Historias del fútbol

Dos décadas de la Liga en la que el Deportivo reinó en España

El 19 de mayo de 2000, el conjunto coruñés conquistó en Riazor su único título en la última jornada del campeonato, cerrando una dolorosa herida abierta seis años antes

Fran, jugador de aquel Depotivo campeón de Liga, celebra el título en Riazor AP

J. A. M. / EFE

Aquel título consagró al Deportivo entre los grandes de España. Han pasado veinte años y los coruñeses siguen figurando como el último equipo incorporado al selecto club de los ganadores la Liga , un logro que le permitió saldar una deuda histórica porque ya se había quedado dos veces a las puertas del campeonato, la última seis años antes. Los caprichos de la historia quisieron que, como en 1994, el Dépor se jugase la gloria en un mano a mano con el Barcelona . A diferencia de lo sucedido entonces en el dramático partido en el que Djukic no acertó desde los once metros ante el valencianista González, los gallegos sí salieron triunfadores y Riazor vivió una noche inolvidable .

El camino hasta alcanzar la gloria resultó complicado y la celebración del Deportivo se resistió hasta la última jornada, pero el triunfo ante el Espanyol aquel 19 de mayo de 2000 acabó poniendo la rúbrica de oro a una temporada de ensueño. Los aficionados coruñeses recuerdan hoy con nostalgia el vigésimo aniversario de su único título de Liga, un éxito sin precedente en el fútbol gallego.

Fue un viernes, el 19 de mayo del año 2000 , y, como le había pasado seis años antes, llegaba a la última jornada dependiendo de sí mismo para cantar el alirón y con la amenaza del Barcelona , que en 1994 le había arrebatado el campeonato por el famoso penalti que falló el serbio Miroslav Djukic . (La gloria tras ese penalti). Augusto César Lendoiro , entonces presidente de los gallegos, no quería que se repitiera aquel doloroso traspié y rompió una de sus reglas de oro en las semanas previas al encuentro que cerró el campeonato. "Solamente bajé una vez en la vida a un vestuario en un entrenamiento y fue unas jornadas antes de finalizar aquella Liga. Fui porque estaba viendo que iba a ocurrir algo parecido a lo del año 94. El equipo se estaba desfondando porque no aguantaba la tensión. Recuerdo decirles que éramos favoritos, el mejor equipo, con el mejor calendario y teníamos todo a favor", recuerda. El dirigente no se equipo y el deportivismo sí consiguió tocar aquella noche el cielo.

Otro subcampeonato en 1950

La Liga le debía una, o dos, porque también en 1950 (en abril se cumplieron 70 años) había rozado el campeonato , si bien entonces dependía del resultado de su rival (el Atlético de Madrid) en la jornada final de la temporada, en la que, durante unos minutos fue campeón. El ansiado campeonato llegó con Javier Irureta al frente de un banquillo del que se había hecho cargo solo una temporada antes. Aquel título permitió que Lendoiro se sacara ln espina que tenía clavada: "Por lo menos cumplimos con ese objetivo, aunque solo fuera una vez, de estar en el medallero histórico de los grandes clubes españoles".

Javier Irureta, entrenador del Deportivo campeón de Liga en 2000 Reuters

Esta vez no hubo sufrimiento, como en 1994, sino felicidad porque, además, el camino se allanó pronto con el primer gol de los deportivistas, que aquel día tenían enfrente al Espanyol y porque, además, el Barcelona tampoco era capaz de sacar su partido adelante ante el Celta de Vigo en el Camp Nou .

El Zaragoza también tenía sus opciones en la última jornada, pero tenía que ganar (empezó haciéndolo a los 5 minutos en Valencia, pero acabó perdiendo) y esperar los tropiezos del Deportivo y el Barcelona.

El hispano-brasileño Donato Gama adelantó a los blanquiazules en un saque de esquina cuando solo habían transcurrido tres minutos y el holandés Roy Makaay , que un año antes había descendido con el Tenerife a Segunda División, amplió la renta poco después de la media hora de encuentro, momento en el que el Celta ganaba 0-2 en Barcelona. Riazor lo vio claro y entonó el "campeones, campeones", sabedor de que el 'meigallo' (hechizo) se había quemado. No se movió el marcador en A Coruña y, aunque en Barcelona el encuentro acabó en tablas, el Deportivo se adjudicó el título.

El Dépor celebra la Liga AP

Lo hizo con la puntuación más baja (69 unidades) desde que el triunfo ofrece como recompensa tres puntos, en una de las Ligas más igualadas: ganó veintiún partidos, empató seis y cedió once derrotas. Sus 66 goles a favor y 44 en contra completaron los guarismos del campeón.

En la plantilla, junto a los goleadores de aquella 'final', Donato y Makaay (anotó 22 tantos aquel curso), estaban jugadores como los brasileños Mauro Silva, Djalminha y Flavio Conçeiçao , los argentinos Schürrer, Scaloni y Turu Flores, el marroquí Naybet y españoles como Fran González, Romero o Manuel Pablo , que sigue ligado a la entidad blanquiazul.

Con aquel título, el Deportivo se incorporó a la nómina de ganadores de la Liga, un selecto club de nueve equipos al que ninguno más ha logrado sumarse en los últimos veinte años: Real Madrid, Barcelona, Atlético, Athletic, Valencia, Real Sociedad, Betis y Sevilla.

La Coruña fue la séptima ciudad que pudo festejar un campeonato de Liga , el que el fútbol le debía. En un bus descapotado de dos plantas, con los jugadores teñidos de rubio, primero entre Riazor y la fuente de Cuatro Caminos y, al día siguiente, en la Plaza de María Pita, la fiesta fue inolvidable.

Debut en la Champions

Cantar el alirón por primera vez le sirvió al Deportivo para estrenarse en la Liga de Campeones , la máxima competición continental, a la que logró acceder cinco años de forma consecutiva, casi un milagro con una ciudad de solo 250.000 habitantes apoyándole.

Al embajador de La Coruña le acabó pasando factura años más tarde el dispendio de aquella etapa de gloria en la que, además, sumó a su palmarés una Copa del Rey (la del Centenariazo) y dos Supercopas de España , todos con Irureta como entrenador.

Quedarse fuera de los puestos de la Liga de Campeones obligó al Deportivo a emprender en 2005 la transición hacia un proyecto modesto que acabó en Segunda División en 2011 después de veinte años seguidos en la elite, y que, desde entonces, le ha mantenido como un equipo ascensor que ha vuelto a la categoría de plata y, además, acusa una delicada salud económica.

Los aficionados acabaron invadiendo el césped de Riazor EFE

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