El Barcelona se queda sin centrales

«Si algo puede salir mal, saldrá mal», aseguraba Edward Aloysius Murphy, que se hizo famoso por formular su ley en 1949. El Barcelona lo ha podido experimentar en sus propias carnes esta temporada. Ronald Koeman se ha quedado sin centrales tras tres meses de competición. El último en caer ha sido Clément Lenglet, que pasada la hora de juego sufrió una torcedura de tobillo que le obligó a pedir el cambio y retirarse ayudado por los médicos del club. Hoy se le realizarán pruebas más exhaustivas pero por las imágenes vistas por televisión, el francés estará varios partidos de baja. El galo se une a Gerard Piqué , que estará entre tres y cinco meses de baja tras su lesión de rodilla, a Samuel Umtiti , que aún no ha podido debutar esta temporada y que parece poco probable que tenga protagonismo esta temporada, y a Ronald Araújo , con problemas e bíceps femoral que le mantiene de baja desde el pasado 28 de octubre, hace un mes.

Los problemas defensivos del equipo provocaron que el Barcelona jugara los últimos 25 minutos con un eje central totalmente atípico y de circunstancias. Óscar Mingueza , jugador del filial que ya había sido titular en Kiev, desempeñó uno de los papeles de central ante Osasuna. Frenkie De Jong fue el otro jugador que, retrasando su posición, fue utilizado por Koeman para completar la zaga culé. Esta circunstancia deberá repetirse con mucha probabilidad este próximo miércoles en Hungría ante el Ferencvaros, salvo que Araújo se recupere definitivamente y pueda servirse del encuentro de Champions para recuperar el ritmo que perdió en Turín.

Los problemas de la defensa se agravan con la lesión de Sergi Roberto , que tiene para dos meses alejado de los terrenos de juego. Con Dest recuperado in extremis para jugar ante Osasuna, Júnior Firpo tuvo que jugar en la banda derecha cuando Koeman, con el partido decidido, decidió dar descanso al norteamericano para evitar más riesgos. Ahora más que nunca es imprescindible que el Barcelona se vuelque en reforzar al defensa durante el próximo mercado invernal, a pesar de que la situación económica no es la idónea.