El VAR anula un gol a Griezmann y da otro a Deulofeu

Antoine Griezmann , eufórico, corrió a la banda para festejar un gol que la tecnología le negó. Gerard Deulofeu , poco después, celebró a medias su acierto, y se desató en diferido porque la maquinita le dijo que sí. Y mientras, la gente sin saber muy bien de qué iba la historia, pues el amistoso de ayer aceptaba el uso del videoarbitraje (VAR) y el fútbol se abrazó al futuro.

Los tertulianos ven peligrar su trabajo. Ya no se puede hablar de «atracos» con absoluta impunidad, ni siquiera valdrán los llantos para buscar responsables cuando el marcador da la espalda. El VAR presenta una nueva era, y solo falta ahora que se explique bien y que se entienda. En algunos torneos se ensaya con él y en el Mundial de Rusia se utilizará.

En escasos segundos, Felix Zwayer corrigió dos errores arbitrales y nadie fue a protestar como un poseso porque se da por hecho que el ordenador ve más que el ojo humano. En el gol de Griezmann, había dos fueras de juego, y de ahí que se invalidara la acción. Que conste que el árbitro dio el gol, pero le chivaron por el pinganillo. No gol y vuelta a empezar.

Unos minutos después, y ya con España por delante, llegó una contra del conjunto de Lopetegui que resolvió de primeras Deulofeu. El juez de línea levantó la bandera, pero Zwayer pidió ayuda para confirmar que el catalán estaba en línea. «Pensaba que lo había anulado», confesó.