FC Barcelona
La energía de los niños alivia al Barça
El club celebra la irrupción de una generación que da luz entre tanta oscuridad

Cada partido de Xavi Hernández en el banquillo del Barcelona es un nuevo mensaje del técnico, que no esconde las carencias del equipo ni los problemas con los que se ha encontrado. El vestuario, los pesos pesados, el presidente o el anterior entrenador han sido algunos de los destinatarios de sus puyas, compartidas por una afición que aprecia la sinceridad y la coherencia del egarense. El último recado manifiesta su valentía en la apuesta por la cantera y la juventud y es una declaración de intenciones respecto a futbolistas como Coutinho, Umtiti o Luuk de Jong, descartados para su proyecto que empezaba de cero desde la eliminación en Champions.
Un once inicial con el debutante Ferran Jutglà (22 años), Gavi (17 años) y Ez Abde (20 años), a los que en la segunda parte se unieron Nico (19 años) y Balde (18 años), evidenció el esperanzador futuro que emana de las categorías inferiores. Cinco futbolistas sin dorsal del primer equipo que sacaron las castañas del fuego ante el Elche y que provocaron el elogio del técnico y del socio, que ve brotes verdes con los que esperanzarse. Sobre todo, teniendo en cuenta que aún falta Ansu Fati y Pedri , renqueantes de sus respectivas lesiones. Fue un claro mensaje a jugadores que no tienen cabida en esta plantilla y a los que se les señala la puerta de salida, aunque el técnico salvara de la quema a varios pesos pesados. «Ellos marcan diferencias, pero no mando un mensaje a los veteranos. Busquets, De Jong, Alba y Ter Stegen se dejan la piel en el campo. Estoy encantado con el equipo. Para crecer hay que sufrir y recuperar el modelo, que habíamos perdido, y es algo que nos sorprende muchísimo. Esta generación es incluso mejor que la de Busquets, Pedro... Si no he puesto más del filial es porque la norma no lo permite», aseguraba Xavi tras el triunfo.
No obstante, los árboles no deben impedir que Xavi y la dirección deportiva vean el bosque, auténtico foco de problemas de los que adolece este equipo. Por ello no es extraño que el técnico se quejara de «falta de oficio» tras ir ganando 2-0 este pasado sábado a pesar del gran partido realizado por los jóvenes que «están sosteniendo al equipo en momentos difíciles». Lleva tiempo avisándolo el entrenador: «El esfuerzo es extraordinario. Marcan las diferencias los jóvenes y eso es difícil de digerir. Es positivo y negativo, porque no siempre rendirán de forma excelente porque son jóvenes». Mientras tanto, estos asumen los galones dentro del terreno de juego, pero muestran un discurso prudente en la sala de prensa. «Para que yo marque todo el equipo ha tenido que aportar mucho», subrayó Nico tras el gol del 3-2.
El ejemplo más claro se vivió ante el Elche, en el que el equipo se instaló en una montaña rusa. No se debe perder la perspectiva y desde el entorno se celebra la actuación de Jutglà, Nico, Gavi, Balde y Abde, pero también se recuerda el rango del rival (el Elche pelea por no caer en puestos de descenso) y que el partido estuvo en el aire hasta cinco minutos antes del final (Nico anotó en el minuto 85). No se duda de la calidad de los jóvenes, pero se exige ajustar los elogios a la realidad del contexto en el que vive el Barcelona. El partido de mañana en el Sánchez Pizjuán será una prueba algo más veraz sobre el potencial y el rendimiento de los chicos.
Mientras, los socios dieron ayer el visto bueno a la junta de Laporta para que pueda negociar y firmar la financiación del Espai Barça por un valor máximo de 1.500 millones de euros. 42.693 socios, que representan un 87,8% de la participación de la masa social, votaron a favor y 5.055 (10,4%) dijeron «no».