Fútbol
El Barcelona de los mil pases vacíos
El estilo de Setién, basado en el control y la posesión, no asegura goles y genera ciertas dudas sobre el aburrimiento que puede contagiar a la grada culé
Cuatro entrenamientos le han bastado a Quique Setién para darle un lavado de imagen al Barcelona. Cumplió su promesa de acercarse a Cruyff y a Guardiola ante el Granada aunque quedó patente la necesidad de una mejora más amplia. Apabulló el equipo azulgrana en la posesión (82,6 por ciento) y realizó 1.005 pases, la tercera mejor marca de la historia culé desde Guardiola (1.046) hace una década y Tito Vilanova (1.035) en la 2012-13. No obstante, el dominio culé no se tradujo en una abrumadora superioridad en el marcador. De hecho, el partido se decidió con un aislado gol de Leo Messi. El Granada solo recibió seis disparos entre los tres palos, lo que evidencia que posesión y pases no garantizan la victoria . Y queda raatificado con el 1-1 cosechado por Guardiola ante el Levante el día de los 1.046 pases, récord absoluto del club catalán.
« Me gustaría que el equipo circulase el balón más rápido. Nosotros no decimos que lo haga más lento . El Granada ha cortado muchas acciones, algunas con faltas. Se ha cortado el ritmo y a veces es imposible ser más rápido. Lo único que necesito es tener el control, lo que no puede ser es que tengamos pérdidas absurdas. He pedido más control, tener paciencia y tener la pausa necesaria . Quería evitar las pérdidas innecesarias que te hacen correr hacia atrás», se justificaba Quique Setién, que añadía: «Hemos tenido mucho control y sólo hemos concedido dos tiros. Nosotros también hemos tenido en la primera parte situaciones donde podíamos haber marcado. Hablamos de ser valientes y de ir a campo rival a presionar. En general hemos tenido el control total y absoluto».
Otra de las promesas que hizo Setién el día de su presentación fue que la grada se divertiría. Aún es pronto para confirmarlo, aunque tanto toque y posesión ralentiza el juego y hay una evidente falta de pegada. Aunque jamás tuvo una plantilla tan competitiva como la que dirige en estos momentos, los números de Setién antes de recalar en el Camp Nou distan de la espectacularidad, como demuestra el pírrico gol y medio por partido que atesora en los equipos que ha dirigido anteriormente.
«He visto al equipo muy junto, abusando de los pases, siguiendo una consigna y con la necesidad de mejorar en ataque», explica a ABC Jofre Mateu , que defendió la camiseta azulgrana a las órdenes de Van Gaal y que ahora brilla como analista en BarçaTV. El exfutbolista hace una lectura del juego de «tiqui-taca» que augura Setién: « Habrá momentos de posesión estéril y en el que a veces nos aburramos porque esa posesión no servirá para hacer daño al rival». Mateu lo justifica: «A este Barcelona le conviene que los partidos no sean abiertos y teniendo el control y la posesión no se sufrirá tanto en defensa».
Salva García Puig , que jugó a las órdenes de Cruyff y disputó la final de la Eurocopa de 1984 con España, es una voz autorizada para valorar el «proyecto Setién». De hecho jugó tres años con el actual entrenador del Barcelona en el Logroñés. «Entonces ya era muy exigente con el juego del equipo y era un enamorado del Barça », rememora. Salva le da voz a la corriente que confía en el cántabro y discrepa de los que piensan que su estilo pueda generar aburrimiento. « Me ha bastado un partido para ver muchas similitudes con el Barça de Cruyff o de Guardiola , el juego de posesión, el intercambio constante entre jugadores, la movilidad, el mantener el control y la presión delante», asegura. «A mí este Barça, el de los mil pases, no me aburre. Y hay que tener en cuenta que no estaba De Jong, Arthur era suplente y Suárez lesionado. Lo que no puede ser es que pase lo que en la Supercopa o que cualquier equipo te haga sufrir. Cuando el equipo esté rodado creará muchas ocasiones y anotará muchos goles. Tiene a Messi, Griezmann, Ansu Fati... En poco tiempo se han visto cosas», añade el exdefensor.
El gol es una de la exigencias que tendrá Setién. «Sabemos cuáles son los factores de meter el balón dentro o que salga fuera. Uno se tranquiliza mucho teniendo a Messi , porque lleva desatascando estos partidos más de una década», reconoce.
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