LIga BBVA
«El Éibar es un ejemplo para la sociedad»
Saúl Berjón, puntal armero, desmenuza para ABC el éxito del equipo más humilde de la Liga
Hace exactamente 190 días, consumaba su descenso a Segunda. Hoy, solo seis meses y medio después, el Éibar, tras ser repescado en los despachos, pelea de tú a tú con Celta, Villarreal, Valencia e, incluso, Real Madrid por los puestos que dan acceso a la Champions . Lo que puede llegar a cambiar la vida del club más modesto de la Liga de primavera a otoño: «Esta entidad tiene 75 años de historia inmaculados. Jamás tuvo deudas. Los dirigentes nunca se han "tirado a la piscina", como por ejemplo sí le pasó al Elche. Respetar la ley y ser honestos también tiene su recompensa. Y en el campo estamos demostrando que nadie nos ha regalado la plaza en Primera», explica orgulloso a ABC Saúl Berjón , uno de los pesos pesados del equipo vasco, la gran revelación de la Liga.
«El éxito del Éibar es el triunfo del romanticismo. Somos un club puro y modélico»
Cumplido el primer tercio del campeonato, El Éibar es sexto en la tabla, con 20 puntos, a uno de la zona Champions y a solo cuatro del Madrid, su rival de esta tarde en Ipurúa. Sus números son un milagro. Hablamos de un club con un estadio de 6.300 butacas y de una localidad, según los últimos datos del INE, de 27.507 habitantes : «El éxito del Eibar es el triunfo del romanticismo. Este club huele a pureza. Siempre se lo comento a mi gente. Este equipo es un ejemplo para la sociedad de hoy. Y lo digo de corazón y desde el respeto al resto de clubes de España. El Eibar es el equipo más modélico de nuestro país», detalla Saúl.
Ni Messi, ni Cristiano
Los colores azul y grana pueblan los 365 días del año las balconadas y las calles de este pequeño municipio de Guipúzcoa cuyo crecimiento durante el siglo pasado vino producto de su valiosa industria armera (hierro y metal). De ahí, el apelativo del club. Y su gente también luce orgullosa el atuendo de su equipo: «En Eibar se ven más camisetas de nuestro equipo que de Messi y Cristiano Ronaldo . Esta es una realidad incuestionable. Es imposible irte a dormir un día sin haber visto a algún ciudadano eibarrés paseando por la ciudad con nuestra camiseta. El orgullo por nuestro equipo es infinito», explica Berjón.
Seguramente ese sentimiento tan arraigado entre club y afición viene ligado a unos principios innegociables: trabajo, sacrificio y humildad. Tres pilares en extinción en el fútbol moderno, pero nunca en el Éibar , como nos detalla Saúl: «Nuestro público jamás nos ha pitado. Aquí cada partido es una fiesta y como tal se vive. Y los valores se mantienen, a pesar del crecimiento económico y deportivo. Es impensable ver un Ferrari en Ipurúa. No va con el estilo de este club. Aquí todos tenemos los pies en el suelo».
«Es impensable ver un Ferrari en Ipurúa. No va con el estilo del club. Tenemos los pies en el suelo»
Saúl Berjón y el Éibar unieron sus destinos hace año y medio. Estaban condenados a ello. Este extremo asturiano de 29 años es un obrero del fútbol (ha jugado en Tercera, Segunda B y Segunda) y en Ipurúa encontró su recompensa a tanto sudor. Ahora, con partidos como el de hoy contra el Madrid , solo es capaz de esbozar una sonrisa. Las preocupaciones, al banquillo: «Nos viene un Miura, y tan contentos. Si cada partido es una fiesta imagínate si el rival es el Madrid. Es más, te digo que vamos a ganar 3-0 y con un triplete mío. A ver si así Benítez se fija en mí y me lleva con él», bromea Saúl.
Berjón jugó una temporada en el Barça de B de Luis Enrique, pero siempre ha sido madridista. Por eso lanza un mensaje a la hinchada blanca. No entiende tanta alarma a pesar del 0-4 del clásico : «Benítez ha demostrado siempre su capacidad. No comparto la opinión de aquellos que consideran que le queda grande el Madrid. Lo malo es que ahora los recibimos nosotros y vendrán muy picados. Pero cuando vas a una fiesta, todo es alegría».
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