Cara y cruz para Koeman

La eliminatoria copera ante el Granada constató el cambio de mentalidad del Barcelona y la confirmación de que desde el negro horizonte que se vislumbraba se filtra una leve luz de esperanza. No obstante, también ha dejado reflexiones que Koeman habrá anotado en su libreta, entre ellas la verificación del creciente estado de forma de Antoine Griezmann y el decepcionante desengaño sufrido con Samuel Umtiti , que por unos momentos se había asemejado al implacable central que ganó el Mundial y se ganó una millonaria renovación con el club azulgrana.

Cara y cruz para Koeman, que gana en efectividad ofensiva después de varios meses adoleciendo de falta de gol pero que persiste en comprobar la fragilidad defensiva de una zaga que consiente excesivas ocasiones a causa de errores individuales . El tobogán de sensaciones que se vivió en Granada lo corroboró de forma tan gráfica como la prueba del algodón.

Antoine Griezmann fue uno de los grandes protagonistas de la épica remontada. Primero anotó el gol (min.88) que permitió soñar con la clasificación y cuatro minutos después asistió a Jordi Alba para forzarla prórroga. Su actuación la culminó con el tercer tanto y una nueva asistencia a Alba para que el lateral cerrara el marcador (3-5) y certificara el pase a semifinales. Su excelente intervención ratificó el excelente momento de forma que atraviesa , con siete goles y seis asistencias desde que dio comienzo el 2021. Diez partidos en los que ha justificado por vez primera el desembolso que hizo el Barcelona la pasada temporada abonando su cláusula de rescisión (120 millones de euros). Este año ha anotado en todas las competiciones y suma 12 tantos, seis de ellos en la Liga.

«Griezmann está a tope, marca goles, da asistencias...», elogia De Jong. Aunque el francés prefiere mantener la prudencia: « Ahora falta ser regular . Estoy muy bien y quiero seguir así hasta el último partido de la temporada. Sé que tengo la confianza del entrenador y de mis compañeros», apunto. Precisamente Koeman quiso tener unas palabras hacia él: «Antoine siempre ha trabajado a tope para cambiar el chip, para tener más suerte. Es importante para él. Con él así somos todavía más peligrosos ». El galo ha recuperado la sonrisa y su implicación en el equipo se aprecia con cada gol, haciendo piña y abrazándose con Messi.

El tardío despertar de Griezmann ha supuesto para el barcelonismo una alegría inversamente proporcional a la provocada por Umtiti, que quedó retratado en los dos goles del Granada justo el día que podría haber debutado Éric García si los candidatos a la presidencia hubieran atendido a las peticiones de Koeman. Si el primero fue tras un grosero error del central, en el segundo, tras una carrera al contraataque de Soldado (35 años), quedó ridiculizado. «Entramos muy bien en el partido. Un error por jugar donde no se puede jugar nos costó el primer gol . Luego vino el 2-0», se limitó a comentar Koeman con cara de pocos amigos.

Umtiti , que antepuso los intereses de su selección a los del club arriesgando su rodilla para disputar el Mundial, no ha querido pasar por el quirófano, elevando el malestar existente en el club, que a causa de sus problemas físicos y su elevado salario se ve incapaz de encontrarle un club de destino. Este año solo ha podido completar tres partidos. Su recuperación parece haber sido un espejismo en el desierto.