Fútbol
David Goodwillie, el condenado por violación que dinamita el fútbol escocés
El fichaje del delantero, juzgado hace años por abusar de una chica junto a un compañero, provoca un cisma en su nuevo club y desata las críticas en todo el país
Un fichaje sobre la hora en el último día de mercado ha alterado la paz del fútbol escocés, envuelto ahora en un terremoto arrastrado por el Raith Rovers , el modesto club de la Segunda división que ha incorporado a su plantilla David Goodwillie , un delantero que hace años echó a perder una prometedora carrera al ser condenado por la violación de una chica en la que también intervino un compañero del Dundee United. Una polémica contratación que ha provocado que este conjunto arraigado en la tranquila ciudad de Kirkcaldy haya perdido a su principal patrocinador y haya sufrido también la marcha de la capitana del equipo femenino. Las críticas retumban en todo el país y a ellas se ha sumado el exprimer ministro británico Gordon Brown , uno de los hinchas más populares de un equipo que vive un tsunami.
«He puesto fin a mi colaboración de toda la vida con el Raith Rovers después del fichaje del violador David Goodwillie. He cancelado el patrocinio de la camiseta para la próxima temporada tras este fichaje repugnante y despreciable. Esto hace añicos cualquier reivindicación de ser una comunidad o un club familiar», anunció la famosa novelista Val McDermid . La pasión de escritora de ‘bestsellers’ policiales por su equipo ha ido en los últimos años mucho más allá de la celebración de los goles en Starks Park , donde da nombre a una de las tribunas del estadio. Con más de 17 millones de libros vendidos, también ha patrocinado una entidda con la que ha roto amarras por el fichaje de David Goodwillie , de 32 años.
En 2011, cuando militaba en el Dundee United, Goodwillie y uno de sus compañeros, David Robertson , fueron acusados por una mujer de abusar de ella después de una noche de fiesta. Ambos admitieron haber mantenido relaciones sexuales con la chica, pero sostuvieron que fueron consentidas. El juez determinó que la cantidad de alcohol consumida por la chica influyó en su toma de decisiones y que en ese estado «no pudo dar su consentimiento», por lo que decretó que ambos futbolistas la violaron. La falta de pruebas, sin embargo, provocó que su castigo fuera solo un pago de 100.000 libras (120.000 euros) a la mujer por los daños ocasionados. «Solo de pensar en el violador David Goodwillie corriendo por el campo con mi nombre en su camiseta me pone enferma», lamentó Val McDermid tras conocer el movimiento de su club en el mercado invernal. Críticas a las que se unió Nicola Sturgeon, la ministra principal de Escocia , quien aseguró que el hecho de que el futbolista siga jugando «nos recuerda a todos que nuestra sociedad aún tiene mucho por recorrer para que la tolerancia cero con la violencia sexista sea una realidad».
Motivos futbolísticos
«Goodwillie nunca ha mostrado ni un gramo de arrepentimiento por la violación que cometió. Su presencia en Starks Park es una mancha para el club . También voy a romper mi abono de temporada. Esto es descorazonador para mí y para otros aficionados», añadió la escritora en un comunicado. Para fichar al futbolista se realizó una votación en la cúpula directiva y la mayoría dio luz verde a la incorporación bajo el argumento de dar una segunda oportunidad al atacante. «Entendemos la gravedad de lo que ocurrió hace diez años, pero como club apoyamos completamente la rehabilitación. Muchos factores han influido para llevar a cabo este fichaje, pero el primero y más importante es que ha sido una decisión futbolística», justificó la directiva del Raith Rovers .
Pero la presencia de Goodwillie, que también ha militado en clubes como el Dundee United, el Aberdeen, el Crystal Palace , ha generado un cisma en el propio club porque el equipo femenino ha renunciado a vestir la actual equipación, anunciando que usarán una nueva sin el escudo de la entidad y que su intención es cambiar el nombre del equipo y trasladarse de campo. Una polémica que seguirá dando que hablar en Escocia.
