La Liga
El coronavirus expulsa al fútbol de los bares
La Premier adelanta sus horarios para evitar el toque de queda en los pubs. En España, esta medida sería muy complicada de ejecutar por el peso que tienen los operadores
La segunda ola del Covid-19 no azota solo con fuerza en España. La gran mayoría de Europa está inmersa en ella, y las islas británicas son una excepción. El Brexit les aleja del Viejo Continente, pero el virus no entiende de cuestiones políticas. En Inglaterra, la pandemia golpea día a día la vida de sus habitantes y son muchas las restricciones que se han vuelto a aplicar con el objetivo de doblegar la curva de contagios. Una de ellas, el toque de queda a las 22.00 horas a bares, pubs y restaurantes de Inglaterra y Gales. Una medida que provocó una rápida reacción por parte de la Premier para aminorar el daño que se le avecina a la hostelería, que calcula una pérdida mínima de beneficios de alrededor de 2.000 libras por semana.
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Los partidos de la liga inglesa, la FA Cup y la Copa de la Liga que se vayan a disputar entre lunes y viernes, porque los del fin de semana nunca traspasan ese umbral de las 22.00 horas, lo harán con un horario tope de inicio: las 20.00 horas. De este modo, todos los encuentros podrán verse de principio a fin en los pubs. La medida ya se puso anoche en marcha en el Liverpool-Arsenal, que en un principio estaba previsto que comenzara a las 20.15, horario que impediría ver los minutos finales y el descuento a los hinchas en un local de hostelería. Un drama para muchos fans, si tenemos en cuenta que en Inglaterra y Gale s ocho de cada diez aficionados ve los partidos de fútbol en un pub. No es baladí el porcentaje.
Preocupación
Solucionado el problema en Inglaterra, este podría trasladarse ahora a España, donde ya más de un millón de habitantes de Madrid viven en barrios donde los bares deben cerrar a las 22.00, no se permite el servicio en barra y el aforo se ha restringido al cincuenta por ciento. Una triple medida que podría extenderse a toda la capital, si finalmente el Gobierno logra su objetivo de confinar Madrid, y que es una nueva estocada a uno de los sectores más afectados por el coronavirus, que ahora se verá también privado de la sustanciosa caja que hacen cuando el Real Madrid, el Atlético o el Barcelona aparecen en sus pantallas.
Los horarios del fútbol en España no son los de Inglaterra. Aquí el prime time empieza a las 21.00, y los operadores que tienen los derechos del campeonato español, que suponen la mayor fuente de ingresos de la Liga , tienen el peso absoluto en la elección de los horarios. Estos suelen ubicar, como mínimo, a uno de los tres grandes de nuestro fútbol en la franja horaria del fin de semana de las 21.00 horas, y en la de las 21.30 de los encuentros de entre semana. Solo hay que echar un vistazo a las dos próximas jornadas para comprobar este «timing». Mañana, el Real Madrid-Valladolid está fijado a las 21.30 horas, y el jueves el Celta-Barcelona será a la misma hora. El fin de semana, el Barcelona-Sevilla se disputará a las 21.00 del domingo. Ninguno de estos tres partidos se podrá ver al completo en los bares de los 45 áreas confinadas entre la ciudad y la Comunidad de Madrid.
Desde la Liga transmiten su solidaridad y preocupación por el delicado momento que vive la hostelería y están pendientes de cualquier decisión de las autoridades, no solo en Madrid sino en el resto de España, que pudiera afectar a la emisión de los partidos del campeonato en los establecimientos hosteleros, pero también reconocen que es muy difícil encajar todas las piezas del puzzle y que a la hora de decidir los horarios, los operadores tienen prioridad.
Ayudas
Mediapro, la poseedora de los derechos de la Liga en los bares de nuestro país, también está poniendo su granito de arena con la situación de la hostelería. Primero, puso en marcha la campaña #Salimosaremontar, una iniciativa de LaLigaTVBar que impulsaba la reanudación del sector a la par que volvía el fútbol. Además, desde la popular aplicación Futbar pusieron al servicio de sus usuarios un sistema de reservas y venta de consumiciones anticipadas. Por último, han ampliado a septiembre y octubre la reducción a la mitad de la cuota a las distintas plataformas que emiten el fútbol en los bares, iniciativa que ya llevó a cabo en junio, julio y agosto. Un bar suele pagar aproximadamente unos 300 euros al mes por ofrecer todos los partidos de la Liga a sus clientes, pero la mayoría de ellos ha visto reducida esta cantidad gracias a esta medida en cadena de Mediapro y plataformas.
Desde el estallido de la pandemia, en España se han cerrado más de 50.000 establecimientos hosteleros de los 300.000 que hay en España, y la previsión es que la cifra aumente a 100.000 antes de que finalice 2020, lo que supondría un tercio del total. Una cifra gigantesca que ha provocado una importante caída del números de bares que ofrecen el fútbol, lo que también repercute en los ingresos de la Liga.
El mazazo del toque de queda se une al golpe de la prohibición de fijar partidos los lunes y los viernes, como así se lo hizo saber José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España , a la Liga en una carta que le remitió la pasada semana: «Nuestros bares y restaurantes son, entre otras cosas, un centro de reunión social de forma muy especial en torno al fútbol. Le expresamos nuestra preocupación por la intención de reducir a sábados y domingos los días en los que se celebran partidos de la Liga, dejando viernes y lunes sin este impulso de consumo para nuestros establecimientos. Le proponemos explorar nuevas posibilidades para hacer más activo ese binomio de hostelería-fútbol».
«El toque de queda actual en Madrid que impide a muchos establecimientos ofrecer el fútbol a sus clientes es otra barrera más en una catarata de medidas que se está cebando contra la hostelería», reflexiona a este periódico Yzuel , que recuerda que cada vez hay más bares especializados en fútbol y que son muchas las personas que, incluso teniendo la plataforma contratada en casa, elige irse a un bar con familiares o amigos: «Sabemos que en el tema de los horarios no tenemos nada que hacer, pero seguiremos peleando por encontrar soluciones a todos los contratiempos que surjan», sentencia.