Fútbol
La burbuja amenaza al fútbol
Por primera vez en la historia, las cinco ligas más potentes han superado el umbral de los cuatro mil millones en fichajes
Una visión futurista y utópica en un mundo improbable plantea varios cálculos quijotescos. Con el dinero que ha abonado el magnate qatarí Nasser Al Khelaifi por disfrutar cada fin de semana de los arabescos de Neymar (222 millones) se podrían construir 185 autopistas de la vía con mayor coste medio por usuario de España, los 17 kilómetros entre La Herradura y Almuñecar. La cascada de los petrodólares ha recaído en Barcelona, cuyo presidente se ve agobiado por la presión popular y estresado por las declaraciones de sus futbolistas que reclaman refuerzos. Josep Maria Bartomeu ha colaborado a la inflación con la contratación de Ousmane Dembélé : 105 millones más 40 por otros conceptos. El traspaso del francés, al que el Borussia Dortmund adquirió por 15 millones, podría sufragar la construcción en marcha de los hospitales de Alcañiz y Palencia, 689 camas previstas entre ambos. Desde el otro lado del Canal de la Mancha observan con atención las operaciones porque son los que más gastan. En Inglaterra, el Manchester United ha pagado 85 millones por Lukaku, que en obra social equivale a 140 centros de día para personas de la tercera edad. El fútbol, como el boom inmobiliario en España, avanza hacia su burbuja.
Por primera vez en la historia, las cinco grandes ligas de Europa han superado el umbral de los cuatro mil millones de euros en fichajes. Inglaterra, Alemania, España, Italia y ahora Francia han roto las barreras económicas conocidas. De repente, se habla de millones de euros como si cayesen del cielo. La adquisición de Neymar por el PSG sobrepasa el presupuesto de todos los clubes españoles, salvo el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético. Es la pugna de un transatlántico (el PSG también pagará 180 millones por Mbappé) contra una piragua.
Qatar era una diminuta península del Golfo Pérsico dedicada a la pesca y la recolección de perlas que se transformó en el país con el PIB per cápita más alto del mundo gracias a los yacimientos de petróleo, cuyas reservas deben durar al menos 37 años más. Al Khelaifi pertenece al círculo íntimo de amistades del emir de Qatar , Hamad al Thani, y como presidente del fondo de inversión Qatar Sports Investment, su chequera parece ilimitada. En menos de dos semanas, ha invertido en los dos fichajes más costosos de la historia del fútbol (222 Neymar y 180 Mbappé).
El PSG rompe el mercado
«Nunca pienso en lo que gasto, sino en lo que voy a ganar con él. Es un gran proyecto de dos marcas: Neymar y PSG», ha rebatido el empresario árabe, quien considera que puede amortizar la ficha del delantero brasileño en cinco años.
Sus asesores ya han encontrado la fórmula para salvar el «fair play» financiero (el tope establecido por la UEFA que prohibe más gastos que ingresos por temporada) en la contratación de Mbappé . Una cesión este año y un pago de 180 millones en 2018. Así evita el PSG una sanción .
Qatar es, como China, una potencia económica emergente. El dinero del fútbol ya no está en Europa. Cinco de los seis clubes que más han invertido en el mercado son propiedad de multimillonarios llegados de lejos. El Manchester City es propiedad de Mansour bin Zayed, miembro de la familia real de Abu Dabi. El equipo de Guardiola ha captado jugadores de perfil bajo y precio elevadísimo: Mendy (un lateral izquierdo a 57 millones), Walker (lateral derecho a 51), el extremo Bernardo Silva (50), el portero Ederson (40) o el exmadridista Danilo (30). Total: 244 millones, 16 más que el PSG.
Silvio Berlusconi vendió el Milán a un consorcio chino por 740 millones. El presidente es Yonghong Li y también tiene la cartera floja. El club italiano ha soltado 194 millones este verano en jugadores de clase media. Bonucci (42 millones), Andre Silva (38), Conti (25) o Calhanoglu (22).
El Manchester United, antiguamente el club más rico del mundo, pertenece a la familia Glazer , dueños a su vez de un equipo de la liga profesional de fútbol americano. El MU es más estilo PSG: fichajes de campanillas, de los que arrasan en el mercado. El año pasado Mourinho convirtió a Pogba en el efímero jugador más caro de la historia (105 millones). Este verano han llegado el delantero belga Lukaku (85) o el mediocentro Matic (44).
Al Everton , el sexto en la lista, lo dirige un empresario iraní nacionalizado inglés, Farhad Moshiri, que ha invertido 147 millones en jugadores locales. Sigurdsson (49 millones), Michael Kane (28), Pickford (28) o Klassen (27). En la ley de la oferta y la demanda, un delantero español de proyección (Sandro) le ha salido muy barato (seis millones).
Solo el Barcelona, el cuarto que más gasta, pertenece en teoría a sus socios, que eligen al presidente y lo pueden revocar con mociones de censura. Bartomeu ha pagado 150 millones por una promesa de 20 años, Dembélé, que ayer, después de dar dos toques y fallar el tercero, declaró: «El mercado se ha vuelto loco . No presto atención a estas cantidades». El Dortmund ha hecho el negocio del siglo. Compró al extremo francés al Rennes por 15 millones el año pasado y ha multiplicado por diez la ganancia al venderlo al Barça.
¿Se ha vuelto loco el fútbol o lo amenaza una burbuja al estilo del boom inmobiliario en España? Igual que hubo una crisis del ladrillo por los precios de los pisos muy por encima del IPC y de la renta con los factores externos de la especulación y el exceso de crédito, ¿habrá una crisis por precios excesivos de los futbolistas?
El Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), con sede de Neuchatel (Suiza), entiende que no se producirá esa burbuja futbolística, sino que la escalada se mantendrá. Utilizando un algoritmo basado en el análisis de 2.000 traspasos, además de otras variables como edad, estatus internacional y posición económica del club empleador, realizó un estudio que publicó en junio. Calculó casi con exactitud el precio de Neymar (210 millones, predijo) y el de los 110 mejores jugadores de Europa. Y la tendencia es que el fútbol no caerá.
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