Selección española
Los desafíos de Luis Enrique
El regreso de España sienta las bases de un curso intenso que cerrará la Eurocopa
Las mil y una conclusiones que podrían sacarse del Alemania-España , primer partido en la nueva era de Luis Enrique , quedan diluidas por las extrañas circunstancias en las que se jugó el choque: partido a primeros de septiembre, en plena pandemia y con evidentes diferencias de ritmo entre muchos de los jugadores que coincidieron en el césped. Cualquier análisis parece atropellado. Sin embargo, el calendario de la selección augura un año entero igual de críptico. Sin apenas tiempo ni posibilidad de pararse a reflexionar antes de que la Eurocopa 2021 , si es que se mantiene en su formato actual, se plante delante del seleccionador. En líneas generales, al asturiano le gustó el partido ante Alemania. Sobre todo porque no esperaba un despliegue físico de tal calibre. Sin embargo, sabe que hay tareas pendientes para volver a pelear por los títulos.
Imagen más reconocible
A día de hoy, queda mucho para que España afronte un partido con plenas garantías de trasladar al campo las ideas que Luis Enrique tiene en la cabeza. Ante Alemania hubo demasiadas fases del juego sin el control de la pelota, en especial por las numerosas pérdidas. En el fondo, más que el estilo, fue el empuje y la ambición, que no es poco, lo que llevó a empatar en Alemania. El aficionado echa en falta también un once más reconocible y asentado, aunque el pensamiento del seleccionador sigue siendo llamar en cada momento a aquellos jugadores que vea más en forma o que le sirvan más para lo que tiene en mente, sin pensar en su pasado en la selección.
El relevo de Busquets
Si hay un jugador que quedó señalado en Stuttgart es Busquets. El mediocentro del Barça, el segundo más veterano en la selección en cuanto a partidos, sigue lejísimos de su mejor nivel y pareció dar la razón a los que criticaron su convocatoria. Fue sustituido por Merino en la segunda mitad tras cuajar un partido tremendamente gris. La presencia de Rodri en el banquillo, que viene de cumplir una excelente temporada en el Manchester City, hace más evidentes las críticas. Luis Enrique tiene fe ciega en él, pero en la tesitura actual le será muy complicado convencer a los aficionados de que es imprescindible.
Apuesta decidida por De Gea
Las mayores alabanzas tras el partido fueron para el guardameta titular, al que Luis Enrique calificó de «porterazo». Que el asturiano personalice tanto en alguien y le entregue semejante prueba de cariño es porque considera que ha sido injustamente golpeado por la opinión pública en los últimos tiempos. Si el seleccionador mantiene sus hábitos, y nada hace pensar que los cambiará, De Gea seguirá en el once en los próximos partidos importantes y se cerrará, aunque sea a medias, un debate que suele ser recurrente en el equipo nacional.
Un compañero para Ramos
Antes del partido ante Alemania, Luis Enrique reflexionaba sobre la inestable posición de central de la selección. Hasta 11 zagueros ha probado el asturiano desde su primera lista, en septiembre de 2018. El que nunca ha fallado es Sergio Ramos. Pero en el debe del seleccionador está el encontrarle un compañero fijo: «Es culpa mía», asegura. «Es la posición en la que más exijo con mi idea de juego. Hay margen de mejora. Hay que ser muy bueno atacando y defendiendo. Seguiré probando hasta que encuentre lo que quiero». Pau Torres cumplió en Stuttgart, y ante Ucrania se podrá ver al joven Eric García. Dos buenas opciones de cara a la Eurocopa junto al ahora lesionado Íñigo Martínez.
¿Hace falta un 9?
Otra asignatura pendiente es la ausencia de una referencia ofensiva en la selección. Falta un delantero a la altura de los grandes goleadores de Europa. Las estadísticas dicen que desde que acabó el Mundial de Rusia la selección ha marcado 49 goles en 17 partidos, una media de 2,88 goles por encuentro. No es un mal dato. Quizás lo más preocupante es que en ese periodo el internacional más goleador haya sido Sergio Ramos (ocho tantos, cuatro de ellos de penalti). Tras él se sitúan Alcácer y Rodrigo, otro de los señalados en Stuttgart, con seis dianas. El problema real es que en los partidos cruciales, aquellos más reñidos o frente a rivales de mayor enjundia, sí se ha echado de menos alguien con verdadero olfato ante la portería. Es labor de Luis Enrique encontrarlo. O, al menos, que nadie se acuerde de él.
Asentar a los nuevos
La apuesta del seleccionador por la savia nueva es clara. Doce jugadores ya han debutado con él en sus nueve partidos al frente de España, solo cuatro en este último encuentro. El problema es que de los ocho anteriores solo sigue repitiendo el lateral Gayà, goleador inesperado en Stuttgart. De momento, se han quedado por el camino Ceballos, Jonny Otto, Mario Hermoso, Brais Méndez, Pau López, Canales y Jaime Mata. Todos ellos salieron inmediatamente de la rueda. Esta última lista ha destacado por la insolente juventud de alguno de sus componentes. También por su talento. Ninguna de esas dos virtudes debe ser desaprovechada en futuros compromisos. Ferrán, brillante en la segunda mitad, Ansu Fati, eléctrico desde su primera aparición, Merino y Óscar Rodríguez son las últimas adquisiciones del equipo nacional. Valores en alza que no deben quedar desaprovechados.