Fútbol
Cuando Escocia dominaba el fútbol internacional
El fútbol, más evento de masas que deporte en la actualidad, se ha visto saturado en los últimos años por amistosos y competiciones para rellenar los tiempos muertos, que proporcionan tantos enfrentamientos impronunciables como añoranza por los campeonatos domésticos. Hoy vivimos en la época de Liga de Naciones , pero mañana tendrá otro nombre. Sin embargo, como todo, los partidos internacionales tuvieron su origen, concretamente en ese terrón en medio del Atlántico llamado Gran Bretaña, y Escocia , en esos primeros compases de las rivalidades nacionales hechas deporte, no tenía adversario.
En 1882 y tras siglos de hostilidades, ingleses, escoceses, galeses e irlandeses (uno tiembla al pronunciar estas nacionalidades de seguido) decidieron ponerse de acuerdo alrededor de una pelota, concretamente en la ciudad de Manchester . El objetivo era crear unas leyes unificadas para todos los territorios y asociaciones a la hora de practicar el fútbol, que ya se había popularizado una década atrás. Como consecuencia, surgió el British Home Championship , un torneo que enfrentaría a las cuatro nacionalidades de las islas en una liguilla a doble partido y que serviría para prolongar una rivalidad que ya había fermentado diez años atrás.
En 1972 se disputó e l primer partido internacional oficial de la historia y enfrentó a Escocia e Inglaterra en un parque de la ciudad de Partick, a las afueras de Glasgow . Las entradas costaron un chelín y el juego estuvo dificultado porque los últimos tres días, la constante lluvia que caracteriza al país picto había hecho acto de presencia. Según los testimonios, el partido se jugó sin incidencias y con juego limpio, lo que hubiese significado una auténtica sorpresa con los actores invitados. Al final, 0-0, el resultado más repetido de la historia del fútbol.
Pero la British Home Championship, ahora torneo internacional más antiguo del mundo, no era un mero partido entre amateurs y así se lo demostró Escocia a Irlanda en el partido inaugural , con un imponente 0 a 5, nada menos que en Dublín, el 26 de enero de 1884. Por menos se han iniciado guerras. Pasaron las jornadas y los equipos del oeste se hicieron a un lado para que Escocia e Inglaterra se disputasen el título en un encuentro donde los norteños ganaron 1-0 . Una pequeña victoria tras cientos de derrotas no deportivas a lo largo de los años. De hecho, Escocia dominó los cuatro primeros torneos y no fue hasta 1889 cuando Inglaterra consiguió su primer trofeo , tras meter 46 goles en seis partidos, incluyendo un 5-0 a los vigentes campeones.
Tiempos modernos
Con la llegada del nuevo siglo y del deporte que aspiraba a ser considerado como rey, la mitología del fútbol empezó a construirse. Aparecieron figuras como la del galés Billy Meredith , que tras una suspensión de un año, volvió a los parques para anotar un gol « extraño» que permitió derrotar a los irlandeses en Belfast. También acontecieron tragedias, como el desplome de las gradas en el recinto de Ibrox , hogar por aquella época de los Glasgow Rangers.
El British Home Championship ganó relevancia en 1950, ya que sirvió como torneo clasificatorio para el Mundial de Brasil de ese mismo año. Además, el año que Inglaterra al fin consiguió su ansiado mundial en 1966 , Escocia alcanzó una pequeña venganza al ganar a los anglosajones en el Championship del siguiente año, y nada menos que en el estadio de Wembley. Pero, con el paso de los años, el torneo perdió importancia en favor de los competiciones que hoy marcan la agenda futbolística.
Hoy en día Inglaterra se ha consolidado como la gran potencia futbolística de Gran Bretaña, pese a que no ha vuelto a ganar un título relevante. Solo Gales ha conseguido algún papel de reparto, en la Eurocopa de 2016 donde, liderados por Gareth Bale, llegaron a las semifinales del torneo. Curiosamente, durante este parón internacional, Gales se enfrentará a Inglaterra en un amistoso hoy y contra la República de Irlanda el domingo en la Liga de Naciones. Quién sabe si, aunque de manera inconsciente, honrarán el lazo competitivo que una vez les unió durante décadas y ayudó a consolidar al fútbol de naciones.
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