Fútbol — Espanyol-Real Madrid
David López: «Para la Generalitat y TV3 está el Barça y nadie más»
El capitán del Espanyol desvela las dificultades de convivir con el Barça en vísperas del duelo ante el Madrid
Recibe el Espanyol esta tarde al Real Madrid. Uno de los partidos más difíciles para el club blanquiazul que, tras un año en Segunda, lo afronta como una fiesta. David López (Barcelona, 1989), capitán y perico de cuna, desvela las dificultades de ser del Espanyol en territorio comanche, donde lo normal es ser del Barcelona.
—¿Qué significa para usted recibir al Real Madrid?
—Realmente es un partido más. Es especial por los jugadores y la historia que tiene ese club, y por lo fuerte que es a nivel nacional y mundial, pero realmente es un partido más.
—¿Tiene más valor este partido tras un año en Segunda?
—Sí. A nivel personal sí. El año en Segunda es un baño de realidad. Vuelves a tocar con los pies en el suelo y después de muchos años en la élite te das cuenta que estas cosas pueden pasar. Aprendes a valorar ciertas cosas y volver a jugar contra este tipo de equipos hace mucha más ilusión.
—¿Es recomendable bajar a Segunda para conocer la otra realidad del futbol y valorar más lo que se tiene?
—No. Yo creo que no. Para nosotros fue muy traumático y muy duro. Supuso muchos cambios, muchas noches sin dormir, muchos momentos muy malos... Creo que no vale la pena pero sí que te pone los pies en el suelo. Hoy estás jugando la Europa League y mañana bajas a Segunda. La Primera división ha llegado a una exigencia tal que a cualquier equipo le puede pasar.
—¿Qué le dolió más, el descenso o la lesión grave de rodilla que sufrió?
—Son las dos peores cosas que puede vivir un futbolista. Antes del descenso le hubiera dicho que las lesiones, sean más o menos graves, porque te apartan del equipo y vives otra realidad, pero después de haber vivido el descenso... es otra de las cosas más duras que he vivido.
—¿El descenso se puede olvidar o queda estigmatizado?
—Queda una cicatriz, sin duda. Cuando volvimos a subir vives un momento de felicidad y de paz contigo mismo. Son momentos inolvidables pero luego te paras a pensar y te preguntas si vale la pena por todo lo que viviste anteriormente. Y sin duda es un no. Fueron momentos muy traumáticos que te marcan para siempre. Si fuera con otro club puedes llegar a olvidarlo, no lo sé. Pero cuando pasa en tu club del alma y lo vives tan de cerca y lo sufren tus amigos y tus familiares, porque es su equipo, duele más.
—Decía usted que hasta que no volviera a Primera no iba a disfrutar ni a sonreír ¿Ya sonríe?
—Sí. En el día a día tenía mis momentos de felicidad o distracción, pero muchas veces incluso mi mujer me lo decía. "No te veo del todo bien" o veía que no dormía bien. Siempre tenía la espinita esa clavada y el sentimiento de deber con el club. Parece que fue hasta fácil el ascenso... Por suerte lo conseguimos y ha quedado un poco en el olvido.
—¿Y ante el Madrid se sufre o se disfruta?
—Yo creo que se disfruta. Sobre todo después de venir de la temporada en Segunda división. Para mí, sufrir era irte al campo del Alcorcón, del Lugo, del Logroñés... y saber que te estabas jugando la vida en cada partido. Eso era sufrir. Ahora, obviamente te tienes que dejar la vida en el campo pero estás jugando ante el Real Madrid y estás en Primera división, donde tiene que estar el club.
—Por todo lo que cuenta, ¿es difícil ser del Espanyol en Catalunya?
—Sí, sin duda. Convives con un monstruo, que es el Barcelona, que lo absorbe todo, que además de cara al mundo entero parece que en Barcelona solo está el Barça y nadie más. Incluso para la Generalitat está el Barça y nadie más. U otras instituciones, como TV3. Pero al final, el que es perico lo es desde pequeño. Lo es porque su familia lo ha sido, ha vivido momentos muy buenos, muy malos y es un sentimiento que engancha mucho. Es un sentimiento de cuna porque naces con el y mueres con él. Segurísimo.
—¿Cómo se le explica a un niño en Catalunya que hay otro club que es el Espanyol?
—No es fácil. Me está pasando a mí con mis hijos. Al final, van al cole y ven siempre inputs del Barça, y los colores del Barça, y sus amigos son del Barça, y el Barça siempre gana... Convivir con eso no es fácil pero al que es del Espanyol, nace del Espanyol y su familia es del Espanyol le da igual. Al contrario. Eso nos hace hasta más fuertes.
—¿Qué haría si uno de sus hijos le pide una camiseta del Barcelona?
—(Risas) Se la tendría que regalar... Intentaría convencerle... pero si al final es su voluntad pues no tendría más remedio.
—¿Qué les diría a los que opinan que el Espanyol es el filial del Madrid, que no se emplean igual de fuerte ante los blancos que ante el Barcelona?
—Les diría que nos dejen en paz y que se fijen en ellos mismos. Nuestro club es histórico, tiene unos valores y unas ideas que están muy por encima de todas estas tonterías. No perdería el tiempo en decirles nada.
—¿La victoria del Sheriff les transmite optimismo o que van a pagar los platos rotos?
—Por una parte nos abre una puerta y nos enseña qué cosas se tienen que hacer para ganar al Madrid pero por otra que perdió contra un equipo que no es ni mucho menos de los más fuertes de Europa y que vendrá con ganas de victoria. Al final, el Madrid es así de exigente, es un club muy grande y no se puede permitir dos derrotas consecutivas. Seguramente vendrán con mucha más hambre.
—Escuchando el interés de Madrid por Mbappé ¿Qué le parece que se valore pagar cerca de 200 millones por un futbolista?
—Es complicado. El mundo del futbol mueve mucho dinero y si los clubes ingresan grandes cantidades es una forma de invertir y buscar el crecimiento del propio club. A mí lo que no me gusta tanto es la desigualdad entre clubes, que el Madrid se pueda permitir un fichaje de 180 millones y que otros clubes como el Espanyol, el Getafe, el Granada... no puedan permitirse más de 15 0 20 millones, que ya es una auténtica locura. Sin ir más lejos, el fichaje de Raúl de Tomás, 20 millones, para el Espanyol, es un locura. Ahí ves la desigualdad que hay y obviamente eso se tiene que reflejar en la competición. Pero así está montado el juego. Tienes que adaptarte e intentar competir con otras herramientas.
—Es lo que ha intentado LaLiga con el Fair Play Financiero...
—Todos los clubes estaban bloqueados, con el agua al cuello. Suerte del acuerdo con CVC, que les ha dado un poco de aire. Entiendo que los límites salariales están estipulados para las mejoras delos clubes pero hasta cierto límite. En momentos como en los que estamos se debería abrir un poco el grifo para que los clubes pudieran respirar un poco.
—¿Comparte las quejas de Piqué sobre el calendario?
—Se ha llegado a un punto que hay futbolistas que juegan una barbaridad de partidos. Es inhumano, sea el jugador que sea, la edad que tenga o el físico que tenga. Da igual, al final el fútbol es un espectáculo y se vende como tal pero desde mi punto de vista hay demasiada competición y demasiados partidos al año. Que un jugador dispute más de 70 partidos en una temporada me parece una barbaridad. Es hasta poner en riesgo la salud del deportista, de la persona. A partir de ahí, son clubes que deben tener las plantillas suficientemente amplias porque así podrían planificar rotaciones, que los jugadores descansen y que tuvieran ese margen con el presupuesto tan elevado que tienen.
Noticias relacionadas