van Bommel como punta de lanza, repartieron estopa. De lo que poco se acuerda la gente es que aquella selección contaba con jugadores dominantes en aquel tiempo, como Sneijder, mediapunta tricampeón con el Inter; Van Persie, goleador histórico del Arsenal; Robben, trazador de diagonales en Múnich; o Van Bronckhorst, primero en evidenciar los «bailes» del jabulani con sus disparos. Esa selección, en la que estaba de Boer como asistente, eliminó a dos históricas como Brasil y Uruguay, y estuvo a una costura de la media de Casillas de ganar el Mundial. Pero no lo hizo y la derrota le persiguió.

En la Eurocopa de 2012, Países Bajos perdió todos los partidos en la fase de grupos. En la Copa del Mundo de 2014 reflotó y fue eliminada por Argentina a penaltis en las semifinales, para en 2016 y 2018 crear una crisis nacional, casi tan demencial como la «burbuja de los tulipanes» , al no clasificarse ni para el torneo europeo ni para la cita mundialista en Rusia.

Hoy a la selección la dirigen desde atrás jóvenes como De Jong y la ejecutan hombres como el talentoso e intermitente Depay. Han conseguido juntar una generación interesante, a medio camino entre la niñez y la veteranía . Aké, Van de Beek y el propio De Jong forman este primer estamento, complementado por jugadores como el otro De Jong, el sevillista, De Vrij, Blind o Babel. Pese a que bajo el mandato de De Boer (tres partidos) todavía no conocen la victoria, Países Bajos, y contra el origen de sus fantasmas, buscará olvidar y emprender el camino de vuelta a las grandes competiciones. En el Johan Cruijff Arena el viento sopla, y rara vez lo hace a favor de los extranjeros.

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