Historias del fútbol
El delantero mundialista que triunfó como actor secundario en decenas de "westerns” almerienses
Florencio Amarilla, que militó en varios clubes españoles, disputó la Copa del Mundo en 1958
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A lo largo de la historia han sido miles los futbolistas que tras colgar las botas han continuado ligados a este deporte dirigiendo vestuarios o trabajando en los despachos, pero muy pocos han pasado del césped al celuloide. Uno de los casos más llamativos es el del internacional paraguayo Florencio Amarilla , quien, tras jugar en las dos máximas categorías del fútbol español, se convirtió en un habitual de los "westerns” rodados en el desierto almeriense en las últimas décadas del pasado siglo.
El paraguayo Florencio Amarilla (Coronel Bogado, 3 de enero de 1935) fue internacional en 31 ocasiones y llegó a disputar el Mundial de Suecia en 1958 , marcando dos goles en tres partidos, una actuación que acabó de encumbrarle en su país. El delantero aterrizó en España solo unos meses después de acabar la Copa del Mundo para enrolarse en las filas del Real Oviedo , club en el que permaneció tres temporadas jugando en Primera división. Tras un posterior paso por el Elche , también en la élite, defendió los escudos del Constancia y del Hospitalet , ambos en Segunda, antes de firmar por el UD Almería , donde se instaló definitivamente y donde se convirtió en un extra habitual en películas del oeste rodadas en el desierto de esta provincia andaluza. Un futbolista reconvertido en actor secundario que trabajó con figuras tan importantes como Yul Brinner, Alain Delon, Charles Bronson o Ursula Andress .
Con una enorme velocidad en la hierba y una tremenda pegada, Amarilla vivió su gran noche deportiva el 14 de julio de 1957, el día que Paraguay y Uruguay peleaban por una plaza en el Mundial de Suecia 58 . La actuación del delantero, autor de tres goles (5-0), resultó decisiva para que su selección consiguiera el billete para la Copa del Mundo, la antesala de su llegada al fútbol español. Tras su estancia en varios equipos, se retiró en Almería, donde estableció su residencia y donde acabó adentrándose de manera casual en el mundo del cine. “Estaba en el Gran Hotel tomando una cerveza. Se me acercó un señor de dos metros de altura, Antonio Tarruella, un ayudante de dirección y como me vio ‘cara de indio’ me preguntó si quería participar en una película”, explicaba Amarilla, un hombre de pocas palabras, antes de su fallecimiento, en 2012. Aquella cinta, ‘100 rifles’ (1969), protagonizada por Raquel Welch, Jim Brown y Burt Reynolds , supuso su primer rodaje como actor secundario. Su papel, habitualmente, fue siempre el mismo, el de jefe indio, favorecido por los rasgos de su rostro guaraní, su poderío físico y su destreza montando a caballo.
En plena explosión de los "spaghetti westerns” los contratos se sucedieron, interviniendo en cintas como "El Cóndor" (1970), con Lee Van Cleef; "El Oro de Nadie" (1971), con Yul Brynner; o "Chato el Apache" . Amarilla acabó participando en casi decenas de western de Hollywood y en algunas películas legendarias, como "Patton" . Un filme en el que se convirtió en el primer paraguayo en ganar un Óscar, porque esa producción obtuvo la estatuilla a la "mejor película" (1970).
A pesar de su incursión en el cine, Florencio Amarilla nunca abandonó el fútbol y, como muchos otros compañeros, ejerció como técnico, entrenando a equipos modestos de la provincia de Almería como el Roquetas, Mojácar, Vera, Garrucha y Polideportivo Ejido. En 2006, con 71 años, ejerció de utillero en el Club Comarca de Níjar, viviendo en las dependencias de su estadio.
Florencio Amarilla, el futbolista-actor, murió en agosto de 2012, con 77 años,en Vélez Rubio (Almería).