Fútbol
Del himno de Cataluña al llanto en el Camp Nou
La presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, la causa por la que Laporta recupera «Els Segadors»
Poco a poco recupera el pulso el Camp Nou, recuperando poco a poco la esperada normalidad tras la pandemia sufrida. Tras más de un año de restricciones, el feudo culé ya permitía el cien por cien del aforo y 86.422 espectadores decidieron acudir para animar a su equipo. Una jornada festiva que permitió recuperar también el himno de Cataluña con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en el palco, entre Joan Laporta y Florentino. Los seguidores del Barcelona pusieron especial empeño a la hora de cantar «Els Segadors» . Fue una decisión del actual presidente del Barcelona, defensor de la independencia de Cataluña y propulsor de todos los valores fundacionales del club catalán. Con Laporta siempre sonó el himno cada vez que un presidente de la Generalitat visitó el campo azulgrana. Una decisión que decidió suprimir Josep María Bartomeu en 2015 al tratar de evitar el malestar que se generaba en algún sector de la grada, que pitaba el himno. Lo anunció Laporta esta pasada semana y las redes sociales enseguida se llenaron de mansajes contradictorios, entre los que celebraban la medida y los que se preguntaban si también sonaría el himno español si era el presidente del Gobierno de España el que acudia al Camp Nou.
Un impresionante mosaico de cartulinas azulgranas vistió las gradas del Camp Nou con un claro mensaje: «Som-hi culers» (Vamos culés). Una leyenda algo más pequeña lucía en la zona de lateral: «Barça, ara i sempre» (Barça, ahora y siempre).
Venía el barcelonismo anestesiado tras una buena trayectoria, con victorias ante el Valencia y el Dinamo de Kiev , pero preocupado por el juego y, sobre todo, por la escasa efectividad de cara a portería. Solo el regreso de Ansu Fati parecía sostener la ilusión de una afición muy castigada esta temporada tras la marcha de Leo Messi. Lo denunciaba Ronald Koeman esta misma semana. Si querían ganar al Real Madrid debían ser efectivos y resolutivos ante Courtois. Estaba satisfecho el neerlandés con la actitud de sus futbolistas y con lo que veía en el terreno de juego. Incluso con la cantidad de ocasiones que se generaban, pero no entendía la incapacidad para batir a los porteros rivales. Catorce goles solo en Liga y uno en Champions. B agaje insuficiente para optar a metas importantes . Sergiño Dest reforzó los argumentos de Koeman cuando en el minuto 25 falló una de las ocasiones más claras que habrá tenido en su carrera. Un balón muerto dentro del área, solo para rematar, Courtois batido y el azulgrana la mandó muy alta, desviada. Se echaba las manos a la cabeza el entrenador, el banquillo y todos sus compañeros. Después tuvo otra buen Gerard Piqué e incluso el Kun a falta de seis minutos para el final.
En cambio el Madrid no necesitó demasiado para llevarse el partido. El gol de Alaba fue un jarro de agua fría que expulsó de la zona Europea al Barcelona, que ya tiene por delante a Athletic, Rayo u Osasuna . La decepción invadió la grada del Camp Nou y todas las dudas volvieron a aflorar entre una afición que añora la época en la que Messi tapaba todas las carencias. Cada partido es una demostración de la razón que tenía Piqué cuando aseguró que «es lo que hay». Una frase que sin duda refleja la realidad del Barcelona. Al final el gol de Agüero llegó tarde y no sirvió para nada.
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