Liga italiana
La concentración de castigo del Nápoles
El presidente quiso encerrar por su pobre rendimiento a la plantilla, que no acató la decisión del club
El Nápoles de Carlo Ancelotti está en el caos y con enorme tensión, al protagonizar la plantilla un amago de rebelión contra su dueño, Aurelio De Laurentiis , un personaje singular. El productor de cine enfureció tras empatar su equipo (1-1) en el estadio de San Paolo frente al Salzburgo en la clasificación para octavos de la Champions League. Los italianos perdieron la cabeza del grupo y no lograron dar por cerrada, como se esperaba, su clasificación, que ahora se le presenta complicada. De Laurentiis, lleno de rabia, ha utilizado la mano dura contra los jugadores, que se rebelado contra la decisión presidencial.
El ambiente se había caldeado ya el pasado sábado, cuando el Nápoles perdió (2-1) en el estadio Olímpico ante el Roma, un tradicional adversario con el que mantiene gran rivalidad, cayendo al séptimo puesto del campeonato doméstico. Después de esa derrota, De Laurentiis ordenó que el equipo debía permanecer concentrado hasta el partido frente al Génova, que se jugará el próximo fin de semana.
Sin embargo, tras el empate contra el Salzburgo, los jugadores, que estaban irritados por la decisión de De Laurentis de mandarlos al «retiro», no volvieron a la concentración del centro deportivo del Nápoles situado en Castel Volturno , a 40 kilómetros de la capital de la región de Campania.
Una fuente próxima al vestuario ha explicado a ABC la posición de los jugadores, que señalan que no se ha tratado de un motín: «El presidente, en lugar de ir al vestuario y hablar de buenas maneras, realizó por su cuenta unas declaraciones en las que dijo que la plantilla debía estar hasta el domingo en «retiro constructivo» . Los jugadores piensan que en realidad se trataba de un «retiro punitivo», de castigo», relatan dichas fuentes, que confirman que los futbolistas del conjunto napolitano se reunieron y decidieron marcharse a casa tras el empate contra el Salzburgo, al consdierar que no podían consentir que se les «faltara al respeto». «Si hubiera llegado –añaden– de la mano del entrenador con buenas maneras a proponer esta medida, la plantilla podría haber aceptado, pero hubo una negativa al entender que en realidad se trataba de un castigo».
Ancelotti, en el alambre
Mientras los jugadores durmieron en casa, tanto Ancelotti como el resto del cuerpo técnico sí regresaron a la concentración. A pesar de que el técnico italiano, que fue campeón de la Champions con el Milán y el Real Madrid, dijo públicamente que no compartía la orden del presidente, tuvo que acatar las directrices porque se arriesgaba a duras consecuencias disciplinarias.
Partidario de una férrea disciplina, De Laurentiis nunca hubiera imaginado que sus jugadores podrían llegar a rebelarse contra una de sus decisiones. En consecuencia, su reacción ha sido durísima: Multas, e imposición de la ley del silencio hasta nueva orden, con riesgo incluso de destitución de Ancelotti .
Los jugadores volvieron ayer a Castel Volturno. El entrenador mantuvo una discusión con De Laurentiis que diversos medios califican de tormentosa. El presidente ha mantenido también largas reuniones con sus abogados para acordar determinadas medidas frente a los jugadores y el entrenador. En un duro comunicado, el dueño del Nápoles expuso su intransigente postura: «La Sociedad comunica que procederá a tutelar sus propios derechos económicos, patrimoniales, de imagen y disciplinarios en cada sede que corresponda. Se precisa además de haber confiado al entrenador Carlo Ancelotti la responsabilidad sobre la decisión de la concentración del equipo. Finalmente, se comunica que se ha impuesto el silencio con la prensa hasta una fecha por determinar», concluye la nota del club.
En definitiva, el club prepara fuertes multas a los jugadores. Además, según «La Gazzetta dello Sport», De Laurentis estudia con sus abogados la posibilidad de rescindir el contrato a Carlo Ancelotti.