Fútbol
Griezmann se queda solo en la mesa de Messi
Koeman le encomienda liderar la delantera ante la posible salida de Luis Suárez y el argentino
Jorge Messi llega a España para reunirse con Bartomeu y negociar la salida de su hijo del Barcelona
Tras un año mediocre y cuestionable, la llegada de Ronald Koeman y las salidas de Luis Suárez y Leo Messi (si llegan a un acuerdo definitivo) le despejan el panorama a Antoine Griezmann, que ha deambulado por el campo encorsetado por una rigidez táctica que le ha alejado de su zona de confort, cargando con la mochila de haber costado 135 millones de euros y soportando la indiferencia de los dos cracks del equipo. No obstante, la luz se filtra entre los poros que tejían sus dudas y sabe que su rol será diametralmente opuesto tras una charla con el nuevo entrenador. El vestuario azulgrana es una trituradora de grandes jugadores que se quedan en proyecto y Griezmann iba camino de ser devorado por la presión y la exigencia de la grada.
El francés estuvo a punto de salir del club en varias ocasiones hastiado por no encontrar su lugar y de ser ninguneado por la afición, la crítica e incluso por Quique Setién . Recientemente se desveló una propuesta del Barcelona para cerrar un trueque con el Atlético de Madrid por Joao Felix , con un coste similar al del galo. Pero era el propio futbolista el que estaba decidido a abandonar el Camp Nou hasta que Koeman le hizo cambiar de opinión. «Antes del cataclismo contra el Bayern, Antoine solo tenía un deseo: marcharse », explica Eric Olhats, descubridor y exagente de Griezmann. «Antoine sentía que él no era parte de los planes del club, que no podía continuar así. Estaba estudiando seriamente salir. Luego pasó lo que sabemos y una conversación con Koeman le tranquilizó . Le expresó sus planes, porque lo considera un jugador importante para el futuro», añade.
Hay que tener en cuenta que en el Barcelona ha actuado, sobre todo, como extremo, posición en la que actuaba en la Real Sociedad. Pero el lugar que le permitió ser titular en el Atlético de Madrid y en la selección francesa fue como segundo punta. En la banda pierde llegada y no tiene esa capacidad de desborde de Ansu Fati o Ousmane Dembélé . Koeman lo tiene claro. «Con todo el respeto, Griezmann no es un extremo. Necesita jugar donde ha jugado toda su vida, con todas sus cualidades. Por eso creo que esto es lo más importante para un entrenador: conocer a sus jugadores y poder sacar el máximo de ellos, y eso empieza por ponerlos en su posición », explicó tras ser presentado.
No obstante, no era el único problema que atenazaba al campeón del mundo. La dupla Messi-Suárez no le ayudaron en su adaptación y decidieron castigarle por su plantón tras quedarse en el Atlético un año antes cuando los dos cracks le habían abierto los brazos. Aunque otros pesos pesados como Piqué, Jordi Alba o Busquets acabaron aceptándole a pesar de su controvertido documental, «La decisión», el argentino y el uruguayo le pasaron factura y le hicieron ver sobre el terreno de juego su desagrado. « Los balones nunca le llegaban y el comportamiento del entrenador con él fue por lo menos cuestionable. Es un chico que ha mantenido mucha ilusión y trabajó con ganas . Era imposible pasar otro año así», denunciaba Olhats.
Liderar la delantera
Sube Griezmann un peldaño en el escalafón de responsabilidad del equipo, a sumiendo galones y la obligación de liderar una delantera que perderá gol con la hipotética salida de la pareja sudamericana (Messi, con 31 goles, y Suárez, con 21, han marcado mas de la mitad de tantos del equipo esta temporada). Podrá recuperar la felicidad con la que llegó y la confianza que mostraba con la camiseta del Atlético, aunque desde la selección francesa nunca se dudó de él. « Solo espero que Koeman le ponga a jugar en su sitio . No tengo dudas con Griezmann», le defendió Didier Deschamps.
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