Liga
Ganas de fútbol, pero no tanto
En la primera jornada con aficionados tras el parón por la pandemia, la mitad de los estadios de la Liga no llegó a completar el aforo reducido que tenía autorizado

A mediados de un agosto con termómetros que invitaban al aficionado a lucir bañador más que a engalanarse con la camiseta de su equipo, el inicio de la Liga ha venido acompañado por la primera polémica arbitral y al eterno debate sobre las manos en las áreas y los penaltis ... . Acierto claro para unos, error imperdonable para otros, la controversia es el picante de esa salsa que ha convertido en único un deporte que por fin ha podido recuperar al público, el otro ingrediente sin el que resulta difícil conseguir entender el fútbol. Después de año y medio de silencio forzoso por la pandemia, los seguidores españoles han reaparecido y ya vuelven a cantar goles en las tribunas, pero su regreso no ha resultado tan numeroso como cabía esperarse. En cinco de los diez estadios de Primera división en los que rodó el balón no se completó el aforo establecido por las autoridades autonómicas para la primera jornada del campeonato. Un dato que llama la atención, aunque los clubes consultados por este periódico lo consideran simplemente coyuntural porque España continúa de vacaciones y miles de abonados se encuentran fuera de sus ciudades de residencia. Algunos de ellos, sin embargo, advierten de que el Covid puede terminar desenganchando a muchísimos hinchas que podrían acabar renunciando para siempre a vivir el fútbol en directo después de descubrir y acostumbrase a la comodidad del sofá y la televisión.
«No es por la televisión, ni mucho menos. Tampoco por miedo a la pandemia, estoy vacunada. Mira, he pasado mucho frío en el Vicente Calderón y en el Metropolitano, que, aunque no te lo creas, es aún más gélido aunque no exista la humedad del Manzanares. El calor tampoco me ha hecho nunca plantearme dejar de ir a ver al Atleti, mi pasión, pero tengo claro que de momento no vuelvo al estadio, aunque lo deseo más que nada en este mundo y me encantaría poder animar el próximo domingo desde mi asiento». Isabel Lunar, abonada de la entidad rojiblanca desde hace tres décadas, lo tiene muy claro al explicar a ABC la decisión de una renuncia que, según aclara, es simplemente temporal . «Hasta que todos los abonados no podamos volver juntos, yo no iré al Metropolitano. No es justo que unos puedan ir y otros no. Y más viendo que en la Premier League, por ejemplo, este fin de semana estaban los campos repletos, a rebosar. No entiendo por qué en España no puede ser así. Conozco bastantes aficionados que el domingo tampoco irán por mi mismo motivo».
Renuncia temporal
El motivo de la seguidora colchonera es, efectivamente, el de muchos otros seguidores para la renuncia momentánea al fútbol y a defender unos colores. Algunos de los principales grupos ultras y de animación que pueblan los fondos han anunciado su ausencia como peñas hasta que la normalidad vuelva a instalarse y los estadios vuelvan a parecerse a los que conocieron antes del apagón por la pandemia. O todos o ninguno, el fútbol sin limitaciones de aforo es su petición.
Pero no solo la solidaridad, también hay argumentos muchos más mundanos para que los estadios puedan comenzar a perder fieles. La pandemia ha hecho estragos en los bolsillos y son muchos los seguidores que no pueden pagarse su abono. Hay, además, otro motivo para el adiós a las gradas. El confinamiento ha sido largo y algunos hinchas han sucumbido a una reconversión impensable para ellos no hace tanto. Es el caso de Juan García, forofo del Levante que ha aprendido a disfrutar del fútbol delante del sillón. «Vivo lejos y cada vez que jugaba el Levante me hacía casi 150 kilómetros entre la ida y la vuelta. Me he acostumbrado a ver los partidos en casa y ahora tengo más tiempo para mi familia. No me arrepiento. El sentimiento es el mismo, pero sin pisar el estadio».
La evolución de la pandemia y la vacunación han posibilitado que los equipos profesionales cuenten esta temporada con aficionados en las tribunas de todos los campos de Primera y Segunda división, aunque sin rebasar la limitación de aforo (un 40% como máximo) establecida por las autoridades. Un porcentaje que se revisará el próximo 5 de septiembre. El pasado viernes, en el encuentro del estreno del campeonato entre el Valencia y el Getafe, hasta 15.000 personas podían ocupar un asiento en Mestalla, pero finalmente la entrada apenas alcanzó los 10.000 espectadores. El Camp Nou, el Martínez Valero, La Cerámica y Son Moix también tuvieron una ocupación por debajo de lo que se había permitido.
«El motivo de no llenar el aforo en Mestalla , pienso que se debe a varias razones. Una de ellas es porque mucha gente está de vacaciones y otra sería el descontento de la afición con el máximo accionista y su representante aquí en Valencia. El tema económico también es importante porque mucha gente está en erte o ere y no tiene posibilidades. Por último, entre el calor del viernes pasado y los toques de queda en muchas poblaciones, hace que las que no están cerca de valencia, les sea complicado venir», detalla Federico Sagreras, el presidente de la Agrupación de Peñas Valencianistas . «Cuando la normalidad sea absoluta, creo que poco a poco, los estadios irán retomando su actividad, aunque pienso que las primeras semanas del 100% de aforo, no creo que se llenen los estadios salvo campos con aforo reducido», añade a a ABC.
Ciudades vacías
«En el caso del Barcelona yo creo que hubo dos factores fundamentales que incidieron en la baja afluencia de gente al Camp Nou. Por un lado, la marcha de Leo Messi y, por otro, el periodo vacacional, que provoca que muchos socios estén fuera de la ciudad. Esa falta de aficionados en el mes de agosto ya se daba antes de que el fútbol parase por la pandemia y, durante el Trofeo Joan Gamper, por ejemplo, el Camp Nou se llenaba de turistas. Ahora, sin Messi, tampoco hay el reclamo para atraer a esos turistas», asegura a este periódico Toni Balaguer, el presidente peña azulgrana de Andratx. Para él, que los abonados azulgranas no ocuparan todo el aforo permitido ante la Real Sociedad no es ningún motivo de preocupación: «La gente del Barça tiene ganas de ver fútbol y seguro que, cuando terminen las vacaciones, el estadio volverá a registrar buenas entradas como antes de la pandemia».
En la primera jornada de Liga , otros seguidores quisieron ir a animar a sus equipos después de meses de espera, pero para acceder a su asiento descubrieron obstáculos insalvables con los que no contaban. «Cuando fui al campo me encontré que el Govern balear se había puesto muy serio con el tema del Covid y solicitaba en taquilla una PCR, la doble vacunación o el certificado Covid. Mucha gente no lo sabía y se quedó fuera. Había casi 9.000 entradas asignadas y solo entraron poco más de 6.000», explica a este periódico Toni B. Moreno, socio del Mallorca. Él, como muchos otros, no renuncia al fútbol.Ni al de antes, ni al de ahora.
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