Salvador Sostres
La cara de Messi
Messi puede hacer cosas muy grandes pero no puede hacerlo todo ni puede hacerlo solo
La cara de Messi el domingo en el Camp Nou, viendo cómo el Real Madrid y particularmente Cristiano en sus cinco minutos le pasaban por encima, es la cara de quien sabe que un ciclo ha terminado y puede que con el ciclo lo mejor de su carrera deportiva. Sigue siendo el mejor jugador del mundo pero su engranaje se le ha desmoronado. No se han sabido sustituir las piezas que se han ido marchando y las que quedan están ya muy gastadas. La desolación de Messi el pasado domingo va más allá de lo anecdótico del resultado y es la tristeza de un equipo que ha ido apagándose poco a poco porque ha sido abandonado por la grosera incompetencia de sus directivos.
Messi puede hacer cosas muy grandes pero no puede hacerlo todo ni puede hacerlo solo y hoy sabe que lo que tiene a su alrededor no es de la calidad suficiente para lograr las gestas del pasado. No es un detalle menor que su renovación, pese al acuerdo que se anunció, todavía no se haya oficializado. A pesar de su falta de elocuencia ante las cámaras es un chico muy listo que sabe perfectamente a qué juega y qué se juega en cada momento , y las condiciones deportivas que hoy le ofrece el Barcelona son muy inferiores a las que necesita para brillar y para que su equipo brille con él y alcance los éxitos deseados.
Messi no está bien y no es un capricho, sino la suma de tantos despropósitos que no hay artículo suficientemente largo para poderlos uno a uno detallar. Además, es curso de mundiales y es normal que el argentino no quiera arriesgar para su club más de lo que su club ha arriesgado para él, de modo que como en años anteriores ante estas circunstancias podríamos verle más ausente de lo normal .
Messi es el Aston Martin de James Bond en un garaje con goteras y conducido por un patán. Los grandes coches, como los genios, pueden con el más sofisticado enemigo , pero la inesperada estulticia de un idiota les puede noquear.