Mundial 2022
Barcos, hoteles flotantes y campamentos en el desierto para alojar a aficionados y periodistas
El país del Golfo Pérsico busca soluciones imaginativas para alojar a los 1,2 millones de visitantes que irán a la cita mundialista

Una de las grandes ventajas del Mundial de Catar respecto a cualquier otro que se haya celebrado será la comodidad de los traslados. En un radio de 70 kilómetros, concentrados alrededor de Doha, se ubican los ocho estadios que albergarán los partidos y estarán también, salvo sorpresa, los campamentos base de las 32 selecciones participantes. Distancias mínimas en comparación, por ejemplo, con lo vivido hace cuatro años en Rusia, donde España tuvo que afrontar un buen número de kilómetros en avión para desplazarse de Krasnodar hasta cada una de las sedes de sus partidos.
No es de extrañar que uno de los grandes reclamos para atraer a los aficionados es la de poder asistir a más de un partido al día durante la fase de grupos simplemente cogiendo el transporte público y sin necesidad de cambiar de alojamiento.
Esa ventaja supone, a la vez, un grave inconveniente para recibir a los 1,2 millones de visitantes que se esperan en el Mundial, que tendrán que ser ubicados en apenas unos pocos kilómetros cuadrados. Catar asegura que no habrá problema habitacional, pero sí que ha tenido que idear algunas instalaciones temporales para complementar la oferta hotelera del país. La más imaginativa ha sido el acuerdo con una importante empresa de cruceros para que sus barcos atraquen en el puerto de Doha durante las fechas mundialistas. De momento se han asegurado 4.000 camarotes, que serán puestos a disposición del comité organizador para alojar tanto a visitantes, trabajadores o periodistas.
Junto a ellos, Catar ha comenzado también la construcción de 16 hoteles flotantes en la isla norte de Qetaifan , a unos 20 kilómetros de Doha. Situados sobre las aguas del Golfo Pérsico, medirán cada uno 72 metros de largo por 16 de ancho. De diseño minimalista, estarán construidos en madera y acero blanco y estarán alimentados por energía solar. Junto a estas residencias en el agua también se están habilitando un buen número de apartamentos, villas e incluso campamentos en el desierto.