Champions
El Bayern, fiabilidad en pandemia
Los germanos se han convertido en una máquina de fútbol desde el parón del año pasado, con seis títulos y con más goles que sus rivales europeos
Si la irrupción del coronavirus el pasado marzo supuso una profunda herida para todo el mundo, no lo fue para Baviera, al menos en lo futbolístico. La región del sur de Alemania es el hogar del terror de media Europa, el Bayern de Múnich , que aprovechó la temporada más extraña de la historia para conseguir los seis títulos a los que podía acceder, el sextete, una obra que solo había sido firmada hasta la fecha por el Barcelona de Guardiola en 2010. Los alemanes, con un modelo de club prácticamente inamovible, muy acorde con la identidad del país que representan, han aprovechado el impulso que les dieron todas las victorias cosechadas la temporada pasada para, simplemente, seguir ganando. Porque a día de hoy nadie compite, corre y golea como el Bayern, una versión del ‘übermensch’ de Nietzsche pero vestido de corto y rojo. Esta noche (21:00, Movistar Liga de Campeones), y tras ganar por 1-4 en la ida sin gran esfuerzo, se enfrentan en la vuelta de los octavos a la Lazio . Un pequeño obstáculo en su camino para volverse a poner la corona continental.
Los otros
El Bayern es el único valor seguro en la pandemia y el resto de campeones domésticos se han desinflado en la primera temporada de la historia que convive desde su inicio con el coronavirus. La Juventus de Cristiano y Pirlo fue apeada hace una semana de la Champions por el Oporto y en la Serie A mandan los equipos de Milán. El Liverpool vive sus peores momentos desde la llegada de Klopp tras conquistar la Premier cuarenta años después y el Real Madrid marcha tercero a rebufo de sus dos rivales históricos. Incluso el PSG, el que a priori disputa un campeonato más asequible que sus competidores en este selecto grupo, no ha conseguido colonizar el liderato de la Ligue 1, bien resguardado por el Lille tras 29 jornadas. Mientras los alemanes sonríen desde su torre de marfil, fieles a un modelo que les ha ayudado a suavizar el impacto de una pandemia.
Decía hace unos años Uli Hoeness , por aquel entonces presidente del equipo, que en el vestuario del Bayern tenía que «volverse a hablar alemán». El conjunto venía de latinizarse tras la etapa de Guardiola, quien había dado los mandos a centrocampistas como Xabi Alonso, Thiago o Arturo Vidal (también a Lahm, histórico lateral reconvertido a la medular) para inocular su libreto en la plantilla. El catalán prolongó el dominio en la Bundesliga pero falló estrepitosamente en la Champions. Con Kovac de intermediario, su banquillo lo acabó mandando Hans Flick , un hombre de la casa que, pese a su escasa experiencia como jefe en el alto nivel futbolístico, descifró a la perfección las necesidades vitales del Bayern. El resultado, la casi perfecta máquina futbolística que abruma cada semana.
Pese a ser una afirmación sin demasiado recorrido la de Hoeness, es cierto que el Bayern siempre ha intentado mantener el sabor de lo local, una política de fichajes basada en hacerse con jugadores nacidos o criados con el escudo del equipo en el horizonte. De hecho, diez de los once futbolistas que salieron de titulares en el Olímpico de Roma hace dos semanas habían jugado en otro equipo de la Bundesliga o se habían desarrollado en la cantera del Bayern. Otra práctica recurrente de los bávaros ha sido la de seducir a destacados deportistas del campeonato local para, una vez acabado contrato o a escasos meses de su vencimiento, adherirlos a su estructura a coste cero o por un valor menor de lo que exigía el mercado. Lewandowski, Süle, Gnabry y Goretzka , cuatro de los líderes habituales del conjunto esta temporada, son resultado de esta ecuación. Cuando el Bayern maneja su ’lebensraum’ (espacio vital), es feliz.
Lewandowski, el líder: El delantero anotó al menos un tanto en los seis torneos que ganaron los alemanes
Hablar del Bayern de esta campaña es hacerlo de goles. Ningún equipo de las grandes cinco ligas europeas ha perforado la red con tanta regularidad como ellos en el campeonato local, 74 nada menos. Le siguen el Inter en Italia (65), el Manchester City en Inglaterra (64) y el PSG en Francia (63). Uno de los principales responsables de estos números es el ya mencionado Robert Lewandowski. El punta polaco, pese a no ser tan multidisciplinar como otras estrellas del panorama, es uno de los mejores rematadores de la última década. De hecho, anotó en las seis competiciones que el Bayern alzó durante la pandemia, un récord que hasta ahora también tenía entonación culé, pues fue Pedro, delantero del Barça, el primogénito en esta gesta. Casi la mitad de los goles de los bávaros en la Bundesliga llevan sus iniciales (32) y el ya veterano delantero es el máximo favorito para hacerse con la Bota de Oro, una carrera que lidera por delante de nombres como Ronaldo, Messi o Haaland. Curiosamente, el noruego es el único que le ha hecho algo de sombra a Lewandowski. El delantero del Dortmund lleva las riendas de la tabla de goleadores en la Champions (10), con alguna actuación sonada como la del Sánchez Pizjuán.
Desde el prisma europeo, el panorama del equipo es similar, pues en la actual Liga de Campeones los germanos han conseguido 22 dianas, solo perseguidos por el ya eliminado Barcelona (18). Además, no han conocido la derrota en la máxima competición continental esta temporada tras la fase de grupos y el primer partido de los octavos de final. Una imbatibilidad que ya llevaron hasta la final en la edición del año pasado, algo que nadie había conseguido hasta la fecha. Sus números colectivos e individuales, de nuevo, son los de un campeón.