El héroe que el Barça descartó

Gabriel Barbosa, más conocido como Gabigol , es en estos momentos uno de los jugadores más adorados en Brasil y, sobre todo, en Río de Janeiro, donde la afición de Flamengo le idolatra tras protagonizar la remontada en la final de la Copa Libertadores en los instantes finales del duelo. Aquel joven salido de las favelas y que copó más titulares de periódicos por cuestiones extradeportivas ha recibido la recompensa a su tesón. Gabigol podría ser actualmente jugador del Barcelona pero su vinculación al club azulgrana se entendió más como una argucia para conseguir el fichaje de Neymar que como una verdadera apuesta de futuro de la entidad catalana. En septiembre de 2013 el Barcelona admitía que había formado una opción preferencial por tres promesas del Santos: Gabigol, Giva y Víctor Andrade por un coste cercano a los 8 millones de euros .

Aunque Bartomeu aseguró que este acuerdo no estaba vinculado al traspaso de Neymar y que era una operación independiente, la sospecha de una simulación contractual reforzó la demanda emprendida contra el club catalán. Ninguno de los tres llegó nunca al Barça . Ni siquiera triunfó en ningún club de un nivel relativamente alto, lo que refuerza la tesis de los detractores. Giva jugó en el Badalona, en Segunda B, Víctor Andrade en el Estoril, en la Segunda división portuguesa y Gabigol pasó sin pena ni gloria por Benfica e Inter hasta recalar en el Flamengo, donde es más conocido por ser el novio de la hermana de Neymar que por sus méritos deportivos, hasta este pasado sábado, cuando colocó la segunda Libertadores en las vitrinas del Flamengo .

Aunque algunas fuentes aseguran que el Santos no respetó en 2016 el derecho de tanteo que el Barcelona tenía por el brasileño, lo cierto es que la dirección deportiva azulgrana nunca tuvo la intención de incorporarle a la disciplina del primer equipo. En el Flamengo ha explotado. Lleva 22 goles en el campeonato brasileiro (el récord lo poseía Zico, 1980, con 21) y ha terminado como el máximo goleador de la Libertadores, con 9. Pero no ha tenido un camino fácil . «En el Inter, le decíamos Gabi-no-gol . No sabía mucho de él, pero me dijeron que era un delantero extraordinario. Vino con dos asistentes y un guardaespaldas pero no hizo nada», criticó Frank de Boer, que en 2016 entrenó al equipo italiano. De hecho, el Inter no tenía pensado recuperarle aunque su actuación en la final de la Libertadores puede variar sus planes.

«Quiero agradecer a mi familia y a la nación flamenguista que invadió Perú. Quiero convocar a todo el mundo en Río de Janeiro , quiero invadir Río, festejen mucho», soltó con la copa en los brazos expulsándose todas las vicisitudes vividas hasta el sábado.