Fútbol

El futuro del Madrid y el Barça: «Tarde o temprano tendremos que ser sociedad anónima»

Los socios del Real Madrid y del Barcelona debaten sobre la alianza entre Florentino Pérez y Joan Laporta para abrirse al capital privado

Joan Laporta y Florentino Pérez, con algunos de sus directivos

Tomás González/Sergi Font

El proyecto de Florentino Pérez y Joan Laporta para abrir sus clubes al capital privado hasta en un 49 por ciento de su propiedad, manteniendo el control de los socios, un sistema que el Bayern aplica en Alemania, ha generado debate entre los socios madridistas y azulgranas al leer ayer ABC. Todos los seguidores de ambos clubes consultados por este periódico han reconocido que es difícil competir con los grandes ricos árabes, asiáticos y rusos que han comprado clubes de Inglaterra y Francia hasta convertirlos en nuevos equipos ricos a lo largo de los últimos tres lustros. Admiten que a largo plazo será complicado no ser una sociedad anónima. Pero la mayoría de los aficionados de los dos grandes españoles quiere continuar como club deportivo o, como necesidad empírica, transformarse en esa sociedad mixta, cuyo ejemplo es el equipo bávaro, que hoy no tiene encaje legal en nuestra Ley del Deporte.

El madridismo ataca las tres opciones, s er club deportivo, ser SA o ser una sociedad mixta en un análisis profundo, pues se toca su corazón blanco.

Inocencio Arias, exdirector general del Real Madrid: «No quiero ser una SA ni aunque el dueño sea de mi pueblo, deseo ser lo que hoy somos»

Inocencio Arias, Chencho, embajador y exdirector general del Real Madrid entre 1993 y 1995, es rotundo en su posición: «Yo no quiero ser sociedad anónima, no quiero que un rico árabe, chino o ruso sea el dueño del Real Madrid. Aunque sea una empresa española, o un rico de mi pueblo, no quiero ser SA. Deseo que mi equipo continúe siendo un club deportivo, porque Florentino sabe cómo obtener ingresos sin convertir nuestra casa en otra cosa. La sociedad mixta estilo Bayern, que no se si podría hacerse en España legalmente, mantendría teóricamente el poder en manos de los socios, perro prefiero ser lo que somos ahora y obtener ingresos como se esta haciendo».

Santillana, autor de 290 goles con el Real Madrid: «Competimos con ricos árabes, rusos y chinos, me temo que para luchar con ellos habrá que transformarse»

Carlos Alonso González, Santillana , artillero histórico del Real Madrid entre 1970 y 1988, autor de 290 goles, es abierto en su reflexión: «Es un debate peliagudo, profundo. Es muy bonito ser un club deportivo, como lo somos hasta ahora, pero tenemos que competir con los equipos ingleses y franceses, apoyados por ricos árabes y rusos, y creo que tarde o temprano tendremos que ser sociedad anónima para que entre más dinero y luchemos en igualdad de condiciones. Me temo que no habrá más remedio que transformarse en SA. Ser como el Bayern, una cosa mixta, podría estar bien, pero no sé si se puede actualmente y en todo caso al final, a la larga, dentro de diez o veinte años, estaríamos obligados a ser una SA».

Luis Cáceres, presidente de peñas de la Comunidad de Madrid: «Ser un club deportivo es romántico, pero inviable; mejor ser una sociedad mixta, y nunca SA»

Presidente de las peñas madridistas de la Comunidad de Madrid, Luis Cáceres, que mantiene una relación histórica con el club, es categórico en su visión: «Continuar como club deportivo es muy romántico, pero a largo plazo es inviable, lo sé. Hay que adaptarse al mundo, pero no me gustaría ser una sociedad anónima dominada por un chino o un rico turco. Prefiero ser una sociedad mixta como el Bayern, que deja al menos el 51 por ciento en poder de los socios. Otra cosa es que ese sistema pueda hacer en España. Ahora mismo Florentino busca inversión y lo obtendrá con la explotación del Bernabéu. Lo que está claro es que este cambio salvaría al Barcelona, que con sus deudas debería estar ya en Segunda».

Juan Alberto López, presidente de la peña madridista «El siete», de Dublín , aboga por la sociedad mixta: «El método que utiliza el Bayern es bueno, habría que estudiarlo, pero si llegara una empresa a inyectar dinero en el club, tendría que ser con prestigio y cumpliendo unos valores de comportamiento. Y si no tiene posibilidad legal de hacerse hoy en día, habría que cambiar la Ley del Deporte y permitirlo. Pero claro, nos topamos con los políticos y con el duelo entre Rubiales y Tebas , y ese enfrentamiento haría muy difícil un acuerdo. La verdad es que seguir como un como club deportivo es muy bonito, pero en un futuro no parece viable. Lo que no quiero es ser una S.A. dominada por un rico. Prefiero en todo caso ser una sociedad mixta como lo que digo del Bayern, que deja el 51 por ciento en manos de los socios, pero con esa elección de empresas de prestigio».

Cuatro presidentes de peñas madridistas se unen en el «no» a la conversión en SA y en el «no» a ser una sociedad mixta. Eduardo Guadalupo (peña El Portillo de Embajadores), Claudio Barba (peña de Lleida), Lionel Rodríguez (peña de Millas, Francia) y Sergio Díaz (peña de El Prat de Barcelona) son claros en su postura: «Quiero continuar siendo un club deportivo, el Real Madrid lo es desde 1902 y así ha ganado más Copas de Europa que nadie. No necesitamos transformarnos. Florentino consigue hacer dinero con contratos de patrocinio y publicitarios y ahora con la explotación del nuevo Bernabéu, como se ve con el acuerdo con Legends para explotar el 25 por ciento del estadio. Se logra dinero sin ser SA y así debemos seguir».

El barcelonismo abre el abanico

El Barcelona, atosigado por su mala situación financiera, una deuda descomunal, una plantilla cara y envejecida y graves problemas para regenerarse por la elevada masa salarial, se debate entre el romanticismo de seguir siendo un club de fútbol, propiedad de sus socios, y abrirse a los nuevos tiempos con la entrada de capital privado que suponga el músculo necesario para volver a brillar en Europa.

Toni Freixa, exdirectivo con Laporta, Rosell y Bartomeu: «Estoy en contra, el Barça ha competido 121 años al más alto nivel sin ser SAD»

Toni Freixa, rival de Laporta en las últimas elecciones y directivo de los tres últimos presidentes (Laporta, Rosell y Bartomeu) , se aferra al potencial del club catalán para generar ingresos y descartar la venta de un porcentaje de la entidad: «El Barcelona ha podido competir al más alto nivel durante 121 años de su historia sin ser sociedad anónima deportiva. Para que alguien ponga dinero lo primero es pasar a SAD y los socios lo han de votar favorablemente con un 80 por ciento de su masa social. Supongo que ahora que está tan de moda, esta cuestión sería sometida a referéndum, solo faltaría. Estoy totalmente en contra porque no es verdad que las SAD generen más recursos que los clubes. Lo que no podemos confundir a la gente con que hay clubes estado. Para eso está el Fair Play Financiero de la UEFA y se debe controlar a esos clubes y ya está, y que no haya financiación ilegal, fundamentalmente del PSG, del Manchester City y del Newcastle, que en el fútbol no entre dinero de forma extraña, ajena al negocio del propio fútbol. Y la forma de contrarrestarlo no es que seamos SAD. Otra cosa es que el Barcelona tiene una deuda de casi 2000 millones de euros si contamos el Espai Barça, y que no generamos suficientes ingresos, y que no tenemos figuras atractivas para que el campo se llene, y que no tenemos patrocinadores… Pero no es verdad que para competir tengamos que ser SAD. En 2015, que yo era directivo, ganamos el triplete y facturábamos más que nadie».

Exvicepresidente en la directiva de Bartomeu, Emilio Rousaud comparte el romanticismo de Freixa pro está abierto a la posibilidad del cambio: «Desde un punto de vista emocional no me gusta porque tanto el Barça como el Madrid son casi un modelo único pero desde el punto de vista racional, el punto de vista es muy coherente. El mercado futbolístico es absolutamente global y competir con estos clubes estado, que tienen fondos de inversión detrás o recursos en el mercado de capital, es imposible. Si el Barça y el Madrid, que no tienen finalidad económica sino objetivos deportivos, se quieren mantener en la elite tiene cierto sentido que entre capital privado. Es un recurso potente. Emocionalmente no me gusta pero racionalmente lo puedo entender perfectamente».

Toni Guil, presidente de la confederación mundial de peñas: «Hemos de estar abiertos a otras posibilidades, pero el socio debe ser el propietario»

Presidente de la Confederación mundial de peñas del Barcelona, Toni Guil, observa interesante el modelo del Bayern siempre que se salvaguarde la potestad de los socios, que es innegociable: «Es un debate abierto en el barcelonismo en este momento y tenemos experiencias de diversa índole. En Alemania, por ejemplo, está regulado. Lo importante es que el socio del Barcelona continúe siendo el propietario del club y es verdad que esto forma parte de nuestra visión. Los diferentes candidatos a las diferentes elecciones siempre han querido preservar que la propiedad del club esté en manos de sus socios y este es el esquema sobre el que hay que trabajar. Pero hemos de estar abiertos también a propuestas que varíen este análisis inicial. De entrada, la preservación de la propiedad por parte de la masa social del Barça es vital y trascendente para nosotros».

Ramón Alfonseda, exjugador, presidente de los veteranos: «Habría que plantearse en un futuro, en una asamblea, el modelo Bayern»

El debate también ha llegado a los futbolistas que forman parte de la historia de la entidad. Ramón Alfonseda, exdelantero del Barcelona y presidente de la agrupación de veteranos , resume la opinión de los que fueron protagonistas en el césped del Camp Nou: «Los socios y los jugadores procuramos tener siempre la propiedad del club. No sabemos, con la situación que tiene actualmente el club, con las deudas adquiridas, cómo estaremos en un futuro. A priori los socios estaríamos en contra de esto. Y los jugadores también. Pero lo más importante es que el club siga siendo nuestro. Si seguimos teniendo el 51 por ciento del club y no afecta en nada al crecimiento del club, sin decir que sí, diría que el Barcelona algún día debería planteárselo y valorar si es lo mejor que puede hacer el club o no. Ahora no creo que toque plantearlo pero viendo la situación que se derive en el club dentro de tres o cinco años, valorando el futuro del club con los ingresos, las deudas y jugadores que tenga, se podría plantear. Tal vez, viendo el ejemplo del Bayern, en el Barça alguien quiera ir por ese camino pensando que es la mejor opción. En un futuro cercano estaría bien debatirlo en la Asamblea anual».

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