Europa League
El Espanyol sufre y remonta
El equipo blanquiazul se sobrepone al primer gol del Zorya y encarrila la eliminatoria
Lo advirtió David Gallego y nadie le creyó. El técnico avisó de la peligrosidad del Zorya y los asistentes a su rueda de prensa lo tomaron como el habitual discurso prudente de todo entrenador antes de cualquier partido. Pero el equipo ucraniano demostró que no está en las puertas de la fase de grupos de la Europa League por casualidad y puso contra las cuerdas al Espanyol que, durante muchos minutos vio peligrar seriamente su sueño europeo. Aunque el gol de Ferreyra calmo los ánimos, el de Javi López les dio ventaja en la eliminatoria y el de Vargas casi la sentenciara, los blanquiazules no podrán despistarse la próxima semana en Lugansk para no quedar descabalgados de la competición continental. Morir en la orilla sería un final muy cruel tras doce años esperando este momento.
Pintaba muy mal en el descanso pero una segunda parte descomunal, en la que incluso se falló un penalti, insufló aire y vida a un Espanyol que parecía muerto y que viajará a Ucrania con todo a favor para entrar en el bombo del sorteo de la fase definitiva, de la Europa League .
La derrota ante el Sevilla y la fortaleza del Zorya que intuía Gallego provocó un cambio inicial en el planteamiento del técnico, que se decidió por un 4-3-3, con Dídac Vilá y Javi López subiendo por las bandas y poniendo balones en el área. Pero no había quién los rematara.
Los ucranianos atacaban mejor que defendían y en los minutos finales de la primera parte provocaron que el frío sudor recorriera la espalda de los aficionados pericos. Un contraataque bien conducido contó con la permisividad de Darder para que Kochergin adelantara al Zorya. Nuevo bofetón de realidad tras la derrota ante el Sevilla. Aunque el tanto ucraniano provocó la reacción del Espanyol. Agitó al equipo Gallego en el descanso y dio entrada a Víctor Sánchez, buscando más control en el centro del campo. Se volcaron los blanquiazules sobre la portería de Shevchenko y Cornellá vio los mejores minutos de los suyos.
Jaleado por la grada, Ferreyra puso la nota de esperanza con su quinto gol en la competición. El jolgorio podría haberse convertido en fiesta si el larguero de Wu Lei hubiera entrado o si Granero hubiese marcado el penalti con el que el árbitro castigó una mano dentro del área, pero ahí estaba el «Monito» Vargas para cerrar el marcador.