Fútbol

La Europa League, una consolación de segunda para el Barça

En recuerdo de su fiasco, el equipo azulgrana debuta en la competición con la idea de ganarla para regresar a la Champions

Xavi Hernández sonríe durante la rueda de prensa de este miércoles EFE

Sergi Font

Debuta el Barcelona en la Europa League , la única competición que le falta en su palmarés y a la que llega por su deshonrosa eliminación en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El Nápoles , primer obstáculo al que se enfrenta, y la posibilidad de clasificarse para la Champions de la próxima temporada son los únicos alicientes para una afición a la que no le seduce el torneo ni la hora a la que se disputa el partido. Motivos suficientes para dudar de una buena entrada en el Camp Nou esta tarde. La Europa League, un trofeo que luce ocupando puestos de privilegio en las vitrinas de clubes como el Sevilla , el Atlético, el Valencia o el Villarreal, para el Barcelona únicamente es un recordatorio de su nuevo fracaso europeo.

«Nos gustaría estar en Champions y da rabia estar en otra competición cuando ves los partidos por televisión. Me da rabia escuchar la música de la Champions y no estar , pero es nuestra realidad y nos tiene que hacer más fuertes», reconoce Xavi, que trata de motivar a sus futbolistas y a la afición para que le den al torneo un valor que no sienten. «El mensaje es claro, es una oportunidad. El objetivo principal es entrar en Champions y tenemos dos vías, por la Liga (quedando ente los cuatro primeros) o por la Europa League (ganándola). No estamos en Champions porque no hemos competido ni hecho el trabajo, pero necesitamos a nuestra gente», añade el egarense, que comprueba que su mensaje ha calado en el vestuario al escuchar a Pedri. « Le damos mucho valor a la Europa League . Nos gustaría estar en Champions, pero le damos mucho valor. Vamos con muchas ganas de competir y de ganar», asegura el canario.

El Barcelona llevaba 18 años instalado en la máxima competición continental. Los estertores de la presidencia de Joan Gaspart cerraron una de las etapas más convulsas de la historia del club, que acabó en sexta posición (2002-03) con Antic como entrenador después de que el serbio hubiera relevado a Van Gaal, cesado en enero. La llegada de Laporta a la presidencia y de Ronaldinho al equipo ilusionaron a una afición ávida de alegrías. El club catalán envolvió de cierto glamour la Europa League que tenían que disputar con el lema ‘camino a Goteborg’ (lugar en el que se debía disputar la final) pero el Celtic de Glasgow se interpuso en octavos de final en ese camino.

Tres años antes los culés también acabaron disputando la Europa League tras quedar terceros en su grupo de Champions , que compartían con Milán, Leeds United y Besiktas. Esa temporada, la 2000-01, con Serra Ferrer en el banquillo, cayeron en semifinales ante el Liverpool , después de eliminar al Brujas, AEK Atenas y al Celta de Vigo. «Para nosotros es una oportunidad para demostrar que podemos competir en Europa. Es una oportunidad para entrar directamente en Champions y eso ya es bastante motivación para nosotros. La Europa League no es un nivel de Tercera división», insiste Xavi.

Posesión del Nápoles

No lo tendrá fácil el Barcelona, que no tuvo suerte en el sorteo al quedar emparejado con uno de los rivales más complicados que había en el bombo. Al Nápoles de Luciano Spalletti le gusta proponer a través del balón y la posesión, salir con el balón controlado y realizar una presión alta. Un ideario muy similar al del equipo azulgrana. Los transalpinos están en la pelea por ganar la Serie A (van terceros a dos puntos del líder, el Milán) y disputarán el partido de vuelta en el Diego Maradona Stadium. Además, el Barcelona tiene la duda de Ronald Araújo , el defensa azulgrana que en mejor forma está y que ayer no se entrenó por unas molestias en el soleo izquierdo. Desde el vestuario catalán son conscientes de la dificultad. «¿Favoritos? No, yo no lo diría. El Nápoles es un rival fuerte, tenemos que jugar el segundo partido fuera... No nos vemos como favoritos, sí como candidatos . Veo la eliminatoria muy pareja», aclaró el técnico barcelonista.

A la obligación deportiva de ganar la competición para subsanar el sonrojo deportivo de haber caído a las primeras de cambio de la Champions se le une la necesidad de levantar la copa para poder enjugar parte de las pérdidas que ha supuesto esa temporada eliminación y que se cifran en 20,2 millones de euros. Si el Barcelona gana la Europa League se embolsará 14,9 millones de euros, 5,3 menos de los que tenía presupuestados por alcanzar los cuartos de la Champions.

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