El Espanyol, en picado hacia Segunda

Butarque descuartizó cualquier atisbo de optimismo para el Espanyol, que deambula por la cornisa del descenso , trastabillando con un pie en el aire y aferrándose a una épica que, como una sonatina, se repite jornada a jornada pero que empieza a diluirse sin remedio. Acaba el año el conjunto blanquiazul como farolillo rojo de la Liga Santander , seis meses después de tocar el cielo con la clasificación europea tras consolidarse en Primera tras la llegada de Chen Yansheng, propietario del club desde enero de 2016. « Venimos a casa del penúltimo y perdemos 2-0. Es durísimo porque era un partido muy importante y hemos cometido errores imperdonables. No hay excusas pero tampoco es el momento de bajar los brazos », admitía David López tras la derrota condenatoria frente al Leganés.

La crisis en la que se ha instalado el Espanyol viene cociéndose a fuego lento. La disputa de las rondas previas de la Europa League, jugadas en julio, ya impidieron un adecuado diseño de la pretemporada y la preparación física, lo que se vio sobredimensionado por la marcha de Mario Hermoso y Borja Iglesias , dos piezas fundamentales en ambas áreas que el club catalán no ha sido capaz de reemplazar. No solo no se ha acertado en los fichajes sino que, además, el equipo se desangra en Cornellá , donde solo ha sido capaz de sumar dos empates en los nueve partidos jugados ante su afición.

Los malos resultados le costaron el puesto a David Gallego (solo sumó cinco puntos de 24 posibles) y ahora mantienen cuestionado a Pablo Machín, que no ha mejorado los números de su antecesor (ha conseguido los mismos pero con dos partidos más). El soriano no ha logrado la reacción esperada y su futuro está en el aire, ya que la dirección deportiva del Espanyol está muy preocupada por las sensaciones que transmite el equipo , más allá de los malos resultados. «No es una diferencia insalvable. Nos va a venir bien el reset de Navidad», se defiende el preparador, que busca argumentos para convencerse de que puede revertir la situación. Al igual que el vestuario, que se apela al orgullo para pensar en la salvación, objetivo prioritario en estos momentos. « Estamos dolidos, jodidos pero no derrotados . Claro que creemos. Hay que mantener la calma, estar tranquilos. El que no crea que seguiremos el año que viene en Primera no hace falta ni que venga», soltó David López.

No quieren ampararse en excusas. Ni las condiciones climatológicas ni la odisea que vivieron el sábado en un interminable viaje, en el que una avería del AVE que les trasladaba a Madrid no les permitió alojarse en el hotel de concentración hasta pasada la medianoche, menos de doce horas hasta la disputa del partido. Trató el Espanyol de retrasar el choque por este motivo pero no lo consiguió. El AVE tuvo que estar parado en Calatayud y Guadalajara a causa del temporal y el Espanyol descarriló en Butarque, donde a los 12 minutos ya había encajado un gol de Braithwaite tras un grave error de Marc Roca. y en la segunda parte recibían la puntilla de En-Nesyri .

«Todo son finales a partir de ahora», aseguraba recientemente Calero. Las van perdiendo todas y el calendario no es halagüeño . El próximo rival liguero es el Barcelona, que visitará Cornellá el sábado, 4 de enero. Tras disputar los treintaidosavos de final de la Copa del Rey ante el San Sebastián de los Reyes visitarán a Villarreal y recibirán al Ahletic Club.