Borja Valero
Borja Valero: «No me gusta que algunos futbolistas presuman tanto de sus millones»
Criado en el Real Madrid, su inmenso talento dirige a la Fiorentina desde hace cuatro temporadas. Esta campaña pelea por un Scudetto que se le resiste desde 1969
El mismo día de la entrevista, con suma educación, nos pide si es posible adelantar la llamada. Su hijo mayor tiene un partido a la misma hora que habíamos fijado la cita: «Álvaro solo tiene 5 años, pero ya es un loco del fútbol. Le encanta Cristiano. Le imita constantemente», confiesa Borja Valero (12 de enero de 1985, Madrid) , uno de los prodigiosos talentos de «La Fábrica» en este siglo XXI. Mientras, Lucía, la pequeña de la casa (año y medio), se deja la garganta cantando el himno de la Fiorentina, pero de momento disfruta más de Linda: «Es un gatito inglés de pelo corto que yo elegí con mimo cuando ella nació. Le hace mucho bien». Tanto bien como les hace Florencia a él y a su mujer, Rocío: «Somos muy felices aquí». Valero cumple su cuarta temporada en Italia y lo hace con un reto apasionante: conquistar el Scudetto.
-¿Cómo está?
-Genial. En la Fiorentina gusta mucho el buen fútbol y eso me ayudó a ser uno más desde el primer día. Además, la ciudad es preciosa. Pequeña, bonita, cómoda y, culturalmente, fascinante. Por ponerle un pero, llueve demasiado, pero el resto es fabuloso.
-Los «tifosi» le adoran...
-Sí. Me siento muy querido. Desde que llegué aquí me pusieron el apodo de «Sindaco» (alcalde en italiano). Es gracioso y bonito. Además, quieren homenajearme y darme la Citadinanza Onorifica. Mi familia y yo estamos muy felices.
-Tras 15 jornadas, les comparan con la Fiore de Batistuta y Rui Costa, están segundos a solo un punto del Inter (líder) y la ciudad sueña con un título que no ganan desde 1969. ¿Es posible?
-La gente es muy pasional en Florencia y enseguida se vienen arriba. Hacía mucho tiempo que no estábamos con tantas opciones, pero hay que mantener la calma. Nuestro objetivo no es el título. Hacemos el fútbol más bonito de Italia, pero no somos el mejor equipo. Eso sí, no le tenemos miedo a nadie.
-¡Hasta al Papa Francisco le han suplicado el título!
-(Risas) Cierto. Hace poco vino a Florencia y la gente, antes que salud, lo que le pedía era el Scudetto. Son 46 años sin ganarlo. Si lo logramos esta temporada la mayoría de «fiorentinos» se mueren ese día, y tan felices.
-¿Por qué la Juventus ha hecho un inicio tan irregular de Liga?
-Echa de menos a su quarterback, a Pirlo. Era el Tom Brady del Calcio. Aparte de lo bueno que era, a mí me fascinaba su pase en largo.
-¿Qué es lo peor del fútbol italiano?
-El estado de los campos. Suelen estar muy secos.
«Mi ídolo fue Redondo. En la época del doble pivote, él jugaba solo en el centro del campo y era una delicia»
-¿Quién fue su ídolo?
-Redondo. En la época del doble pivote, él jugaba solo en el centro del campo y era una delicia verle.
-¿Echa de menos el Real Madrid?
-Siempre seré aficionado del Madrid. Llegué a los 11 años al club, pasé por todos las etapas de la cantera y debuté en el primer equipo. Me hubiera quedado encantado, hacer allí mi carrera, pero tuve que tomar otros caminos
-¿Cómo se ve desde la distancia el cambio de mando en España?
-Me apena que el Madrid haya dejado de ser la referencia en el mundo del fútbol. Incluso lo del señorío, que te lo inculcan desde el primer día, parece que también cojea. Creo que por ganar se intenta hacer demasiadas cosas y muy deprisa. El Madrid debe tener más tranquilidad y paciencia para volver a ser el mejor club del mundo. Aunque también le digo que, a pesar de los muchos años buenos que acumula el Barça, aún le queda muy lejos ser lo que ha sido el Real Madrid.
-¿A usted le queda lejos o cerca la selección?
-Siempre me he dicho que en España había mucho talento y no tenía hueco. Y ahí están el Mundial y las dos Eurocopas como pruebas. Pero ha llegado un momento en que las cosas cambian, importantes jugadores dejan de ir, se incorporan nuevos y, como es mi caso, si disfrutas de un buen momento, miras la lista con cierta ansiedad porque sueñas con escuchar tu nombre... pero nada. Estoy resignado. Da igual que tengas 30 años, como yo, o 34, como Aduriz. Siempre he pensado que hay que aprovechar a los jugadores que más en forma están. Y, en ocasiones, no es así y es una pena. El DNI se mira según el jugador. No a todos se les pone fecha de caducidad. Aun así, no pierdo la esperanza de ir a la Eurocopa...
-Lo más curioso de este asunto es que Italia ha intentado que juegue con ellos.
-Así es. Se interesaron en saber si tenía algún ascendiente italiano para obtener la doble nacionalidad y poder jugar con su selección, pero yo lo que quiero es jugar con España.
«En la clase política española sobra mediocridad y falta talento»
-Quedan dos semanas para las elecciones, ¿va a votar?
-Sí, siempre lo he hecho.
-¿Qué piensa de la clase política española?
-Creo que sobra mediocridad y falta talento. Deberíamos tener políticos de mucho más nivel, tanto en la izquierda como en la derecha. Por ponerte un ejemplo, es triste ver en una reunión mundial de presidentes que el nuestro ni siquiera puede hacerse entender en inglés. A mí eso me avergüenza bastante.
-¿Cómo ve el fútbol de hoy?
-Se han perdido valores y principios. Lo hablaba hace poco con Tommasi (ex del Levante y actual presidente de la asociación de futbolistas italianos). Los jóvenes se fijan primero en las botas, el peinado o el coche que llevan los futbolistas antes que en el propio deporte. Me parece perfecto querer vivir del fútbol y, si es posible, vivir muy bien. Pero poner por delante todo lo extradeportivo antes que el propio fútbol en sí es un error.
-Quizás algunos futbolistas no ayuden mucho a esta tendencia con lo que publican en las redes sociales.
-Puede ser. A mí no me gusta que algunos futbolistas presuman tanto de sus millones. Lo respeto, pero no lo entiendo. Yo siempre intento tener mucho cuidado por la gente que puede sentirse ofendida por una foto o un comentario que puedas subir a una red social. Si te puedes permitir un avión privado, un coche de lujo o pasar unas vacaciones en un yate, hazlo. Pero con la que está cayendo hay que tener un poco de sentido común y de respeto. El problema es que los aficionados se creen que todos los futbolistas somos así, y no es verdad. Mira Iniesta, una estrella multimillonaria a quien jamás le verás haciendo eso. Las redes sociales hay que utilizarlas con inteligencia y humildad.
-Usted es muy crítico con el periodismo deportivo, y eso que su mujer pertenece al gremio. ¿Qué se está haciendo mal?
-La bipolaridad Madrid-Barça le ha hecho mucho daño al periodismo deportivo. Solo venden esos dos equipos, el resto de clubes, deportes y deportistas no existen; y eso ha llevado a los medios a hablar de muchísimas tonterías. Jamás pensé que podría ver cosas en un informativo deportivo como las que se ven ahora. Y ya parecen hasta normales, cuando no lo son. Pero el problema es mucho más profundo. Es de educación, principios y valores. Mucha gente consume ese tipo de información y un medio lo que busca es el negocio. Y, por desgracia, es lo que le gusta a la gente.
-¿Ve mucho fútbol en su casa?
-No, solo el Madrid y algún partido esporádico de la Premier. El fútbol lo vivo como lo que es, mi profesión. Me encanta jugarlo, pero desde el sofá no me apasiona. A mí me gusta más el baloncesto. Soy un amante de la NBA.
«Mi hijo vino del colegio preguntándome si París era ahora peligroso. Me quita el sueño el mundo que les espera a Álvaro y a Lucía el día de mañana»
-¿Cómo le ha explicado a su hijo Álvaro los atentados de París?
-Es un tema muy delicado para un niño tan pequeño. Aluciné cuando un día vino del cole y me dijo si París era ahora peligroso. Intento evitar el tema, pero cuando me hizo la pregunta se lo expliqué del modo que yo pienso que es el más correcto. Y sin mentirle.
-¿Qué mundo les espera a los niños?
-Este asunto me quita el sueño. Cuando Álvaro y Lucía tengan los 30 años que tengo yo ahora, espero que vivan en un mundo en paz, pero situaciones como las de París te hacen pensar que igual no es así.
-¿Y qué futuro dibuja en su cabeza cuando ponga las botas en remojo?
-De vez en cuando me hago esta pregunta, pero no me detengo mucho en ella. Solo tengo 30 años. Intentaré alargar mi carrera todo lo que me permita mi físico. Mi primer pensamiento es el de no seguir ligado al fútbol, pero es solo eso, un pensamiento.
Noticias relacionadas