Fútbol internacional
Cruyff, el inventor del fútbol total
Cambió este deporte. Fue el líder del Ajax que revolucionó el juego con un poderío físico arrollador. Ha muerto viendo al Barça que reina con su estilo
Los futbolistas españoles conocieron a Cruyff el 12 de junio de 1966. Nuestra selección disputó un partido amistoso contra el Ajax, que venció 1-2 en Riazor. Pirri, Luis Suárez, Gento, Iríbar, Adelardo y otros internacionales sufrieron ante la velocidad y el regate de aquel «diablillo», como lo define Pirri, que corría como una gacela. Di Stéfano le conoció en 1962 cuando era un crío, recogepelotas en la final de la Copa de Europa contra el Benfica de Eusebio.
Hoy juega al fútbol en el cielo, junto a Di Stéfano. Kubala y Luis Aragonés les sirven los pases medidos; menudo partido. Y menuda tertulia posterior
Pocos años después se convirtió en el mejor jugador del mundo. Ya fumaba. Trabajar durante años de limpiabotas en el Ajax y de cuidador del vestuario, junto a su madre, era duro. El tabaco era una escapada psicológica. Ese vició alimentó el cáncer que le fue detectado el 22 de octubre del año pasado. Ese cáncer le derrotó ayer, a los 68 años. Ya está en el cielo junto a su buen amigo Di Stéfano, a quien disputó, junto a Pelé, el liderazgo universal de mejor futbolista de la historia. Se ha ido el hombre que dirigió la revolución del fútbol total que el Ajax impuso desde 1971.
La bandera del Barcelona ondeaba ayer a media asta en el Camp Nou. Los aficionados se acercaban al estadio para saber cosas de su ídolo. El fútbol moderno es culpa de Cruyff, de Neeskens, de Krol, de Blackenburg y de su entrenador, Rinus Michels. Johann era huérfano de padre desde los doce años y Michels se erigió en su padre deportivo. Preparó para él una programación física muy estricta. Su cuerpo flaco, enclenque, debía soportar los envites del balompié. Tenía regate, talento y velocidad. Le faltaba fuerza . La adquirió. Dejó los estudios y se dedicó al fútbol profesional.
Era el limpiabotas del Ajax
«Con mi primer dinero como jugador hice que mi madre dejara de trabajar como limpiadora en el Ajax», decía Jopie, como ella le llamaba. Y él dejó de limpiar las botas de los jugadores. Mamá había presionado en el club para que su hijo fuera seleccionado años antes entre cientos y cientos de niños que deseaban ser futbolistas de su amado equipo «ajaccied».
Así nació una carrera triunfal. Campeón de la Copa de Europa tres veces consecutivas, ganador del Balón de Oro en otras tres ocasiones, perdedor en la final del Mundial de Alemania 1974, fue buen amigo de Di Stéfano, su ejemplo a seguir. «Conocí a Alfredo y a Eusebio en 1962, en la final de la Copa de Europa entre el Benfica y el Real Madrid ¡Yo era recogepelotas! Después, con el paso del tiempo, tuve muy buena relación con Di Stéfano», subrayaba el holandés.
Hoy, Memorial en el estadio
Tras cosechar las tres Copas de Europa con el Ajax , fichó por el Barcelona en 1973. Hoy, el club abre un «Espacio Memorial» en el Camp Nou, en el estadio donde brilló como futbolista y creó un estilo arrollador como entrenador que se ha perpetuado décadas más tarde bajo la dirección de Guardiola, de Vilanova y de Luis Enrique. Los seguidores podrán rendir homenaje hoy a su ídolo. Habrá fotos, vídeos y un libro de condolencias que suscitará colas en la casa azulgrana.
Con él todos ganamos más dinero», reconoce Asensi, el pulmón del Barcelona de Johan y Neeskens
Llegó Cruyff en 1973 y revolucionó también el fútbol español. Su personalidad cambió los comportamientos d e los jugadores . Ganó una Liga y una Copa vestido de azulgrana, pero lo más importante fue que su contratación supuso una evolución económica para todas las plantillas.
Benegas: «No pises el área o te parto la pierna»
Rexach, Asensi, Marcial, Sotil y otros compañeros vieron cómo sus fichas crecían. «Todos ganamos más dinero gracias a él», reconoce Asensi, el pulmón de aquel Barcelona. En el césped, el holandés era un torbellino. Trajo en jaque a todas las defensas. En un partido en el Calderón, frente al Atlético, fue disciplinado por una vez en su vida. En la salida del vestuario al césped, el central paraguayo Benegas le dijo con escueta claridad: «No pises el área. Como entres, te parto la pierna» . Johann lo cumplió al pie de la letra. La velocidad de su regate con el balón pegado al pie era colosal. Su arrancada, imparable. Muchos zagueros le hicieron «advertencias» similares. Eran otros tiempos, sin televisiones para grabar aquellas «conversaciones».
Tras militar cinco años en el Barcelona, volvió a triunfar en el Ajax y en el Feyenoord. Militó unos meses en el Levante . Ya pensaba en su carrera como técnico. Regreso a Holanda.
Creó un estilo de equipo
Comenzó en los banquillos en 1984. Fichado por el Ajax, transformó el club. Creó una escuela de fútbol ofensivo con un sistema que impuso en todas las categorías. El Barcelona cazó ese proyecto el 4 de mayo de 1988. Triunfó . Ganó cuatro Ligas consecutivas, una Champions y transformó la psicología del club.
Estuvo ocho años, hasta 1996. Pero en realidad estuvo siempre . Fue el consejero deportivo de todos los periodos del Barcelona, quien señalaba fichajes y bajas, especialmente en el mandato de Laporta, desde 2003 a 2010 .
Amsterdam Arena: Homenaje en el minuto 14
Hoy, su filosofía triunfa como el modus vivendi del Barcelona , que es más que un club, sí: es el espíritu de Cruyff reflejado en el césped. El culpable de las críticas que soporta el Real Madrid desde que Guardiola, que jugó a sus órdenes, recuperó esa esencia.
La familia ha pedido que se respete su intimidad. El partido Holanda-Francia se detendrá hoy en el minuto catorce, su número, para rendirle homenaje. El Memorial del Camp Nou se llenará hoy. Su legado es perenne en el Barcelona. Ya juega al fútbol con su amigo Di Stéfano en el cielo, junto a Luis y Kubala como pasadores de lujo.
Noticias relacionadas