Fútbol
Bordalás, el entrenador incómodo
Solo un partido separa al experimentado técnico alicantino de su primera gran final. Ante el Athletic, tras el 1-1 de la ida, Mestalla decidirá el curso de la primera semifinal de la Copa del Rey
Bordalás: «Veo las críticas como un elogio. Han intentado condicionar la eliminatoria»

Desde que el Getafe de José Bordalás (Alicante, 1964) empezara a incomodar a la zona noble de la Liga, se clasificara para la Europa League y rozara los puestos Champions, siempre fue recurrente entre numerosos entrenadores rivales calificar el juego de su equipo ... como sucio y agresivo. Sea como fuere, sus exitosos años en el Coliseum le valieron una oportunidad en un grande, el Valencia, pero esa vitola negativa sobre su praxis futbolística sigue vigente. Entretanto, con su nuevo club sumido en una crisis institucional que hace mella en la afición y señalado por la prensa local por la mediocridad de un Valencia que ha dejado de aspirar por los puestos continentales, Bordalás está a solo un partido de acceder a su primera final de Copa del Rey ; un título que amainaría las aguas y cambiaría la sinuosa deriva del alicantino en el siempre convulso banquillo valencianista.
Tras el 1-1 de la ida en San Mamés, donde el Valencia gozó de las mejores oportunidades y pudo conseguir una victoria en Bilbao, Marcelino señaló en rueda de prensa: «El encuentro no se pudo llamar un partido de fútbol y él (Bordalás) tuvo bastante importancia... Hoy vi situaciones más propias de regional que de Primera». En los días posteriores, distintos ecos desde Vizcaya manifestaban que el cuadro visitante había intentado perder tiempo y que el objetivo de los de Bordalás residía en tratar de jugar lo menos posible; comentarios a los que el alicantino está más que acostumbrado. Durante sus más de diez temporadas en el fútbol profesional español, famosas han sido sus tensas riñas con técnicos como Quique Setién, Lopetegui, Arrasate o el mismísimo Marcelino (en aquella intensa eliminatoria copera entre el Getafe y el Valencia de 2019 que se saldó con victoria de los del entrenador asturiano), donde el nexo común era ciertamente indicar que sus conjuntos juegan al límite del reglamento.
Ayer, en la rueda de prensa previa a la cita de Mestalla (21.30 horas, Telecinco/Dazn), Bordalás respondió a las reprimendas del Athletic: « Esas críticas son como un elogio . Cuando el Valencia pierde nadie dice absolutamente nada, pero cuando vences ahí aparece el comodín para justificar que no te ganaron [...] Sí que ha habido declaraciones de todo tipo, insinuando que el Valencia en el partido de ida perdió tiempo y que hizo cosas que no están permitidas. Si tu intentas falsear la realidad es un intento de condicionar».
Fútbol de otra época
En el sur de Madrid, José Bordalás construyó su ópera prima. Aparte de su cambio físico, donde se sacó más de 10 años de encima, el Getafe alcanzó su máximo rendimiento. La presión tras pérdida, intensa e incesante, acompañada de una línea defensiva en el medio del campo, ahogaba a los rivales. Los azulones mordían, desesperaban y, comúnmente, ganaban. Además su juego ofensivo, pese a la crítica perenne que les tachaba de ‘antifútbol’ , tuvo épocas de esplendor: aquel equipo inundaba el área rival de delanteros y de balones directos a la caja que, como consecuencia, el Getafe solía disparar a puerta más veces que el contrincante. Junto a Bordalás, los madrileños llegaron a su zenit en aquella eliminatoria de Europa League donde maniataron al Ajax de Ámsterdam. Luego llegó la pandemia y el intenso Getafe se apagó, pero su impronta en el Coliseum es imborrable.
A su llegada a Paterna en el verano de 2021, el alicantino intentó implantar una idea de juego similar. Pero, a pesar de haber firmado buenos partidos, el nivel de la plantilla valencianista dista considerablemente de la de un aspirante tipo a competiciones europeas. En los últimos ocho partidos de Liga, el Valencia solo ha ganado un partido (ante el Mallorca en la última jornada) y sus aspiraciones continentales se esfuman. Sin embargo, la Copa del Rey puede salvarles: una victoria, en lo que sería su noveno título copero, vale un boleto para la próxima Europa League .
Asimismo, Bordalás está ante la oportunidad de disputar su primera gran final. «Tengo la suficiente experiencia, he vivido casi de todo. Cada semana es una experiencia nueva. Estoy tranquilo y para mí el partido inmediato es el más importante, obviamente este tiene una recompensa enorme . Es un partido tremendamente importante también para mí», señaló ayer en rueda de prensa.
Indudablemente, Mestalla vivirá esta noche un partido histórico y, a pesar de la irregular temporada del equipo, la hinchada está de parte del entrenador. La confianza, como señala el técnico, es recíproca y, ante un Athletic que ya ha eliminado a Barcelona y Real Madrid, los de José Bordalás tratarán de prolongar su idilio en esta Copa del Rey.
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