Coronavirus

Una bronca en el Rayo para acabar con ERTE

Tras dos días entrenándose en casa como protesta, los jugadores vuelven hoy a la Ciudad Deportiva. Ayer, tensión, gritos y empujones entre Paco Jémez y Cobeño

Paco Jémez Rayo Vallecano

Rubén Cañizares

Tras dos días sin acudir a la Ciudad Deportiva y entrenarse de modo individual en sus domicilios, los futbolistas del Rayo volverán a ponerse hoy a las órdenes de Paco Jémez. El pulso lanzado por los jugadores, inmersos aún en un ERTE a pesar de que su actividad habitual ya es una realidad desde la pasada semana, logró el efecto deseado en 48 horas de tensión entre plantilla y club: «Tras la reunión mantenida con el entrenador del primer equipo, y tras constatar que las necesidades de carga de trabajo de la primera plantilla para los próximos días deberán exceder de lo inicialmente pautado el pasado 12 de mayo, se ha decidido modificar el tiempo de trabajo marcado en el ERTE para adaptarlo a las nuevas necesidades de trabajo del primer equipo», explicó ayer el Rayo Vallecano en un comunicado emitido a media tarde.

Traducido al castellano, todos los jugadores de la primera plantilla, además de dos personas del departamento de comunicación, otro par de ellas del área de mantenimiento y el encargado de la Ciudad Deportiva salen del ERTE y vuelven ya a recibir el cien por cien de sus emolumentos. En el caso de los futbolistas, se vio así cumplida su reivindicación una vez que ya ejercían su oficio de manera normal, algo que no compartía la entidad dirigida por Martín Prensa, que hasta ayer y a pesar de acumular diez días de entrenamientos, solo había sacado del ERTE a Paco Jémez y al resto de empleados del cuerpo técnico. Todos ellos cumplían horas de trabajo diarias estipuladas en su contrato, y en el caso de los futbolistas las que marca el artículo 8 del convenio colectivo de AFE y la Liga, aunque el Rayo negara dicha evidencia.

Como una pretemporada

«El convenio lo dice claro. El tiempo que el futbolista se encuentra bajo las órdenes del club comprenderá entrenamientos, concentraciones y desplazamientos, y reuniones de tipo técnico. Y los contratos, tanto federativos como privados, nunca hacen referencia a la jornada de trabajo, si tiene que ser de 08.00 a 15.00 horas ni nada por el estilo. La situación es enteramente comparable a la de una pretemporada, por lo que hay ninguna razón para que se les siga manteniendo el ERTE si se les exige volver a entrenar en las mismas condiciones que antes de la pandemia», explica a este periódico Toni Roca, experto en derecho deportivo y CEO de Himnus-Football Lawyers .

El ejemplo de la pretemporada es muy cercano al momento actual, y como explica Roca ningún club toma jamás la medida de reducir los sueldos de sus jugadores cuando estos están de pretemporada. De ahí el enfado de Paco Jémez con el club, por perder días de entrenamiento que le deja en desventaja frente a sus competidores, y la bronca de ayer a primera hora de la mañana en la Ciudad Deportiva, captada por las cámaras de TVE, entre el técnico franjirrojo y el director deportivo, Cobeño, con gritos, empujones y expresiones malsonantes. Por suerte, todo quedó en «una discusión de amigos», según argumento el propio Jémez, y hoy el Rayo ya vuelve a entrenarse como cualquier otro equipo de Segunda, sobre el verde.

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