Selección española
El caos perturba a Robert Moreno
Obsesionado con el orden, no le gustó nada que España perdiera el control ante Noruega. El doble pivote con Busquets y Rodri garantiza más equilibrio
El día después del discretísimo empate ante Noruega , España se ejercitó por la mañana en Oslo, comió en su hotel de concentración y por la tarde viajó rumbo a Estocolmo , cómodo trayecto a menos de una hora en avión con un paisaje estupendo. La selección, pues, ya está en Suecia para disputar mañana el duelo más exigente de esta fase de clasificación para la Eurocopa , todavía sin atar por ese penalti de Kepa en la prolongación que castigó, con justicia, la mala noche del equipo. Basta un punto ante los suecos, pero tiene trabajo Robert Moreno , al que le molestó que sus chicos perdieran el control en el Ullevaal Stadion. Más que nada porque el técnico es de los que no deja nada al azar y al que le se le llevan los demonios cuando el fútbol se convierte en un caos, que es justo lo que le pasó a España.
Antes de que Robert Moreno fuera un rostro famoso en el mundo de la pelota, escribió un libro, «Mi receta del 4-4-2», en el que explicaba que el descontrol le provoca cierta ansiedad. «La idea es generar un juego colectivo organizado que reduzca los momentos de caos y la falta de control sobre el mismo», se puede leer en su obra.
El caso es que España, por norma un equipo fiable y que lo basa todo en la posesión y en el buen uso que se haga de ella, se perdió de mala manera en Noruega y no supo defender el resultado en el tramo final . «Claro que la solución era tener el balón, pero al final la pierdes, meten balones... El fútbol se vuelve incontrolable cuando hay balones largos. No nos gustaba, pero sucedía», argumentó en la sala de prensa. Para los futboleros más puros, Moreno es una bendición , muchísimo más pendiente del juego que del folclore, interesado en expresar un mensaje casi científico. «Puedo interpretar que el partido se vuelve loco porque ellos no tienen nada que perder, arriesgan... Hemos tenido varias ocasiones claras y, si marcas, el descontrol que proponen pierde sentido. Tampoco puedes desprotegerte, si tienes arriba a seis, no puedes pensar que no pasará nada con cuatro. Necesito ver el partido para entender lo que ha sucedido. No hay un motivo único», añadió en su respuesta. «Cuando el rival se ha puesto a jugar en largo, por alto, el fútbol se vuelve caótico». Y he ahí la peor de sus pesadillas, el caos.
Efectivamente, España se enredó sin saber qué hacer con la pelota y se sucedieron las pérdidas (71 pases incompletos) , incapaz de alterar la preocupante tendencia ni siquiera cuando entraron Rodri y Santi Cazorla , quien se alineó con el entrenador en la zona mixta. «Teníamos que haber controlado mejor el partido. Apretaron mucho, jugaban en largo y no controlamos las segundas jugadas para bajar el ritmo. Nos costó tener la pelota y más calma. Cuando recuperábamos ellos apretaban muy arriba y eso hacía que volvieran a atacar rápido. Eso no lo controlamos. Hay cosas a mejorar ante Suecia, no encontramos espacios entre líneas», argumentó el asturiano, renacido a los 34 años después de pasar por un calvario con tantas lesiones.
Socio para Busquets
La situación no adquiere tintes dramáticos, pero invita a pensar en alternativas para un centro del campo que necesita más. Busquets , que en España sí tiene el estatus de indiscutible pese a su pérdida de galones en el Barcelona, pide ayuda a gritos y van a más los que reclaman un doble pivote. De hecho, Moreno aplicó esa idea en el último cuarto de hora ante los noruegos dando entrada a Rodri Hernández . «Son dos grandes jugadores y nos van a dar otro tipo de cosas en diferentes de partidos. Rodri puede dar consistencia y pueden jugar muchos minutos juntos. Eso es cosa del míster, pero a mí me gustan todas las fórmulas», comparte Cazorla. Sería, en definitiva, rescatar el esquema que en su día llevó a España al cielo con Alonso y Busquets en el eje. «No se me asemejan mucho, Rodri es distinto a Xabi. Son roles distintos. Pero no creo que haya ningún problema en que jueguen juntos».
El tándem Alonso-Busquets, implantado por Vicente del Bosque , también nació a partir de una situación de caos, una mala noche en Macedonia (2009) en la que Alonso estaba completamente abandonado a su suerte. Aunque hubo dudas en su día sobre el remedio, el experimento derivó en una estrella para siempre sobre el escudo de España.
