Fútbol
El clásico de las estrellas adolescentes
Los jóvenes, protagonistas en un Barcelona-Real Madrid que pretende superar la nostalgia de aquel pasado reciente cuando fueron los mejores
La sombra de Cristiano y de Messi es demasiado alargada. Con ellos, Real Madrid y Barcelona alcanzaron su cenit en la década pasada y, tras su marcha, nada ha vuelto a ser lo que un día fue en sendos clubes. Esta situación, esta dolorosa despedida a ambas leyendas, por supuesto ha repercutido negativamente en el nivel y en el pedigrí de La Liga. Sin embargo, aunque los choques entre Barcelona y Real Madrid se hayan devaluado, un clásico siempre paralizará al mundo , porque siempre será uno de los eventos deportivos más importantes del año.
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Ambos gigantes -el Barça, condenado a una depresiva reconstrucción; y el Madrid, un club estable que despide poco a poco a una generación de oro al mismo tiempo que busca volver a reinar en Europa- regalan su presente al talento de sus estrellas emergentes. Así, con el permiso de Benzema, Modric, Piqué o Memphis, las luces del clásico enfocan a Rodrygo, Vinicius, Ansu Fati y Gavi ; chicos jovencísimos que nacieron en el mismo siglo XXI pero que ya son determinantes en dos entidades centenarias.
La revolución brasileña
Mientras que Benzema vive en su tardía madurez la mejor etapa de su carrera -es el hombre moral y futbolísticamente más importante del Madrid y se postula como claro candidato al Balón de Oro-, en ambas alas del ataque blanco brillan con fuerza Vinicius y Rodrygo. El primero, de 21 años, vive su temporada de consagración en la primera plantilla madridista. Suma 7 goles en 11 partidos -uno más que en la campaña pasada, cuando jugó 46 encuentros-, pero al margen de su auge goleador, el de Sao Gonçalo está maravillando a Ancelotti gracias a su atrevimiento, su carácter y, principalmente, su magia. Es un futbolista que justifica el precio de una entrada , que mediante su ingenio capta adeptos acérrimos al balompié en el gremio infantil.
El segundo, Rodrygo , de 20 años, aún no goza del status de su homólogo en la banda derecha. Sin embargo, es un futbolista en el que se intuye una sobriedad de cara al gol ciertamente innata y que poco a poco está ganándose la confianza del veterano entrenador italiano gracias a su trabajo en ambos lados del campo. Además, es un tipo de atacante polivalente sobrado de calidad, capacitado para recibir al espacio o al pie y que se asocia de maravilla con el triangulo Kroos-Modric-Benzema.
Vinicius será titular en el clásico, su impacto en el equipo lo merece. Asimismo, Rodrygo cuenta con bastantes opciones de partir mañana de inicio, en detrimento de Hazard , tras su gran partido ante el Shakhtar; las palabras de su técnico así lo demuestran: «Rodrygo ha cumplido, ha hecho su trabajo defensivo, me ha gustado en las contras. Puede ser titular contra el Barcelona , cuando un jugador juega este tipo de partido es difícil cambiarlo».
Otros representantes de este Madrid adolescente son Miguel Gutiérrez y Eduardo Camavinga . El lateral, después su meteórico debut en el final de la campaña pasada y sus buenos minutos en ataque en este curso, tiene complicado estar en el clásico en una banda izquierda regentada comúnmente por el recuperado Mendy o David Alaba. Por su parte, Camavinga, de solo 18 años, esperará en el banquillo y, probablemente, dará descanso a alguna pieza del medio del campo en el trascurso de la segunda mitad en el Camp Nou.
Resurgir a raíz de sus orígenes
En el Barcelona corren tiempos raquíticos. Pocos son los motivos para sonreír cuando una crisis institucional de tal calibre azota a un club acostumbrado a la excelencia deportiva. Sin embargo, entre la desazón, uno de los pocos aspectos que deslumbran a la afición culé es el talento emergente que sus categorías inferiores han producido recientemente. Jugadores como Pedri , que tristemente se perderá el clásico debido a una lesión en su cuádriceps derecho, o Gavi , que con tan solo 17 años se ha hecho con los mandos de la medular azulgrana e incluso ha sido trascendental en la fase final de la Liga de Naciones con la selección española, recuperan la esencia más primigenia del Barça: el juego por encima de todo.
La esperanza en los jóvenes bajitos se complementa con la mayor ilusión azulgrana desde que Messi debutara en Montjuïc ante el Espanyol: Ansu Fati . El delantero, tras 323 días sin vestirse de corto debido a un calvario de operaciones en su rodilla izquierda, ha vuelto a maravillar al Camp Nou. Suma dos goles y una asistencia en los tres partidos en Liga que ha disputado tras decir adiós a los problemas físicos. Está tan rápido, explosivo y hermanado con el gol como antaño, cuando saltó a la escena del fútbol de élite con solo 16 años. En su corta experiencia en el Barça de Koeman en esta campaña ha mezclado de fábula con Memphis. Lo normal es que ambos empiecen de inicio contra el Real Madrid.
Por otra parte, tanto Dest como Eric García -ambos con 20 años- suenan con fuerza para partir en el once titular azulgrana en el clásico. Nico , un pivote que ha demostrado estar preparado para las exigencias del primer equipo, aguardará su oportunidad en el banquillo.
Los jóvenes, protagonistas en un clásico que pretende superar la nostalgia de aquel pasado reciente cuando fueron los mejores.