Francia-España
Un clásico de altos vuelos
La selección, en plena regeneración, se mide en París a un rival conocido y poderoso con la asignatura pendiente de competir en este tipo de amistosos
Resuelto como tocaba el trance gijonés ante Israel, que valía para dar un paso más en el farragoso camino al Mundial de Rusia de 2018, la selección española se anima ante el compromiso de esta noche, que no es oficial, pero, para qué engañarse, tiene un cartel mucho más atractivo que el del pasado viernes en El Molinón. En París, en el majestuoso estadio de Saint-Denis que impresiona cuando su gente entona «La Marsellesa» a pleno pulmón, España acepta la invitación de Francia para la disputa de un amistoso que nunca puede ser tal, pues la rivalidad histórica y la potencia de las dos plantillas anuncia un pulso tremendo en el que se utilizará el videoarbitraje. La nueva Francia, aireada con un equipo de músculo y desparpajo que dirige Didier Deschamps, pone a prueba la fiabilidad de la España de Julen Lopetegui, líder de la regeneración de un equipo que echa raíces para volver a la cima. No hay puntos en juego, pero el orgullo sí esta sobre el tapete.
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La selección atraviesa un momento extraño, buscando la manera de volver a conectar con una masa que se ha ido alejando poco a poco. Aunque el equipo está en buena línea, es evidente que los dos últimos batacazos (Mundial de Brasil y la última Eurocopa) todavía escuecen y más si se tiene en cuenta que el resultadismo manda en el fútbol, así que cuesta ahora contentar a una afición que enlazó años de abundancia entre 2008 y 2012. Tampoco ayuda la fase de clasificación de turno, con partidos insustanciales en muchos casos cada equis tiempo, y de ahí que los amistosos como los de esta noche parezcan más interesantes. «Estamos volviendo a recuperar el equilibrio y la posesión, ojalá podamos tener alguna regularidad para conseguir nuestros objetivos», señala Ramos.
Admiración mutua
Sucede, sin embargo, que a España no se le dan del todo bien estas noches ya que desde Sudáfrica, desde aquel Mundial para siempre, solo ha sido capaz de ganar en cinco amistosos de quince ante rivales de los gordos. Francia, por descontado, es uno de esos, y más ahora que ha despertado con un puñado de chavales estupendo, puede que con más corpulencia y físico que con cerebro y buen gusto. Entregados a los goles de Griezmann , héroe de la patria, los azules se proclamaron subcampeones de Europa y mantienen la misma base.
«Para mí no es el partido del año, pero casi . Es un orgullo poder jugar este duelo, haremos todo para ganarlo», afirmó ayer Griezmann, cuyo salto en el equipo nacional es evidente. El delantero del Atlético, que bromea estos días a través del teléfono con Koke, resume el respeto y la admiración que se le tiene a España en otros lugares, un ejemplo después de tantos éxitos. «Puede que tengan una táctica diferente, pero sigue basado en la posesión del balón. Están buscando nuevos jugadores, sigue siendo un gran equipo y estoy seguro de que en el próximo Mundial estarán arriba».
Le corresponde su jefe, Didier Deschamps , un técnico que lo fue todo como futbolista y que ahora busca continuidad en el banquillo de Francia. «Es un partido de prestigio, no nos jugaremos puntos pero los duelos contra España, que es fronterizo, como Italia o Inglaterra, tienen un perfume particular . Nos enfrentamos a menudo y con los años es un partido grande», apunta, igualmente generoso con el elogio. «Es una referencia colectiva, con una filosofía basada en la posesión. España es una de las mejores naciones del continente, lo que le dará al partido más picante en la animación. Es positivo, pero el riesgo es que con su calidad podamos tener dificultades. Prefiero estos partidos que los que controlamos más fácilmente», confiesa.
París siempre guarda historias para España, una plaza visitada hace poco y de fatal recuerdo, pues ahí terminó la era de Vicente del Bosque con esa eliminación eurocopera ante Italia en los octavos de final. Y también se han escrito muchísimas batallas con Francia de por medio, el segundo equipo a partir de esta noche con más duelos disputados (ya van 34). Lopetegui, que introducirá cambios, le da toda la relevancia del mundo a esta noche. «El partido es suficientemente importante y bonito como para salir al 100%».