La final de Madrid, inicio del poder de la Premier
Estarán Firmino y Kane. El Liverpool de Klopp podría lograr su sexta Champions; Pochettino redondea el proyecto «spur».
Se enfrentan en Madrid dos equipos que ya hicieron historia en semifinales. Dos pequeños milagros. Estaban eliminados y volvieron de entre los muertos para alcanzar la final del Metropolitano Liverpool y Tottenham superaron una situación de 0-3 sin sus estrellas. Hoy vuelven Firmino y Salah , a los que Mané ha igualado, y vuelve Harry Kane , el canterano que no había nacido cuando los Spurs ganaron su último título europeo hace ya 35 años.
En sus entrevistas, Klopp sigue hablando de alegría. Mide el fútbol en unidades de entusiasmo, hace rock and roll en la ciudad del pop y su Liverpool lleva tres temporadas sin perder una eliminatoria europea. Klopp ha actualizado el estilo «red», el clásico «pass and move», en una frenética huida hacia adelante . Como hiciera en Dortmund, ha revitalizado Anfield en cuatro años, uno menos que Pochettino, que fabricó su equipo desde el principio con un tesón de invernadero. Los Spurs parecen modestos al lado de sus rivales, pero solo porque compraron antes. Jóvenes jugadores a los que Pochettino formó y conjuntó. Necesitaban el dinero para construir el estadio y este año todo el proyecto del Tottenham tomó forma y se redondeó: ya ocupan el nuevo White Hart Lane y aquellos jóvenes, todos internacionales, le llevan a su primera final de la Copa de Europa. Pochettino ya ha ganado.
El Tottenham formaba parte de la nobleza menor. Una Recopa en los 60, dos UEFA en los 70 y 80 y una tradición de estilo y buenos futbolistas: Jimmy Greaves, Ardiles, Glen Hoddle, Chris Waddle , Lineker, Klinsmann, Bale o Modric.
El Liverpool es a la vez humilde y alta aristocracia . Su gran encanto es haber mantenido ese aire añejo de ladrillo, canciones y homenaje. Si gana se convertiría, con 6 trofeos, en el perseguidor de Real Madrid y Milán.
Tiene la experiencia histórica y la experiencia en un vestuario que salió vapuleado en Kiev. Por ello también es suya la presión. Fueron segundos en la Premier y Klopp podría perder su tercera final de Champions, superando las grandes frustraciones de Cúper o Simeone. El Liverpool tiene el favoritismo y los antecedentes . Klopp y «Poche» se han enfrentado nueve veces y el Liverpool solo perdió una. En la Premier ganó los dos partidos y acabó a 26 puntos de distancia.
Tampoco es el mismo equipo de Kiev. No es solo más experto, también se ha reforzado con Alisson y Van Dijk , ya no tiembla atrás y aunque su delantera quizás sea la mejor del mundo tampoco es solo eso. La media acepta el ritmo de Klopp y sus laterales son los mejores asistentes de la Premier.
El Tottenham tiene la ventaja de la variedad táctica . Llevan años juntos y son capaces de cambiar durante un partido. Tres centrales o alternativas sobre un 4-4-2. El Liverpool ha convertido el 4-3-3 de Klopp en una invariable forma métrica.
Con Firmino, Klopp tiene su once de gala a excepción de Keita y el Tottenham recupera a Kane y Winks. Kane es más que un 9, multiplica su ataque; Winks es la seguridad en el pase, impronta de estilo de Pochettino, y daría peso a la media junto a Sissoko y Eriksen y una posibilidad reflexiva que el Liverpool desdeña. Moura y Son, con altura de figuras, se jugarían una plaza en el once.
Por mucho que quisieran hacer fútbol control, Liverpool y Tottenham no podrían hacer que durase. Terminarán de honrar una Champions que puso el fútbol europeo patas arriba. Esta final será una cuestión de emociones, avisó Pochettino, que junto a Klopp ha contribuido a que la Premier poderosa y global, mucho más táctica, siga teniendo un ritmo trepidante. Esta final es también una carta de hegemonía. No hay nada que no tengan : dinero, estrellas, entrenadores, estructura y proyectos. Si, como parece, el fútbol inglés va a dominar el continente, quizás Madrid sea el inicio de todo.