Fútbol
Graves incidentes en Oporto entre fans del Chelsea y del Manchester City
Los ‘hooligans’ se enfrentan en las calles de la Ribeira portuense, en vísperas de la final inglesa de la Champions de mañana
Se veía venir y, finalmente, los incidentes entre hinchas del Chelsea y del Manchester City, flamantes finalistas de la Champions League, han inundado las calles de Oporto. El enfrentamiento se produjo sin miramientos entre unos y otros en vísperas del decisivo encuentro, que se celebra en el Estadio do Dragao mañana a las 21.00 horas.
Visiblemente alcoholizados, los ‘hooligans’ protagonizaron una bochornosa ‘velada’ callejera, en la que parecían sentirse muy a tono con sus habituales costumbres violentas , probablemente catapultados por esa embriaguez a la que habían llegado bebiendo no solo cerveza sino el típico vino de Oporto y ese licor de cereza tan popular en todo Portugal.
Los fragmentos de mobiliario urbano sobrevolaban las cabezas de los contendientes y los vecinos de la Ribeira, junto al emblemático Puente D. Luis I, no podían evitar sentirse atemorizados.
Así transcurrió la madrugada del jueves al viernes, aprovechando que el toque de queda ya no está en vigor en territorio lusitano y que los habitantes locales prefirieron quedarse en sus casas, lo que convirtió la plaza de Aliados y calles como Sá da Bandeira o Santa Catarina en campo de una batalla que se extendió por las cuestas hacia abajo.
El impacto económico del circo de la Champions en Oporto sobrepasa los 25 millones de euros y los comerciantes no ocultan que se sienten contentos por el nivel de ingresos en pocos días. Los hoteles cuelgan el cartel de ‘completo’ tanto en el centro como en Avenida da Boavista o en Vila Nova de Gaia, especialmente los de cinco estrellas, donde pernoctan los técnicos y el personal de la UEFA.
Pero a los hosteleros no les gusta nada que se produzcan altercados al estilo de los vividos, que se encendieron sin una chispa concreta. Simplemente, los ‘hooligans’ se arrancaron a gritarse unos a otros : los unos eufóricos porque lograron su cupo de las 12.000 entradas concedidas por la entidad europea (6.000 para el Chelsea, 6.000 para el Manchester City), los otros irritados porque se habían quedado a las puertas.
A medida que se acerca la hora del encuentro, el ambiente se va caldeando en Oporto, convertida en una ciudad presa de un despliegue de seguridad sin precedentes. Con todo, los energúmenos camparon y siguen campando a sus anchas, pues la paz definitiva solo tomará la segunda urbe portuguesa a partir del domingo 30 de mayo, cuando todo el dispositivo se desmantele.
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