Fútbol

La burla de las camisetas: así se deciden los diseños que irritan a los aficionados

Equipaciones como las del Barcelona o el Atlético de Madrid han generado malestar y reacciones en las redes sociales

La camiseta que ridiculiza al Atlético en redes sociales

Sergi Font

«Qué imagen más rompedora. Me encanta. ¡El cruz del escudo en grande ocupando todo el pecho y los pantalones con una pernera de cada color! Va a ser un éxito», exclamó Josep Maria Bartomeu cuando Nike le mostró la equipación con la que el Barcelona ha jugado esta temporada pasada, sin imaginar las críticas que se generaron por alejarse en exceso del diseño histórico de la entidad. Algo que sucedió en 2012 con la única línea roja degradada en el pecho, en 2015 con las franjas horizontales o en 2019 con cuadros. La nueva camiseta, inspirada en el 30 aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona , tampoco deja indiferente a nadie al incorporar una tercera franja de color azul más oscuro. Las críticas no han tardado en aparecer, algo extensivo a otros clubes que también han querido innovar, como el Atlético de Madrid, cuyas franjas curvas evocan los recovecos del río Manzanares .

«Me parece muy bonita. Estamos acostumbrados a ver el rojo en rayas rectas, y que haga la forma del río…», justificaba Enrique Cerezo , mientras un amplio grupo de socios más tradicionales se enervaba en las redes sociales e instaba a los aficionados colchoneros a boicotear la propuesta vistiendo una equipación alternativa que ha tenido gran acogida. Se trata de una camiseta con las líneas rectas, con motivos que hacen referencia al Atlético Aviación, al primer escudo rojiblanco y al antiguo Metropolitano.

La primera frase que se le viene a la cabeza a la mayoría de seguidores cada verano cuando ven la nueva camiseta de su equipo es: «¿De quién habrá sido la idea? ¿Por qué el club permite este diseño?». Diversas fuentes del Barcelona han explicado a ABC quién y cómo se aprueba el diseño de una camiseta. «Todo comienza dos años antes de la presentación. El club traslada a Nike un serie de ideas conmemorativas para que los diseñadores de la multinacional empiecen a trabajar. Por ejemplo, para la camiseta que se estrenará ahora nos pusimos en marcha en junio de 2020 y se les trasladó la idea del 30 aniversario de los Juegos Olímpicos para la primera camiseta o el 30 aniversario de la Cruz de Sant Jordi que la Generalitat otorgó al Barça, para la tercera equipación».

A partir de ahí, Nike empieza a trabajar y se realizan varias reuniones en las que por parte del club está el presidente, el director General y el máximo representante de BLM (Barça Licensing & Merchandising), la sociedad del club que comercializa de forma masiva sus productos. «Es un grupo reducido para evitar filtraciones» , detallan. En estos encuentros, Nike va presentando diseños que son retocados por la comisión del club hasta que se llega a una entente definitiva. «Al final es el presidente el que da el visto bueno», aseguran. Con una salvedad, para esta última equipación, Bartomeu declinó dar el visto bueno definitivo amparándose en que él ya no sería el presidente de la entidad. La decisión recayó en su grupo de trabajo. «Afortunada o desgraciadamente es una decisión subjetiva, de que le guste al que decide, de que considere que va a tener aceptación y que puede generar los ingresos esperados. ¿Que habrá críticas? Ya contamos con ello ».

«Nunca harás una camiseta a gusto de todos. El presidente sabe que se la juega pero haga lo que haga habrá críticas», explican desde el club catalán. « Es como jugártela con un fichaje , que hasta que no debuta no sabes si tendrá el resultado esperado», ilustran. Al final, las ventas suelen reflejar los éxitos y los fracasos del diseño, aunque en esta parcela nunca dos y dos suman cuatro: «Estamos presentando la nueva camiseta sin saber qué jugadores tendremos. No es lo mismo tener a Mbappé y Haaland que no tenerlos porque el impacto no es el mismo”. Y aseguran que “evidentemente, cada año se propone una camiseta nueva por una cuestión comercial».

Desde el entorno de Nike justifican la decisión de tanto cambio a pesar de que una camiseta esté funcionando bien a nivel de ventas. «Es un negocio que mueve mucho dinero y hay que tener en cuenta que la multinacional es americana, lo que implica, por su mentalidad, que les gusta el cambio y tampoco tienen apego por las tradiciones», apuntan antes de recodar a este diario que « la camiseta pistacho , que tantas críticas generó, fue una de las más vendidas de la historia de Nike». Fuentes conocedoras del funcionamiento interno de la empresa de ropa aseguran que el éxito está asegurado por varios motivos: «Porque mucha gente es coleccionista y le gusta tener todas las camisetas de cada temporada y a otras persones les gusta ir a la moda y llevar la última equipación».

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