Exagera una agresión de un compañero para perder tiempo y este acaba expulsado

El fútbol es pillería y los equipos de todo el mundo manejan un amplio manual para perder tiempo en los últimos minutos de partido, cuando el resultado está ajustado. Ayer, el último invento en la temática acabó en descalabro. En el partido de la primera división noruega entre Kristiansund BK y el Viking FK , sexto y tercero clasificado, el defensa visitante Patrik Gunnarsson acabó expulsado en el descuento después de que su equipo remontase un 2-1 en contra (3-2 final). El motivo, la agresión que el islandés le propinó a su propio portero, David Brekalo.

El partido era de alta tensión, pues el Viking intentaba asegurarse la plaza de Conference League de la liga escandinava. Tras ver como les remontaban, el equipo local se volcó en ataque para buscar el empate y fue en el descuento cuando se produjo la inverosímil acción. Gunnarsson y Brekalo no se entendieron a la hora de despejar un centro lateral y el zaguero, muy enfadado con su compañero, le propinó un empujón a la altura del pecho. El guardameta, con la intención de perder tiempo, se fue al suelo pese a aque el golpe no había sido excesivamente duro. El árbitro, ante la escena, decidió expulsar roja directa mediante a Gunnarsson, que se quedó estupefacto.

Tras el encuentro, que finalmente se llevaron los visitantes, Gunnarsson pidió perdón a sus compañeros y a su afición por su comportamiento. El capitán de los Vikings, Veton Berisha , aseguró ante la prensa que había hablado con los implicados y que «lo que hicieron es una estupidez. Pero ha sucedido y vamos a dar por terminado este episodio. No creo que vuelva a suceder».