Ferrán Torres, el último inquilino de la «zona Messi»
El extremo, hoy continuo goleador del City de Guardiola, ha abandonado la cal y vira hacia el centro como ya hicieron tantos otros bajo las órdenes del catalán
Ferrán Torres está «on fire», como dicen coloquialmente los anglosajones. El extremo, rescatado por el Manchester City de la vorágine valencianista de este verano por 25 millones de euros, ha experimentado una merecida mediatización. En poco menos de dos meses, ha pasado de ser uno de los futbolistas nacionales con mayor proyección a ser un asiduo en las convocatorias de Luis Enrique, un protagonismo reforzado por su buen hacer en la Premier League y por su instinto goleador en la Champions League (3 goles en 3 partidos). Y es que Torres se ha convertido en el último descendiente de una especial estirpe de jugadores que, bajo las órdenes de Pep Guardiola, ha abandonado la soledad de la banda para jugar en el centro del ataque.
El «falso nueve» es ya parte del imaginario futbolístico colectivo. No sabemos si fruto de la mitología o de la palpable obsesión del entrenador catalán, el 1 de mayo de 2009, como relata el libro «Herr Pep» de Martí Perarnau, Guardiola llamó de madrugada a Messi porque tenía «algo muy importante» que decirle. Al día siguiente, el Barcelona recibía a un Real Madrid que venía a rebufo en Liga. Al parecer, el entrenador le explicó al aún jugador del Barcelona, por aquel entonces algo más extremo derecho, que, a su señal, se situase en el centro del ataque, entre los centrocampistas y los defensas del Madrid, en una especie de zona muerta. El resto ya es historia.
Torres, ante las bajas de Agüero y Gabriel Jesús, acumula tres partidos consecutivos como «falso nueve» con el Manchester City, contra Sheffield , Marsella y, el pasado martes, Olympiacos. El valenciano, contra los griegos y acompañado por Mahrez y Sterling en ataque, se colocó en el carril central, donde consiguió dos remates en los primeros diez minutos, uno de tacón tras un córner, para en el 12 poner el 1-0 con una definición entre las piernas del portero. Pese a que no jugó con la libertad que el desmesurado talento de Messi le permitía en el Barsa de Guardiola, donde cada movimiento era una superioridad, el español hizo funciones de nueve mientras correteaba por el frente de ataque, siempre con la finalización como objetivo nuclear.
Centrar a jugadores criados al borde de la cal ha sido algo recurrente en la carrera de Guardiola como entrenador, cada uno con sus matices. En el Bayern de Múnich, el catalán ya tanteó a Ribéry, un futbolista de «calle» , para ocupar esta posición en su primer año del entrenador en Baviera. También Müller, habituado con Heinckes al perfil diestro, posición en la que ganó un triplete en 2013, jugó varios partidos en esa demarcación antes de la llegada del clásico Lewandowski. Götze, tanto en el Bayern como en la selección alemana, se dejó ver por la zona habitualmente. Ya en el City y ante un Etihad vaciado por la pandemia, Gabriel Jesús, teórico punta, acabó en la izquierda y fue Sterling quien más habitó el centro en el partido de octavos de final contra el Real Madrid. Ambos anotaron, eso sí, con la complicidad de Varane.
Pero no solo los extremos se han visto afectados por este ideario. En su último año en Barcelona, con el equipo necesitado de algún estímulo para evitar el conformismo tras ganar la Champions en 2011, Cesc Fábregas, que fichó en teoría para continuar con la tradición de talentosos centrocampistas del club catalán (Xavi, Busquets, Thiago, Iniesta), formó durante una buena parte de la temporada una especie de doble punta con Messi, donde el catalán consiguió grandes registros goleadores (42 tantos en tres temporadas), algo que se acabó traspasando a la Selección, ya que fue él quien hizo de delantero en la final de la Eurocopa de 2012. También el joven Foden, gran promesa inglesa del City , salió hace unas semanas en el descanso del partido contra el West Ham, en el que anotó a los pocos minutos de saltar al campo, también como falso nueve. La posición ha tenido muchos nombres y pretendientes. Hoy, es de Ferrán Torres.