Fútbol
La cuarta final de Xavi con el Barcelona
El técnico se juega la continuidad en la Europa League tras caer en la Champions, la Supercopa de España y la Copa
El equipo azulgrana, que empató en el Camp Nou, necesita ganar en Nápoles para pasar de ronda
El rendimiento de los fichajes invernales y la mejoría en el juego coral del Barcelona ha devuelto cierto optimismo al socio culé, aunque hay que refrendar con resultados esa ilusionante intuición. Ante el Nápoles se juega Xavi buena parte del crédito que le concedieron cuando sustituyó a Koeman para despertar de la depresión a un equipo anodino y plano. «Es una nueva final», asegura el técnico en un mensaje que repite como un mantra y que despierta cierta dudas teniendo en cuenta su bagaje en partidos decisivos. Aunque el entorno se muestra comprensivo con el egarense y cubre de elogios desmesurados sus aciertos, hay una corriente crítica que recuerda los importantes tropiezos que ha tenido hasta el momento.
«La Europa League es nuestra realidad» , lamentó para justificar la eliminación en la Champions League. Cierto que heredó un equipo en declive pero si hubiera ganado al Benfica en el Camp Nou (ni siquiera fue capaz de marcarle un gol), ahora el Barcelona estaría disputando los octavos de final del máximo torneo continental. Esa fue la primera final verdadera que se le escurrió entre las manos a Xavi, porque sus jugadores fueron a Múnich dos semanas después asumiendo que ganar al Bayern era imposible.
La Supercopa de España y la Copa del Re y son dos títulos que se le escaparon en prácticamente una semana. El Real Madrid eliminó a los culés en la semifinal de Riad (Arabia Saudí), prórroga mediante, y el Athletic Club hizo lo propio en los octavos de final de la Copa del Rey. Los tres partidos de cara o cruz cayeron del lado del rival. Llega ahora el cuarto, encriptado en un torneo de segunda para el Barcelona pero cuyo premio es demasiado goloso para obviarlo. Ganar la Europa League da acceso a disputar la Champio ns el próximo año, además de enjugar parte de las pérdidas económicas generadas por la pronta eliminación de este año en la fase de grupos. El 1-1 de la ida obliga a ganar en el Diego Armando Maradona. Las victorias ante el Atlético (4-2) o el Valencia (1-4) conceden cierto optimismo, avalado por el rendimiento de Aubameyang, Adama y Ferran Torres . No obstante, un nuevo tropiezo, además de la decepción, obligaría al Barcelona a quedar entre los cuatro primeros de la Liga para poder viajar a los escenarios europeos más glamourosos el próximo año.
No tuvo suerte el Barcelona en el sorteo. Tampoco el Nápoles , aunque los italianos salvaron la ida con un empate (1-1) y ahora gozan del factor campo. «Veo el partido muy difícil. Tendremos que intentar ser soldados en un videojuego que luchan para conquistar el lugar. O disparas o te matan», avanzó Luciano Spalletti, que aseguró que «no hay favoritos». «Este partido dejará fuera a uno de los dos grandes de esta competición y ambos equipos quieren ganar antes de llegar a la prórroga», añadió el entrenador del Nápoles.
Noticias relacionadas