Azpilicueta se dispone a sacar de banda REUTERS

Sergi Font

La crisis provocada por la invasión rusa a Ucrania también está teniendo consecuencias en el fútbol. El Chelsea es uno de los clubes a los que el conflicto bélico más está afectando a causa de la decisión del gobierno británico de congelar los activos del magnate ruso Roman Abramovich , dueño del club 'blue', lo que se ha unido también a la decisión de su mayor patrocinador de dejar de esponsorizar la camiseta del primer equipo. El castigo sobre el oligarca ruso impide que, mientras dure este proceso, el Chelsea pueda fichar, renovar o traspasar jugadores. Una decisión que afecta de forma diferente a los futbolistas de la plantilla, entre los que hay cuatro españoles: Azpilicueta, Kepa, Saúl Ñíguez y Marcos Alonso .

Tras conocerse esta sanción, el club ha solicitado cierta flexibilidad a la UEFA al considerar que el castigo debería centrarse sobre Abramovich, sin perjudicar a una entidad deportiva que nada tiene que ver con el conflicto bélico . Y resalta la necesidad de proteger a sus futbolistas, deportistas que no deberían verse afectados, ya que se convertirían en prisioneros de un club que podría quedar también muy debilitado al no poder reforzarse durante este próximo mercado estival.

«Tengo que admitir que no ha sido un día normal. No podemos controlar este asunto. Nuestro deber es venir aquí, estar concentrados y tratar de pelear para llevarnos los tres puntos. Tenemos que olvidarnos de lo que está pasando fuera», reconocía César Azpilicueta a 'Premier League Productions' cuando se conoció la sanción. El internacional español y capitán del Chelsea es uno de los más afectados por esta decisión del gobierno británico. Azpilicueta (32 años) acaba contrato el 30 de junio pero en su acuerdo figura una cláusula por la que quedaría renovado automáticamente al jugar un número de partidos que ya ha disputado. El lateral, que lleva diez años en el Chelsea , habría llegado a un acuerdo con el Barcelona para acabar su carrera en el Camp Nou y tenía la esperanza de que el club inglés no ejecutara la cláusula. La incertidumbre que rodea al Chelsea también afecta a Azpilicueta, que no sabe cómo le afecta esta cláusula, si se puede hacer efectiva o carece de valor. En cualquier caso, el futbolista espera llegar a un acuerdo para poder salir este verano.

Más claro está el caso de Saúl Ñíguez , cedido por el Atlético de Madrid hasta final de temporada con una opción de compra voluntaria de 40 millones de euros. El escaso protagonismo del canterano rojiblanco, que acumula únicamente 972 minutos entre los 19 partidos que ha participado, permitía intuir que el Chelsea no la haría efectiva pero las sanciones anunciadas esta semana deberían concluir con el centrocampista de regreso al Wanda sin ningún tipo de dudas, ya que el club londinense no puede prorrogar contratos.

Kepa , con contrato hasta 2025, y Marcos Alonso, hasta el 2023, no parecen tener escapatoria y deberían cumplir su contrato ante la imposibilidad del Chelsea de traspasar futbolistas. No obstante, los jugadores podrían acogerse legalmente al derecho de libre circulación de un trabajador para exigir una salida, siempre y cuando las ofertas que lleguen estén acordes al mercado. Poner una demanda sería una solución, aunque no asegura un buen final. Alonso, que le gustaría regresar a LaLiga , espera que los organismos flexibilicen la situación de su equipo para poder marcharse este verano.

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